UN VAMPIRO PARA MÍ

  Al caer la noche y posarse la luna sobre Miahela la temperatura a su alrededor comenzó a descender y copos de nieve comenzaron a caer. Mientras que el cabello de Miahela comenzó a volverse completamente plateado y sus ojos dorados con tonalidades rojas, sus colmillos crecieron y de su cabeza salieron cuernos con una llama azul sobre ellos, su vestido se volvió tan rojo como la sangre y su espalda la adornaban hermosas alas rojas. La mirada de Miahela se volvió tan fría que podía congelar el corazón de cualquiera, y la magia que comenzó a emanar de ella se empezó a extender como ondas desde el reino en el que se encontraban haciendo eco hasta los otros reinos, llegando a ser percibida por completo por el rey demonio y su hijo.

  Estos trillaron los dientes de rabia, sabían que había llegado la hora y tenían que enfrentarla antes de que ella encontrará a su compañero, quien complementaria su poder y no se podían permitir que eso sucediera o tendrían que iniciar una guerra la cual no sabían si podrán ganar para poder acabar con ella y conservar todo el poder que hasta ahora poseen.

  Por otro lado, los lobos se encontraban totalmente impresionados por el cambio de Miahela y la magia que emanaba de ella, era pura para ser demonio, Pero al mismo tiempo aterradora tenían a una verdadera reina ante sus ojos y daban gracias a la diosa luna de que ella fuera enviada a pelear de su lado, pues de no ser así, sabían que podrían haberse enfrentado al exterminio total de su raza; Pero estaban orgullosos de haber sido escogidos no solo para ser su familia, sino también para pelear de la mano con ella, que para los lobos en su interior que eran guerreros por naturaleza los ponía a mil de la emoción. Al fin había llegado el momento en que por fin todos podrán disfrutar de la oportunidad de tener a su lado a sus compañeras elegidas por la diosa sin importar a que raza pertenezcan.

  Por otro lado, en los otros reinos tanto los que estában en contra o a favor de la unión de razas sintieron la magia de Miahela, algunos se alegraron y se dieron cuenta de que ya había llegado la hora de comenzar a reunirse para luchar por sus seres queridos y su libertad de amar. Otros se comenzaron a preparar para pelear en contra de lo que ellos consideraban una aberración la union de sus linajes con otras razas.

  Cristian, por otro lado, estaba embobado viendo cuan hermosa era su compañera en sus dos facetas era bella para él. Miahela escucho los pensamientos de su compañero, así que lo miro y le extendió la mano para que fuera hacia ella, pues esa noche no solo se estaba celebrando la mayoría de edad de Miahela sino también la unión entre ella y su compañero.

  Luna Cler y el rey alfa serían los encargados de hacer el ritual de unión entre ellos mientras sus padres y el beta solo serán espectadores. Miahela con su magia de hielo creo un pequeño altar donde daba directo la luz de la luna y sobre él una copa.

  Miahela y Cristian caminaron tomados de la mano hasta dicho altar donde cada uno corto un poco su mano y derramó un poco de sangre y mientras la luna y el rey alfa decían las palabras del ritual, ambos bebieron la sangre de la copa para luego prometer cumplir y aceptar todos los designios que la Diosa luna tenía para ellos, y quererse y respetarse hasta el último suspiro de sus vidas.

  Al terminar esa unión que representa una boda para ellos, Miahela envolvió con su magia a Cristian desapareciendo ambos de la vista de todos y reapareciendo en la habitación donde por primera vez se unirán en cuerpo y alma.

  Los invitados de la fiesta se retiraron cada uno a descansar a la habitación que había sido asignada para ellos.

  Mientras que en la habitación de Cristian y Miahela estos comenzaban su primer encuentro.

  Cristian se posó detrás de Miahela para quitar su vestido, Pero antes acaricio sus alas con amor y Miahela permitió que estás desaparecieran para poder darle más cercanía a Cristian a su cuerpo y poder disfrutar de sus caricias en ella.

  Cristian abrió su vestido y lo dejo caer al suelo pegando su cuerpo a ella y besando su cuello en el lugar donde por fin podrá dejar su marca, y mientras acaricia el cuerpo de su pequeña demonia. Miahela solo suspira de excitación al sentir las caricias y besos de su vampiro y sentía como un fuego salvaje se encendía en ella por lo que se giró para quedar de frente a su vampiro y ayudarlo a el también a quitarse la ropa. Pero el fuego y la lujuria que se extiende por su cuerpo no la dejaron ser paciente por lo que terminó destrozando la ropa de su vampiro y tomando sus labios con mucha lujuria. Cosa que excito mucho a Cristian y lo llevo a sonreír con malicia y gusto, Pero aun así intento controlarse, pues sabía que está sería la primera vez de su pequeña.

  Cristian luego de deleitarse con la vista del cuerpo desnudo de Miahela procedió a prepararla para el dándole placer con su lengua y Miahela solo se dejaba llevar por las sensaciones hasta que estuvo completamente preparada para él.

  Cristian mostró su miembro completamente erecto a Miahela, Cosa que la alegro bastante, pues su compañero estaba bien dotado para ella y aunque sabía que dolería al principio, de solo pensar que luego iba a gozar bastante. Se preparó mentalmente para el dolor inicial.

  Cristian al ver la cara de su compañera sonrió y se acomodo para entrar en ella; está aguanto como toda una guerrera y luego de que el dolor paso, ambos dieron rienda suelta a ese primer encuentro, y cuando ambos estuvieron apunto de tener su primer orgasmos cada uno dejo su marca en el otro haciendo de este una experiencia más profunda para los dos y Pasaron su primera noche juntos dándose amor.