Esa Donna.

Narra Maximiliano

Sábado 11 de abril 6:00 am de la mañana.

Despierto molesto por los gritos que se oyen en el pasillo, me levanto de la cama y salgo a ver qué rayos sucede y me encuentro a mis hermanos discutiendo, << sí, como todas las jodidas mañanas >>.

Maximiliano : — bajo las escaleras muy enojado y los grito a los dos — ¡¡ Maledizione!! ¡Largo! ¡Largo de mi maldita vista! parecen unos críos, joder... Largo ya, Massimo vete a tu puta habitación y tú también Luccas... No me sigan estresando — ellos se miran confundidos y al mismo tiempo, pero saben que en realidad estoy enojado y no se atreven a decirme nada, solo se marchan — Mierda... si los vuelvo a escuchar a cualquiera de los dos hablar soy capas de enviarlos al jodido sótano a que los torturen por imbeciles....Maledetto, todos los días discuten por tonterías — bufé enojado, caminando con dirección a la cocina—.

Este soy yo Maximiliano Fiorelli el mafioso más poderoso de toda Europa o el Ganster como normalmente suelen llamarnos, nací en la Isla de Cerdeña en Italia, tengo 28 años << Muy joven como para ser dueño de un imperio como el de los Fiorelli lo sé, pero no me quejo>>. Soy un hombre alto mido 1.95cm , peso 98 kilogramos en puro músculos, de cuerpo Atlético definido, mi tes es blanco, de ojos grises, cabello castaño y barba algo pronunciada, soy el mayor de 4 hermanos; Massimo de 24, Luccas de 20, la Principessa Isabelletta de 17 y mi querida hija Lucciana. <>.

Cruzó el salón donde discutían los idiotas de mis hermanos y llegó directo a la cocina encontrándome a las mujeres de mi vida; mi Madre Luccia, mi Abuela Isabella, mi hermana, mi pequeña hija y mi Nana Beatriz. Todas se voltean a mirarme cuando entro y se les ilumina el rostro...<< en mi familia somos muy cariñosos, somos los raros de este mundo de Mafias, dentro de casa solo hay amor entre nosotros, pero eso no quita que sigamos siendo unos hijos de putas... <> ellas se lanzan sobre mí con alegría, llenando me de besos y abrazos, la primera en saludarme es mis madre:

Luccia: — me envuelve entre sus brazos y besa mis mejillas — Buongiorno angioletto mio (buenos días mi ángel).

Maximiliano: — correspondo los afectos de mamá — Buongiorno mia regina (Buenos días mi reina).

Isabella: — luego llega el turno de mi abuela que estaba picando algo en la isla de la cocina — mia cara bambino, come ti svegli? (Mi querido niño, ¿cómo amaneces?) — me envuelve en un abrazo fuerte y yo me inclino hacia ella para que pueda besar mi frente —.

Maximiliano: — envuelvo a mi abuela con cariño en un fuerte abrazo y tomo su cara entre mis manos para depositar un beso en sus mejillas — Molto bene mia cara nonna e tu? (muy bien mi querida abuela, y ¿tú ?) .

Isabella: molto bene ragazzo mio, vieni a fare colazione (muy bien mi niño, ven a desayunar ) — responde mientras retoma lo que estaba haciendo —.

Camino un poco más y me inclino para mirar a mi Angelita Lucciana, que la tienen en su mecedora, encima de la isla de la cocina jugando con unos animalitos, la agarró y entre balbuceos también me saluda. La tomo en brazos y la lleno de besos, mi madre me regaña porque no le gusta que la bese tan fuerte, que soy muy brusco.

Acomodo a mi hija en su mecedora y llegó a la nevera para buscar un poco de jugo, pero mi hermana cierra el refrigerador y se me abalanza encima dándome un fuerte abrazo y llenándome de besos <> yo correspondo a los cariños de mi hermana.

Isabelletta: mio bel signore buongiorno fratellino. (mi caballero hermoso, buenos días hermanito) —sonrío con amor —

Maximiliano: — la envuelvo en un abrazo fuerte y la beso en la frente — buongiorno cara sorellina. ( Buenos días querida hermanita).

Vuelvo a abrir el refrigerador y se me acerca Nana por detrás, me giro y esta me agarra de la cara, me da un beso en la frente para luego persignarme, yo correspondo el beso y se lo devuelvo en la frente y beso su mano cuando acaba de persignarme.

Beatriz: Buongiorno mio caro ragazzo (Buenos días mi querido muchacho) — me sonríe con ternura —.

Maximiliano: buongiorno mia cara nana. (Buenos días mi querida nana) — sonrió y vuelvo a besar su frente —.

Por un momento me siento el puto dueño del universo hasta que me siento desplazado por todas, que comienzan hablar de sus novelas turcas y lo buenos que están sus actores , — yo carraspeó y frunzo el ceño — todas voltean al unísono y me tiran besos diciéndome que dejé los celos que ellas me aman a mí — sonrió para mí y termino de tomarme el jugo.

Salgo de la cocina y me voy a mi habitación a ducharme y alistarme para ir al "Paraíso" uno de los mejores Clubes que tenemos. Hay unos asuntos que debo solucionar con mis hermanos y mis 2 primos ; Dominic y Domínico << estos son hijos de mi difunto tío Mauricio quién por desgracias de la vida murió hace 4 años de un infarto >>, ellos son gemelos y llevamos la misma edad, para nosotros son como hermanos también... Aunque en este negocio familiar somos todos uno solo.

Cuando llegó al pasillo para ir a mi habitación, paso por las habitaciones de mis hermanos y les informo que en 20 minutos salimos. Llegó a mi habitación y entro de inmediato a la ducha, — sonrió con ternura al recordar lo jodidamente afortunado que soy al crecer en un mundo donde la muerte y la violencia son los principales protagonistas, pero en mi mundo el amor y el cariño son los protagonistas— el agua cae por mi cuerpo y por unos segundos mi sonrisa desvanece al recordar que no todo es tan perfecto en esta puta vida. Me ducho y salgo a buscar en mi clóset el traje más elegante, ya que hoy tengo que estar muy presentable para darle fin a esa maldita pesadilla que llevo tolerando hace años... A la perra de Carlota... la madre de mi hija.

Salimos de casa y me despido de mis mujeres dándole un beso a todas, más aún a mi pequeña Lucciana... Ella es mi debilidad, esa niña es la luz de mis ojos y no me imagino la vida sin ella. Hago todo lo posible por tener más tiempo libre para estar con ella.

Lucciana tiene 5 meses de nacida, la amo con locura y por ella estaría dispuesto hacer cualquier cosa, ya sea buena o mala no me importa, todo por hacerla siempre feliz y protegerla.

Nos montamos en el auto y mis hermanos van discutiendo por enésima vez hoy.

Luccas: — se gira y mira a Massimo sin ningún tipo de gesto — Hermano pero ya te dije que fue un accidente yo iba a cruzar la calle y un hijo de perra se atravesó sin mirar si era su turno o no, además el auto está asegurado ¿verdad? —lo miré con vacile y pude notar preocupación al hacer la pregunta —.

Massimo: — lo miró con ira — pero es que eres un maldito idiota... ¡¿por qué no te fuiste en tu auto hijo de perra?! no, tenías que irte en el mío, tienes tus propios malditos autos y tienes que joder los míos, pedazo de mierda ... Pero es que eres imbécil o qué mierda — bramó enojado volviendo su vista al frente con la respiración agitada —.

Luccas: — lo miró y su cara se enrojecida de la ira — bueno, pero para las ofensas, hijo de puta o te reviento la cara... Lo lamento, ya te dije que lo lamento que no fue mi maldita culpa — sus manos se envolvieron en un puño y se contuvo de golpear a Massimo —.

Maximiliano: — exhale y me gire a los dos — ¡¡ Che cadano già entrambi, bastardi !! (que se callen los dos ya, cabrones).Siempre viven discutiendo por los mismo problemas... — me incline para mirar a Luccas — Luccas tú — lo señale — tú tienes tus jodidos autos ya deja de agarrar los autos de Massimo de una puta vez, ya estoy harto de la misma pelea todos los putos sábados y tú Massimo — lo mire con cansancio — madura de una puta vez y no hagas lo que no te gusta que te hagan, cabron —arquee una ceja dejándole saber que él hace lo mismo con mis putos autos — ahora para que aprendas la lección definitivamente le vas a dar tu Lamborghini negro a Massimo, le pagarás el que le has chocado con ese que es tu favorito — le dedique una mirada seria y me acomode en el asiento —.

Luccas : — exhalo con frustración — joder Maximiliano... Le compro uno igual, pero... — me giré lo miré nuevamente y esté callo de inmediato —.

Ser el hermano mayor nunca es fácil, la responsabilidad es grande y se tiene que ser más fuerte de lo que solemos ser para poder cuidar bien de esos pequeños monstruos que siguen tus pasos, pero joder, estos idiotas parecen unos putos niñatos hormonales, pasan todo el día discutiendo por tonterías.

Vamos por la avenida #12 de la calle Bromley By Bow y nos detenemos en un semáforo, yo voy hablando con mis hermanos de los próximos movimientos en hacer, cuando una camioneta BMW gris que está justo a nuestro lado derecho llama mi atención, me quedo observando a las chicas que están cantando y riendo, pero una de ellas me parece familiar, yo me quedo mirando tratando de recordar dónde la he visto, pero la que va conduciendo capta toda mi atención de inmediato.

Bajé el vidrio de la ventana para observarla mejor y ella se percata de mi mirada << lei è una bella donna ( es una mujer bellísima) >>. Ella me mira y le dice algo a la otra chica la cual sin ningún disimulo se gira, me mira sin vergüenza alguna y suelta a reír nuevamente, la chica rubia aunque me suena muy familiar, se inclina para bajar el vidrio de la ventana del conductor y le dice algo a la chica pelinegra que me ha dejado fascinado, su cara se ruboriza y sonríe aparentando seguridad y fingiendo no darle importancia a las palabras de la rubia, luego sonríe y empieza a cantar nuevamente, pero está vez mirándome fijamente a los ojos, esos ojos que me desafiaron regalándome un brillo precioso y cautivador, ella sonríe con un toque de nerviosismo, pero sin apartar su mirada de mí, antes de marcharse me tira un beso y me regala un guiño, dejándome sonriendo como un tonto. La música era algo escandalosa para mi gusto, pero no puedo negar que esos ojos negros me dejaron fascinado, antes de que el semáforo cambiará y arrancarán como si nada hubiera pasado, lo más rápido que pude anoté la placa y le dije a Massimo que la buscará .

En mi vida he conocido muchas mujeres, he tenido los ojos más lindos entre mis sabanas, pero ninguno habían cautivado ni demostrado tanta calidez como los de esa pelinegra del semáforo. Un escalofrío recorrió mi espalda y una sensación de que esos ojos negros podrían causarme muchos problemas me invadió, pero lo peor de todo es que no me incómodo para nada.

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