¿ Quién diablos eres ?

Narra Kathleen.

Ya ha pasado un mes desde que pasé el susto con aquella camioneta, pero aún así he sentido esa desagradable sensación de que me vigilan y eso me tiene al borde de la locura.

Era viernes y tenía que ir a abrir la guardería, llamé a Esther como de costumbre y me había recordado que era el día festivo de la Primavera ,es que con todo el estrés y la angustia que me traigo encima no recordé que no se abriría , sin embargo tenía que ir porque necesitaba hacer inventario y comprar uno que otro juguete, archivar las facturas y tratar de subir los ánimos un poco << porque no me mentire más, tengo los ánimos más que de caídos >>.

Salgo de mi edificio y me dirijo a la guardería, son las 8:30 de la mañana y sigo sintiendo la sensación de ser vigilada y es estresante, cuando voy llegando a la guardería decido no entrar por la calle del frente sino por la de atrás << porque según yo y que por allí es más seguro... Oigan a esta >>, la sensación de vigilancia cada vez es mayor y eso me tiene de mal humor. Salgo del auto un tanto nerviosa y asustada , mirando para todos lados pero no veo nada fuera de lo normal y me dirijo a abrir la puerta pero de repente siento como una tela tapa mi boca y nariz, mi instinto me hizo reaccionar al instante y agresivamente pero aunque luché para soltarme no conseguí nada, solo logré que el pánico se apoderara de mí , el miedo y la angustia me inundaron por el miedo de no saber que mierdas estaba sucediendo... poco a poco mis ojos se fueron cerrando, dejé de luchar y me desmaye.

Narra Maximiliano.

Hoy me levanté temprano ya que ciertos ojos negros y divertidos no me dejaban consiliar el sueño, así que fui al gimnasio para entrenar un rato y poder liberar estrés. Anoche nadie en esta casa logró dormir bien porque Lucciana no dejaba de llorar, nadie podía tranquilizarla y eso me tenía de mal humor, a pesar de que mamá, nonna y nana tienen la experiencia suficiente para cuidar a un niño a mi hija no la han podido calmar y eso me tiene angustiado . No ha parado de llorar, no sabemos que diablos tiene, mamá la llevo al médico y según el pediatra de mierda que atiende a mi niña dice que no tiene nada fuera de lo normal, que quizás solo sea la etapa donde se supone tiene que tener un apego maternal o simplemente porque le pueden estar por salir los dientes y los malestares se están haciendo presente << es un doctor de mierda, 6 meses tiene mi niña sin siquiera saber el puto nombre de su madre y él me sale con esas idioteces... apego maternal ni mierda >>, el no poder calmar a mi hija y el no tener aún esos ojos negros para mí me tienen más irritado e insoportable que nunca.

Luego de unas horas mi pobre niña se queda dormida pero me preocupa el que no quiera comer, mamá está en modo leona furiosa y decido no acercarme mucho así que me voy a mi despacho. Al entrar me siento en el sofá y reclinado la cabeza hacia atrás y los brazos apoyado hacia los lados sobre el borde del sofá hundido en mis pensamientos, de repente escucho la puerta abrirse de golpe y me incorporo para mirar al que entro a fastidiar, miro a la puerta y veo a mi hermano Luccas sosteniendo la manojo de la puerta.

Luccas : — me mira con diversión y una sonrisa de lado — Maxi... Ya está aquí... — me tense y él me miró con intriga— está en la última habitación como lo indicaste.

Maximiliano : — me levanto de golpe y sonrio de lado — Perfetto Fratello ( Perfecto Hermano ) — camine hacia su dirección con una sonrisa victoriosa — vamos a verla entonces... No la hagamos esperar — mi tono era divertido — .

salimos del despacho con dirección a las habitaciones, subimos las escaleras con pasos apresurados, pasé por el pasillo sin detenerme y al llegar a la última habitación mis pasos cesaron y mi instinto animal no pudo abrir la puerta de inmediato, me quedé allí de pie frente a la puerta con el corazón acelerado, mire bien la puerta y una punzada en el estómago me recordó que allí detrás de esa puerta de madera se encontraba la dueña de esos ojos negros llenos de lujuria, deseos y diversión que me cautivaron ese día que la ví por primera vez, sabía que allí estaba esa sonrisa linda y ese cabello alocado << una voz en mi cabeza me dice que esta niña será la causante de muchos problemas pero tengo esa sensación de que no me importa nada >>.

...Narra Kathleen....

Despierto mareada , aún muy nerviosa y con algo de náuseas a causa de lo que sea que me hayan puesto sean quienes sean los malparidos que me durmieron. Me levanto de la cama y con asombro miro a mi alrededor, me paralizo al notar lo hermosa y grande que es la habitación donde me encuentro, camino para intentar abrir la puerta y esta se encontra cerrada << pues era obvio que lo estaría, idiota >>, camino hacia una puerta corrediza que esta en el balcón y como era de esperarse también estaba cerrada. En ese momento me entra el desespero y me comienzo a revisar a ver si por "casualidad" cargo aún mi teléfono conmigo y como era ya de esperarse no está << pues obvio que no esta >>, los nervios se intensifican y las ganas de llorar se apoderan de mí << ahora sí estoy jodida >>, sean quienes sean los que me trajeron aquí no me quieren muerta aún, eso es más que evidente pero entonces ¿qué querrán de mí ? pensar en eso me causa escalofríos.

Luego de unos 30 minutos de estar sentada en la cama llorando y pensando, ¿ qué mierdas estaba pasando? siento que la perilla de la puerta se mueve , mi cuerpo se tensa y mi estómago se contrae al suspenso que eso me genera. La puerta se abre y mi asombro se hace presente cuando logró ver quién es mi captor .

Me levanto de la cama de un brinco, estoy asustada y asombrada de que sea el mismo hombre al cual un día le cante estando detenido en un semáforo << sí, ese mismo al que dije que era un "Pasitrico" >>, lo veo caminar hacia mí e inmediatamente mi instinto me hace retroceder un paso causando que me caiga de bruces a la cama , él sonríe de medio lado y camina hacia mí alterando todo mi cuerpo, causando que mis ganas de llorar me golpeen nuevamente .

Maximiliano : — Se acerca a mí y me toma por el mentón — ¡¡ Benvenuta Principessa !! — me dice mirándome a los ojos y con diversión en su tono — no te imaginas el trabajo que me has causado... Eres difícil de encontrar —sonrio de lado y se acerco a mi cara, estuvo a unos escasos centímetros de que nuestros labios se tocarán —Quiero que sepas que desde hoy calmaras ese fuego que has causado en mí... Liberaste un demonio que por años he guardado así que es tu responsabilidad encerrarlo — una sonrisa victoriosa y perversa se formó en sus labios y un escalofrío subió por mi espalda —.

Kathleen : — mi cuerpo se tensa y los nervios me atacan, no logro retener más las ganas de llorar y la ira que su osadía me causa, así que lo empujó con fuerza haciendo que retroceda unos tres pasos — ¡ Imbécil ! — sin pensarlo las palabras salieron de mi boca — ¡¿ Estás enfermo o qué mierda te pasa ?! .

Maximiliano : — se ríe y me mira divertido arqueando una ceja — Si que tienes valor, Regina — bufó en un tono divertido y burlon — en definitivas presiento que me causarás muchos dolores de cabeza — se acerco nuevamente a mí y tomó mi mentón con rureza y volvió a mirarme con esa diversión y maldad adornando sus ojos — bellisima mía .

Kathleen : —le doy un manotazo apartando su mano de mi cara y brame furiosa — pero ¿ Quién diablos eres tú? ¡¿ quién coño te crees?! imbécil... — hice una pausa y di un paso hacia él, su gesto de sorpresa me dio más valor porque no se esperaba tal actitud, lo mire fijamente a los ojos — dime ¿ qué mierdas hago yo aquí? y ¿ quién diablos eres tú ?

Maximiliano: — sonreía burlonamente pero él dio un paso hacia mí quedando aún más cerca — Permíteme presentarme preciosa, soy Maximiliano Fiorelli tu amo, tu señor y tu dueño desde este momento — me dio una sonrisa de lado y en su mirada se reflejaba la maldad —.

_ Debo admitir que es un tipazo, el tipo está buenísimo y en ese traje negro se ve magnífico, es como si fuese tallado por los mismos dioses griegos _ << Mentalmente me cacheteo y reaccioné ante sus palabras de Dios todo poderoso << ¡ calenturienta ! me grita mi conciencia >>.

Kathleen : — una sonrisa sarcástica y fingida lo hicieron mirarme con la misma cara de sorpresa de hace unos instantes — Pero oigan a este... y que dueño,amo y señor de mí — vuelvo a reír sarcasticamente y sin darle previó aviso lo vuelvo a empujar mirándolo con seriedad —me vale mucha... —resople — quien coño seas tú.. así que te exijo ahora e inmediatamente que me dejes salir de aquí y estoy hablando muy enserio señor Fiorelli — hice énfasis en esa últimas palabras — ahora mismo por si no te ha quedado claro .

Él caminó hacia mí sin intenciones de detenerse, haciendo que yo retrocediera y logrando que mi espalda quedara contra la pared, él pegó su musculoso cuerpo contra el mío, me agarro del mentón con fuerza y me deposito un beso en mi nariz, luego bajo su cabeza hacia mi cuello inhalando mi aroma y logrando que mi cuerpo se estremeciera.

Maximiliano : — después de unos segundos ignalando mi aroma, se separó de mí — Tú carácter de fiera te traerá muchos problemas conmigo Principessa — apreto con más fuerza mi mentón — así que harás todo lo que te diga para que te evites vivir un infierno... porque te aseguro cariño que no querrás conocerme de malas.

Kathleen : — Lo empujé nerviosa y asustada por la amenaza, divice ira en esos lindos ojos grises, fingi no darle mucha a sus amanezas y me le enfrenté dejándole claro que no le temía ni mucho menos pensaba en doblegarme — Te crees Dios y déjame decirte que no eres nadie, gran idiota, no soy tuya ,no soy de tu propiedad ni soy tu maldito juguete... una cosa si te dejare claro y es que no me voy a doblegar ante tí ni ante nadie , no me interesa quién seas pero si quieres jugar a ver quien es mas rudo entonces juguemos — lo mire fijamente a los ojos y me pare muy cerca a él — , porque para morir nacimos y adivina ¿qué? — ladie la cabeza y sonreí con odiosidad — no tengo miedo de morir ni mucho menos le temo a alguien así tan idiota como tú , gran malparido.

Sus ojos estaban puestos en los míos y los note llenos de ira con un toque de asombro, me asusté al ver su reacción pero aún así no me moví de dónde estaba. En ese instante entró un chico igual de guapo, más joven y de ojos verdes, Maximiliano se alejó de mí sin decir ni una palabra, sin gesticular ningún gesto , se acerco al el otro hombre el cual le dijo algo al oído , este frunció el ceño se agarró el puente de la nariz me miró y esa ira aún seguía en esos lindos ojos.

Maximiliano : — salió detrás del otro chico y antes de marcharse se voltio con dirección hacia mí y sonrió de lado — ni se te ocurra siquiera pensar que he terminado contigo, volveré pronto y ten muy en cuenta que hoy acabas con mis días de tortura — me dedicó un beso y se marcho, cerrando la puerta con seguro —.

Al marcharse Maximiliano mi cuerpo tembló , lloré, grite y maldije muchas veces, me acosté boca arriba con una almohada en la cara y la otra apretada a mi pecho, tratando de asimilar todo lo sucedido, quedándome dormida después de un rato.

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