La Mujer Del Animal

Suang se despertó en la oscuridad de su habitación, con la sensación de que algo no estaba bien. Miró hacia el reloj en su mesita de noche y vio que eran las 3 de la mañana. Se levantó de la cama y se acercó a la ventana, mirando hacia afuera.

La noche era oscura y silenciosa, con solo el sonido de los grillos y el viento suave que movía las hojas de los árboles. Suang se sintió solo y aislado, como si estuviera el único ser vivo en el mundo.

Suang se sumió en un mar de recuerdos, recordando la infancia que había pasado bajo el yugo de su padre cruel y despiadado. Recordó cómo su padre golpeaba a su madre, cómo la humillaba y la degradaba. Recordó cómo él mismo había sido testigo de aquella violencia, y cómo había sido afectado por ella.

Suang se dio cuenta de que aquella infancia había marcado su personalidad, había hecho que se convirtiera en una persona cruel y despiadada. Recordó cómo había comenzado a utilizar a las mujeres para satisfacer sus propios deseos, sin importarle sus sentimientos o sus necesidades. Recordó cómo las había utilizado y luego las había botado, sin arrepentimiento ni remordimiento.

Suang se rió para sí mismo, recordando cómo había conseguido todo lo que quería, sin importarle a quién tenía que quitar del medio. Se sentía orgulloso de ser una persona que no se dejaba llevar por los sentimientos o la compasión. Se sentía orgulloso de ser una persona que siempre salía con la suya.

Pero mientras se sumía en aquellos recuerdos, Suang no pudo evitar sentir una sensación de vacío y de insatisfacción. Sentía que algo le faltaba, que había algo más en la vida que solo el poder y el control. Sentía que había una parte de él que estaba dormida, una parte que anhelaba conexión y amor, pero que no sabía cómo despertar.

tratando de espantar esos pensamientos Suang se levantó de la cama y camino a la cocina donde se sirvió un baso con agua, lo bebió hasta el fondo y pasándose las manos por la cara volvió a la habitación.

a la mañana siguiente Suang se despertó con un fuerte dolor de cabeza y de muy mal humor, paso una de sus manos por su cabello y tomo el teléfono de la mesita de noche pues este no dejaba de sonar

- que quieres - dijo con voz ronca y áspera

- señor... uno de los socios está insatisfecho- se escuchó al otro lado de la línea - dice que quiere reunirse con usted

Slang suspiró pesadamente y se pasó una de sus manos por la cara - está bien, a primera hora en el lugar de siempre - dijo fastidiado y colgó el teléfono sin esperar respuesta

Dejó el teléfono sobre la mesita de noche y volvió a la cama esperando poder conciliar el sueño

Por otro lado, Dayana se despertó con la cabeza como si le uhubierantirado un ladrillo sobre esta, con el cuerpo pesado y la respiración entre cortada se levantó de la cama emitiendo un gemido de dolor se sentó en la orilla de esta y se pasó una mano por la cabeza. Se levantó de la cama y entró a ducha después de relajarse un poco salió del baño y se puedo su uniforme, ese definitivamente sería un día muy largo

Ya En la sala de enfermeras, Dayana se encontró con sus colegas, que estaban preparándose para el turno del día. Se sentó en su escritorio y comenzó a revisar los registros de los pacientes, tratando de prepararse para el día que tenía por delante.

Mientras revisaba los registros, Dayana se dio cuenta de que había un paciente nuevo en la unidad. Se trataba de un hombre joven que había sido ingresado la noche anterior con una lesión grave en la cabeza.

Dayana se sintió intrigada por el paciente y decidió ir a visitarlo. Se dirigió a la habitación del paciente y se encontró con un hombre joven y atractivo que estaba conectado a una serie de máquinas y monitores.

Dayana se presentó y comenzó a revisar los registros del paciente. Mientras lo hacía, se dio cuenta de que el paciente estaba comenzando a despertar. Se acercó a él y le habló suavemente, tratando de calmarlo.

"¿Cómo se siente?", le preguntó Dayana.

El paciente la miró confundido y trató de hablar, pero no pudo. Dayana sonrió y le tomó la mano.

"No se preocupe", le dijo. "Está a salvo. Está en el hospital y estamos aquí para cuidarlo".

El paciente la miró a los ojos y Dayana se sintió conmovida por la tristeza y la confusión que vio en ellos. Se dio cuenta de que el paciente estaba pasando por un momento muy difícil y decidió hacer todo lo posible para ayudarlo.

Después de hacerle unos chequeos de rutina al joven decido hacerle unas cuantas preguntas- dime cuál es el motivo de tu visita - dijo con voz melosa tratando de sonar lo más amble posible

- yo...- hizo una pausa - quiero saber si soy compatible para donarle un riñón a mi madre- bajo la mirada

Dayana sorprendida por su respuesta guardo silencio un momento- lo... entiendo- susurro- tranquilo té ayudaré a que estés cómodo - sonrió- no hay nada que temer

El joven la miró con ojos brillantes y sonrió tímidamente- gr-gracias - sus mejillas se tiñeron de rojo. Dayana ver esto le divirtió mucho pues el chico se veía muy tierno y avergonzado

- y dime... como te Llamas - dijo Dayana rompiendo El silencio

- Cheng - respondió en voz baja y un poco pausada

- ¿bueno Cheng, cuantos años tienes?- sonrió mientras anotaba en la planilla

- 23 pero la otras semana cumplo los 24 - sonrió un poco

- oooh que bueno - lo miró sonriente. "El chico era tímido pero muy simpático y tierno parecía un pequeño gatito" Dayana sonrió tras este último pensamiento, disfrutaría mucho atender al tímido Cheng