Gleen Fernando siempre parece alegre, pero en su corazón guarda profundas cicatrices. Desde pequeño, nunca conoció la felicidad, pues fue víctima de un secuestro cuando era un bebé, y todos pensaron que había muerto.
Al crecer, se convirtió en un maestro del engaño, usando su atractivo para estafar a sus víctimas. Sin embargo, su vida dio un giro cuando se unió a un detective para resolver múltiples casos.
Durante una de sus investigaciones encubiertas, un inesperado incidente lo llevó a reencontrarse con su verdadera familia.
Nadie imaginaba que él era el heredero perdido que había regresado. Ahora, está decidido a destruir a todos los involucrados en su secuestro y en el asesinato de su madre.
NovelToon tiene autorización de DF_14 para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capítulo 8
Al llegar a la habitación del hotel, Gleen parecía tenso, sintiendo una fluctuación de calor y frío recorrer su cuerpo, preguntándose si su cliente realmente tenía la intención de acostarse con él.
Confundido, Gleen se preguntaba qué técnica usar para aparentar experiencia, llegando incluso a buscar rápidamente en el señor Google información sobre estilos de hacer el amor.
Mientras estaba sentado al borde de la cama, Gleen se dio cuenta de que Felicia estaba ocupada haciendo una llamada en el balcón de la habitación.
"Pero ¿realmente quiere acostarse conmigo?" Gleen se cuestionó internamente. Normalmente, rechazaría tales solicitudes de los clientes, no solo compartir una cama, sino incluso un beso estaba fuera de discusión.
Sin embargo, esta clienta era irresistiblemente atractiva, y era perfecta de pies a cabeza. ¿Qué hombre podría rechazar una invitación de una mujer tan hermosa?
El corazón de Gleen latía fuertemente cuando escuchó los pasos de Felicia regresar a la habitación.
Con una sonrisa falsamente dulce, Felicia saludó a Gleen, aunque interiormente lo despreciaba: "Un hombre barato y típico, su aspecto grita a los cuatro vientos que es un conquistador. Debe haber tenido innumerables mujeres".
"Emm... Felicia, no creo que pueda hacerlo". A pesar de la tentación, Gleen, como hombre, se mantuvo firme, preservando su dignidad ya que su profesión no era la de un gigoló, aunque la decisión pesara sobre él.
"¿Qué quieres decir?" Felicia frunció el ceño confundida.
"Mi trabajo es solo el de un novio de alquiler, no un gigoló. Así que creo que te equivocas al traerme hasta aquí".
Felicia rió ante las palabras de Gleen, consciente de su engaño, habiéndolo visto en las imágenes de la cámara de seguridad entrar a la oficina vestido normalmente y salir con un uniforme de conserje.
Acercándose a Gleen, el avance de Felicia lo hizo retroceder reflejo, confirmando su sospecha de que esa mujer podía ser feroz en la cama.
"¿Estás seguro de que no quieres hacerlo?" Felicia retó, sus rostros ahora peligrosamente cerca.
Gleen se encontraba acorralado contra la pared, luchando por tragar saliva, apretando la mandíbula. ¿Cómo podía resistirse en una situación como esa, especialmente con el embriagador aroma de la mujer frente a él?
De repente, Felicia pisó fuerte el pie de Gleen, haciendo que él se retorciera de dolor.
"¡Arrrggh!" Gleen hizo muecas, levantando un pie y soplando sobre él. "¿Por qué hiciste eso...?"
Se detuvo a mitad de la frase al ver a Felicia sacar una pistola de su vestido y apuntarle.
Instintivamente, Gleen levantó las manos, dándose cuenta de que la mujer frente a él no era una cliente común. "Oye, señorita. Eso no es un juguete. Podemos hablarlo, ¿de acuerdo?"
"Lamentablemente para ti, no te dejaré ir. Te has metido con la persona equivocada, Gleen Fernando. ¡La policía estará aquí pronto para detenerte!"
Gleen no entendía por qué Felicia quería dispararle y llamar a la policía, ya que nunca antes había tenido ningún trato con ella.
"¿Qué he hecho mal?" Gleen buscó una explicación de parte de Felicia.
"¡Descúbrelo tú mismo!"
Gleen supuso que Felicia era del tipo arrogante, alguien que no estaría dispuesta a dialogar con él. Mirando hacia el balcón con sorpresa, hizo que Felicia mirara también, curiosa por ver qué había sorprendido a Gleen.
Haciéndose pasar por un maestro tramposo, Gleen rápidamente arrebató la pistola de las manos de Felicia.
Se produjo una lucha, aunque Gleen no luchaba, solo paraba los ataques de Felicia.
Siendo heredera del Grupo Gerrard, Felicia había sido rigurosamente entrenada por Ansel para defenderse contra enemigos, aprendiendo a disparar y autodefensas.
Sin embargo, su fuerza era superada. Mientras ella lanzaba un golpe a Gleen, él esquivaba hábilmente, capturando a Felicia y arrojándola a la cama.
Luego, Gleen envolvió a Felicia en la manta como un burrito, dejándola luchando por moverse.
"¡Maldición! ¡Déjame salir!" Felicia gritaba, intentando desesperadamente liberarse de esa confinación envuelta.
Gleen ignoraba las protestas de Felicia, prefiriendo investigar quién era en realidad.
Parado junto a la cama, Gleen vació el contenido del bolso de Felicia, encontrando una cartera y llaves de un auto.
Al abrir la cartera de Felicia, descubrió la identidad de la hermosa mujer. Ella lo había engañado. Su nombre no era Malika; era Felicia.
"Así que te llamas Felicia Gerard, ¿verdad?"
