Tercera y última entrega de una amor peligroso.
Esta tercera y última historia narra las aventuras de Alison Villegas, la hija de Damián y Valentina, en la universidad y en su camino por encontrar el amor, mientras hace nuevas amistades, y pierde otras.
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Capítulo 9 El trabajo de Jasper
Trabajo en un lugar que vende comidas saludables y debo hacer entregas, solo lo hacía en lugares cercanos, así que yo iba en bicicleta, este era mi trabajo desde antes de la universidad, era un lugar familiar, así que conocía bien a los dueños.
Siéntate y come algo es tarde, me dijo la dueña, y puso una charola con comida en la mesa, al principio la comida de aquí no me agradaba mucho, sobretodo los jugos verdes que solían darme, pero termine agarrándoles el gusto, así que agradecí y me senté, me rugía el estomago, eso de pedalear toda la mañana daba mucha hambre.
Me puse a revisar las redes mientras comía, y me salió una notificación de Alison, la cual revise enseguida. Estaba con grupo de chicos, todos estaban sudados y con ropa de ejercicio.
En la foto estaba ella, unas gemelas qué se parecían tanto que creí que vía doble, y tres chicos, debían ser todos familia, había cierto parecido entre ellos.
Al pie de la foto decía "día de entrenamiento con mi Team favorito"
"Team Villegas" decía uno de los comentarios debajo, eso confirmo que todos eran familia, como supuse en un principio.
-¿Quiénes son esos chicos? son guapos todos – dijo mi jefa que en algún momento se paro detrás de mí, y ni la note
-Es una chica que conozco y creo que sus primos - respondí yo
- Dejarme adivinar, esa chica te gusta -me dijo la dueña, la cual era bastante joven aun, y a veces cuando no teníamos mucho trabajo como en este momento, se sentaba a conversar conmigo
- Tal vez, el problema es que creo que yo no le gustó a ella, sino, no me habría aclarado que solo somos amigos - respondí con pesar
-pero, ¿tienes un no por parte de ella? – me pregunto, y yo negué con la cabeza
-entonces aun tienes oportunidad, solo déjale claro que quieres ser más que su amigo –
No tuve tiempo de preguntar mas, ya que, el esposo de mi jefa, quien era el chef la llamo, estaba sonando el teléfono, era otro pedido, así que me puse a terminar de comer, para poder ir a entregarlo una vez listo.
Apenas termine de comer cuando mi jefa me dio el nuevo pedido que debía entregar, lo tome y salí para subirme a la bicicleta, el viaje era corto, así que lo tome con calma, al llegar me baje, aparque la bici, y fui a entregarlo, hacer eso no me llevo ni veinte minutos, regrese tranquilamente pedaleaba sin prisa tarareando una canción, cuando por fin cruce la ultima calle para llegar a mi trabajo, un auto salió de la nada y no alcance a frenar, y al auto tampoco freno a tiempo, así que termine en el piso, sentí un ardor en la barbilla, el codo derecho también me escoció, pero lo que me preocupo mas fue mi tobillo, mi dolía bastante.
El barullo hizo la gente se detuviera, incluso mis jefes salieron del local, y al ver que era que yo, corrieron a auxiliarme, y quitarme despacio la bicicleta de encima.
-¿Por qué no te fijas por dónde vas? – le reclamo mi jefe a al sujeto del auto
-el cruzo sin fijarse – quiso defenderse el tipo, yo solo lo observe molesto
-eso no es verdad, tu venias demasiado rápido – me defendió una mujer mayor que pasaba por ahí, y vio todo
-mas te vale que te hagas responsable, de los daños – reclamo mi jefa – sus padres son abogados, ambos, te lo advierto, para que no pienses en huir – le aclaro
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Cuando llegue al hospital solo quería algo para el dolor, sentía mucho dolor en mi pie, me preocupaba que estuviera roto mi tobillo, me pusieron analgésico, y curaron las heridas de mi barbilla, y de mi brazo, traía el suéter arremangado, y eso jugo en mi contra, me raspe casi todo el ante brazo, usar suéter, seria molesto por los próximos días.
Mi madre y mi hermana alcanzaron a llegar para cuando me iban a realizar una radiografía, para descartar un hueso roto.
-no más trabajo de medio tiempo para ti – me dijo, molesta, y se salió a ver al tipo que causo el accidente, para llegar a un acuerdo
-tú sí que sabes cómo llamar la atención – mi hermana se sentó en la silla, que estaba al lado de la camilla
-huy si tenía tantas ganas de que me voltearan a ver, que me atravesé a propósito para que me atropellaran – respondí rodando los ojos -¿acaso no oíste? mamá me dijo que ya no voy a trabajar, yo necesito ese dinero extra –
-pues ya lo arruinaste por completo, idiota, además con un tobillo roto, no podrías pedalear una bicicleta –
-mi tobillo no está roto – respondí – y si solo viniste a fastidiar y poner mala cara, regrésate a casa a dormir, es lo único que sabes hacer – me queje molesto
-como digas – se supo de pie estaba por irse, cuando llego la enfermera por mi y ya no tuve soportarla
Por suerte para mí no estaba roto, solo era un esguince de tobillo en segundo grado, y me colocaron una férula, y necesite unas muletas, volvimos a casa, casi al anochecer, mis padres obvio estaban molestos, porque me llevaría unas semanas sanar, e ir y venir de la universidad seria un problema, sin contar el hecho de que tendría que ir al hospital a la rehabilitaciones.
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Alison
Era el lunes a la hora del almuerzo, las chicas me interrogaban sobre mi última foto.
-la tome cuando terminamos de entrenar, por eso estábamos todos sudados –
-tus primos son guapos –
-son menores de edad – recalque
-eso no es justo, o son muy viejos o son unos niños – se quejo Kat
-que insistencia la tuya, por querer quedar en mi familia – le dije a modo de broma
-eso resolvería todos mis problemas económicos –
Solo negué con la cabeza – eres imposible - y seguí almorzando
-¿ese no es Jasper? – nos pregunto Luna
Me di la vuelta y lo vi, ¿Qué diablos le había pasado? El viernes estaba bien, y de la nada se lastimo un pie, ese chico era tan torpe. Cuando llego a nuestra mesa me puse de pie y lo mire de pies a cabeza,
-¿Acaso no puedo descuidarte ni un momento? Estabas bien el viernes - Le regañe
-¿Qué te paso? - Quiso saber luna, bueno todas queríamos saber ella se adelantó e hizo la pregunta, que yo estaba a punto de hacerle
- Un accidente en el trabajo - Respondió el, mientras se sentaba con cierta dificultad, y Arthur dejo su bandeja sobre la mesa
-¿Trabajas? – Pregunte, extrañada
-Los fines de semana, pero por el momento no podré, y después tal vez tampoco, mi mamá está muy molesta -
- No sabía que tenías trabajo – comente y me volví a sentar, me sentí un poco mal conmigo misma por no conocerlo lo suficiente
-No todos son unos hijos de papi como tu cariño - Me dijo Kat - todos los demás en esta mesa hemos tenido algún trabajo de medio tiempo, o en vacaciones, para tener en que gastar, yo también tuve mis empleos de medio tiempo -
- ¿Sabes siquiera como usar efectivo? ¿O solo usas la tarjeta de papá?- Me dijo a modo de burla Arthur. Siempre encontraba la manera de fastidiarme, porque mi familia tenía dinero, era un fastidio la mayor parte del tiempo, pero era amigo de Jasper, solo lo toleraba por eso.
-Yo siempre cargo efectivo, nunca sabes cuándo vas a necesitar sobornar a alguien, o comprar información – dije encogiéndome de hombros, medio en broma, medio hablando enserio.
-Suenas como un gánster a veces - me dijo Luna, yo solo sonreí.
-si tienes tanto dinero para sobornar gente, haber cuando me sobornas a mí -
-No sabes nada por lo que valga la pena sobornarte, no gastaría mi dinero en ti - le respondí
-Claro que sí, lo que dijiste sobre Kristal el otro día, puedo usarlo en tu contra, ¿cuánto me pagas por callarme, y no decirle nada? -
- Ve y díselo, no dije ninguna mentira y ella lo sabe, además con lo alzada que eres, dudo que te voltee a ver si quiera– seguí comiendo, y lo ignore, Kat se burlo de el
-¿Por qué la odias tanto? ¿O le tienes envida? - Me respondió Arthur molesto
- No la odio, su vida me da igual, es irrelevante para mi, además lo que te dije de ella es un secreto a voces, yo no me lo invente, es más su apodo era la monja ¿sabes por qué? Por qué pasaba mucho tiempo de rodillas, y no precisamente rezando -
-Kat se echo a reír - me encanta eso, lo usaré algún día – Luna, también se rio, y Lidia solo negó con la cabeza
Jasper por otro lado tosió y se atoro con la comida cuando entendió lo que dije, comencé a darle palmaditas en la espalda, y le pase su bebida, el seguía tosiendo, pero ya más calmado, y Arthur que me veía muy molesto, se levanto y se fue.
-¿Por qué eres amigo de él? – pregunto Luna, está demasiado obsesionado con Kristal ¿no crees?, ella ni sabe de su existencia -
-es raro, pero no es mala persona – nos respondió el, mientras se ponía de pie con dificultad, me levante y lo ayude
-las veo después – nos dijo yéndose con cierta dificultad
El resto del día paso, sin pena ni gloria, lo único interesante, fue que vi a Kristal, en el estacionamiento, ella solo me hizo caras y se fue, pero me dio igual, yo estaba esperando a alguien más, se tardo un poco, pero al final lo vi.
-te estaba esperando – le dije
-¿a mí? – me respondió Jasper
-sube al auto – le pedí
-¿Por qué? –
-¿cómo, que por qué? Te voy a llevar a tu casa –
-no es necesario –
-no te pregunte si querías, voy a llevarte a tu casa, así que sube, ahora –
Se resigno, suspiro, y se subió cuando le abrí la puerta, cuando me subí, le acomode el cinturón, y ya no se quejo.
Lo que le había dicho a Dionisio ese día era verdad, quería saber por mí misma, si Jasper me gustaba para algo más que una simple amistad.