Mi Hermanastro

Antes de volver a la universidad le dije a mi mamá que su relación con Diego no me parecía y que preferiría mantenerme alejada para no arruinar lo que ella tenía con él. Sentí un gran dolor cuando dije esas palabras, mi mundo se volvía a poner patas arriba después de que ya había solucionado mis traumas y todo gracias a Lían De La Fuente: mi peor error.

Los siguientes años los he pasado sola y lejos de la única persona en el mundo que me quiere: mi madre. Ella se casó con Diego, yo no asistí a su boda para no encontrarme con Lían, aún no estaba lista para enfrentar mi pasado.

Mientras yo me encontraba en el mejor momento de mi vida, había terminado la universidad y estaba trabajando en una empresa de seguridad, diseñando sistemas de protección para personas muy importantes de todo el mundo, no me podía quejar, me estaba yendo muy bien. Aunque no tenía a mi madre a mi lado, de vez en cuando hablábamos, pero no era lo mismo yo la necesitaba conmigo.

"¿Qué tanto piensas?", preguntó Felipe un amigo del trabajo trayéndome de nuevo a la realidad.

"Nada, solo cosas mías", respondí con una sonrisa amarga.

"Eres muy reservada, casi no sabemos nada de ti", comentó mientras se sentaba frente a mi escritorio.

"No soy muy social, prefiero mantener mi vida privada así; privada", dije manteniendo la distancia.

"Lo siento solo quería entablar una conversación contigo. Ya no te quito más tiempo", Felipe salió de mi oficina cabizbajo, y me daba pena con él, pero hace mucho que puse una barrera a cualquiera que quisiera pasar la raya de la amistad.

Una vez quede sola en mi oficina me puse a pensar en lo que estaría haciendo mi mamá en este momento, la extrañaba tanto, quería poder hablar con ella y contarle de mis logros, pero eso sería acercarme a Lían De La Fuente y eso no podía pasar.

Pasaron casi cinco años más y mi carrera había despegado con mucho éxito, ahora con veinticinco años era mucho más madura, toda yo había cambiado y ahora era una mujer empoderada. La relación con mi mamá había mejorado, aunque aún me mantenía alejada de su esposo.

Estaba sumergida en mi trabajo cuando el sonido de mi celular me saco de mis pensamientos. Vi el identificador de llamadas y vi que era Diego se me hizo extraño así que decidí contestar, ya que él nunca me había llamado antes. "Hola señor Fuentes, ¿mi mamá está bien?", pregunté con un mal presentimiento.

"Danna tienes que volver, tu mamá te necesita", contestó con la voz apagada.

"¿De qué hablas?, ¿qué tiene mi mamá?", estaba preocupada por lo que pudiera estar pasando con Amanda.

"Tuvo un accidente y está en la clínica, no quería que te dijera, pero creo que deberías estar con ella en este momento, cuando estés aquí te explico como están las las cosas", colgué la llamada y compre mi boleto de avión para regresar a casa. No pensé en nada más que llegar con mi mamá.

Hable con mi jefe y le explique la situación, él me entendió y me dijo que tomara el tiempo que necesitara, así que fui a mi apartamento por algunas cosas y de ahí me fui directamente al aeropuerto, sería un viaje largo en el que tenía que pensar muy bien las cosas, pues el encuentro con Lían era inevitable.

Después de casi doce horas de viaje finalmente llegué a mi país de origen, estaba ansiosa y con ganas de ver a mi mamá, tenía un torbellino dentro de mí, los recuerdos se aglomeraron en mi mente a penas pisé tierra, el recuerdo de mi vida en este lugar me golpeó como una ola haciendo divagar a mi mente, me quedé estática en la sala de espera mientras veía a las personas ir y venir. A lo lejos escuché a alguien decir mi nombre haciendo que volviera a la realidad, era Diego De La Fuente: el esposo de mi mamá y el padre de la persona que más daño me había hecho en el mundo.

"Danna, hija que bueno llegaste. Debemos ir a la clínica", dijo Diego a penas me vio.

"¿Qué está pasando con mi mamá, porque está en la clínica?", pregunte angustiada.

"Tenemos que movernos, no estamos seguros aquí", sus palabras me dieron escalofrío, que estaba pasando para que un hombre tan fuerte tuviera tanto miedo.

"No me moveré de aquí hasta que me digas que está pasando, y porque mi madre está hospitalizada", dije con firmeza.

"Las cosas se pusieron muy tensas, por eso te pedí venir. Eres la única que puede ayudarnos a descifrar quien está detrás del atentado que sufrió tu mamá y mi hijo", explicó haciéndome estremecer.

"¿Lían esta herido?", pregunté preocupada y delatándome al mismo tiempo.

Me puse nerviosa cuando me di cuenta de que había preguntado por Lían de una manera muy exagerada. "Tranquila, sé dé lo tuyo con Lían. Pero eso ahora no es lo importante, ahora lo importante es salir de este lugar; estamos a merced de mis enemigos". Sin seguir poniendo resistencia fui con Diego, si el sabía lo mío con Lían y no dijo nada sus razones tendrá y además quería saber que estaba pasando y en que estaba metido Diego como para que lo quisieran liquidar.

"¿Cuál es el estado de mi mamá?", volví a preguntar con irritación.

"Amanda recibió el golpe más fuerte, ellos iban en el auto camino a una cena de beneficencia cuando otro auto los embistió, el golpe lo recibió el lado del que iba tu mamá, ella es está coma". Eso último me dejó en shock, nunca imagine que ella estuviera tan mal.

"Esto debe ser un juego, mi mamá no puede estar en ese estado, me debes una explicación si tienes negocios turbios nosotras no tenemos nada que ver en eso".

"No es así, yo no estoy metido en nada. No entiendo quien nos quiere hacer daño, quien me odia tanto como para querer acabar con mi familia".

Al escuchar la palabra familia pensé en Lían y por impulso pregunté por él. "¿Cómo está Lían?

"Él tiene un par de costillas rotas y un brazo fracturado, tuvo suerte de no salir más lastimado". Su voz sonaba quebrada, se notaba su cansancio y frustración.

"Descubriré quien quiso lastimar a mi madre, lo haré desear no estar vivo". Estaba llena de rabia solo de pensar en el estado en el que se encontraba Amanda y eso no lo dejaría así, sea quien sea se arrepentirá de haber lastimado a mi familia.