La Verdad ( Parte II ).

Narra Kathleen.

Entramos en el despacho y mi bestia se sentó en el sofá agarrándome de la mano e indicándome que hiciera lo mismo... me senté a su lado sin soltarle las manos, yo temblaba y temía por lo que él tuviera para confesar...deseo saber la verdad aunque no estoy lista para escucharla aún.

Kathleen : — Lo tomo de sus manos y le beso los nudillos, él me mira a la cara y yo empiezo a preguntar —¿Quién eres y qué eres ? —siento como se tensa y aprieta mis manos —.

Maximiliano:—exhala cansado — Soy el jefe de la mafia italiana... también unos de los más temidos y respetados de toda Europa —me da un beso corto, de esos tiernos— y uno de los más buscado a nivel internacional –me mira con tristeza y decepción—.

Kathleen : —agarro sus manos y le doy dos besos en las mejillas— ya me esperaba algo así para serte sincera... tu forma de actuar todo el tiempo , esa aura de creerte Dios, y esa actitud dando órdenes como cual rey mirando con odio a todo el mundo... Esa forma tan fea de como trataste y lo que hiciste con Sara... Debo aclarar que eso sí me lo dejó claro —no le quite la mirada — dime ¿qué es lo que haces en realidad? y por favor dime ¿por qué eres tan tosco? —me miró y arqueó una ceja— sí, no me mires así... quiero saber todo de tí y lo quiero saber ahora porque de todo lo que me dirás dependerá esto — miró nuestras manos entrelazadas—.

Maximiliano: —me dedicó una sonrisa sin ganas— Trafico drogas y armamentos a nivel nacional e internacional — baja la cabeza— también soy socio de una red de blancas... —me miró nuevamente — no incluyen niños, solo mujeres y hombres que se venden por un poco de droga, es todo... soborno y chantajeo a la mayoría de los funcionarios de Italia para poder hacer lo que yo quiera, respecto a mi pasado... —quedó en silencio y me miro con rabia y dolor — la madre de Lucciana me rompió de muchas formas... me traicionó un mes antes de casarnos, aunque creo que todos en algún momento pasamos por una infidelidad, pero eso no fue lo que me dolió en realidad, la ame en su momento o quizás eso creía yo... no se, la verdad, fuimos pareja desde que teníamos dieciséis años, crecimos juntos y creí tener su amor solo para mí, porque así me lo hacia creer, pero me engaño y lo peor de todo fue que intento vender a mi hija, allí fue cuando más me convertí en esto que soy o lo que solía hacer antes de que entraras en mí, Principessa —agarró mi cara entre sus manos y deposito un tierno beso en mis labios— pero me estás cambiando y hoy dejé expuesto una de mis debilidades, es por eso que no debes quedarte y debes irte, esconderte por un tiempo —sus lágrimas caían y se unían junto a las mías en un beso tierno—.

Kathleen: —lo miré y me levante sentándome abierta de piernas en su regazo— déjame ver esos lindos ojos grises que me enamoran... déjame verte el alma amore mío, mirame bien y trata de comprender mis palabras... Me enamoré de tí, me enamoré de tus demonios antes de conocer tus ángeles, me enamoré de ese hombre arrogante, grosero, mal geniado y desquiciado, así que ahora no me puedes decir que me vaya, que me aleje de ti... no puedes pedirme algo que no quiero y que no haré, porque tú piensas que estaré segura en otro lado —lo agarré fuerte de la cara y deposité un beso en su nariz— pero no es verdad, estaré desprotegida si llegase a ir por mí... Yo no decidí enamorarme de ti, solo paso y ahora no puedo irme , no me iré y tampoco me dejaras ir... júrame Maximiliano que no me dejaras , júrame que siempre estaré a tu lado y tú al mío —hundí mi cara en su cuello— júrame lo por favor amore mio —lloré entre su cuello mientras lo abrazaba fuerte—.

Maximiliano : —El correspondía a mis caricias, levanto mi cara para que lo mirase a los ojos, deposito un beso en mi frente y me sonrío con alegría— Mirame Principessa eres mía, siempre los has sido y prometo no dejarte nunca... prometo protegerte, prometo cuidarte y amarte cada día —apretó mi cara entre sus manos— porque te amo Kathleen Stylle ,te amo con locura... deseo ser tuyo y que seas mía por lo que me quede de vida —me beso despacio y luego me apartó un poco mirándome con malicia— sabes que si te quedas a mi lado serás mi mujer y no pasarás desapercibida, sabes que no hay paz en esta vida y estas consciente que no tendrás una vida normal —me volvió a besar y me halo pegando me a su cuerpo con más intensidad— ¿lo sabes verdad?

Kathleen: —sonreí nerviosa— no me importa... sé a lo que me enfrento o por lo menos ya me estoy haciendo una idea , si tu madre pudo vivir tantos años así entonces yo también lo podré hacer, pero júrame que no me dejaras , que no me engañaras Maximiliano porque te juro que te corto las pelotas si te descubro engañándome —lo mire con cara de póker– prométeme que solo serás mío, solo mío... mío vita.

Maximiliano: —él me sonrió de lado y volvió a abrazarme—siempre seré tuyo, prometo serte fiel hasta el final de mis días mi Principessa .

Nos dimos un beso largo de esos que te hacen sentir amada , de esos que te dicen eres mía y te pertenezco... de repente tocan la puerta y es Isabelletta .

Isabelletta: —sonríe avergonzada — spiacente ( lo siento) mi caballero, pero papá ha llamado, dice que te están esperando que debes ir urgente y que dupliques la seguridad aquí —se encoge de hombros— muévete o te pateara el trasero cuando llegues allá —se ríe y sale —.

Lo abrazo y lo beso nuevamente dejándole saber en ese beso cuánto lo amo... me acuesto en el sofá viendo como se marcha, pero se detiene en el umbral de la puerta y se gira hacia mí, me mira regalando me esa sonrisa que me enloquece y se marcha dejándome con la cabeza vuelta un nudo, los sentimientos a flor de piel. No sé qué haré, ni lo que diré, pero lo que si tengo claro es que no me iré porque lo amo y solo deseo estar con él, quedarme a su lado... eso es lo único que si tengo seguro .Sonrió para mí y me levanto, salgo del despacho y me encuentro a cuatro mujeres de brazos cruzados y con unas sonrisas parecidas al Guasón, me dan miedo y risa a la vez .

Camino hacia el salón tomando asiento frente a las cuatro << parezco una niña cuando la van a regañar>>, suspiro y empiezo a contar todo lo sucedido desde que llegué a la fiesta, haciendo que todas rían a carcajadas y aplaudiendo como locas cuando les dramatizo las caras de las Dimitri's y luego lo sucedido con Maximiliano y los Salazar... Después comenté todo lo sucedido desde que nos expresamos los sentimientos, esas mujeres solo gritaban de emoción, pero quede sorprendida cuando la señora Isabella e Isabelletta le pagaron cien euros a la señora Luccía y a la señora Beatriz, ya que habían perdido la apuesta de que esta noche nos confesaríamos lo que sentíamos uno por el otro... yo solo me reía porque estás mujeres están locas . La señora Luccía me abrazo dejándome saber que me quería y que no se equivocó conmigo y el amor hacia su hijo. Me despedí de todas y me fui a mi habitación pensando en que haría ahora con la vida que había elegido y pidiendo a Dios de no arrepentirme más adelante . Un cosquilleo me recorrió el estómago cuando pensé en sus besos y en esa exquisita voz gruesa y masculina diciéndome que me ama, que lo enamoré con todo y rebeldía.

Entro a darme una ducha con una sonrisa de idiota, después de un rato salgo y me pongo un babydoll de color crema , me coloque mis cremas y mis lociones acostándome en la orilla de la cama, pero decidí irme a su habitación a esperarlo porque hoy quiero ser suya , hoy he decidido que me domine y que haga conmigo lo que siempre ha querido hacerme, sonrió con malicia y me voy a su habitación a esperarlo porque hoy me convertiré en la mujer de Maximiliano Fiorelli <>.

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