DESTINOS ENCONTRADOS

LUIS FERNANDO

No podía creer todo lo que las noticias decían, la esposa de mi hermano estaba viva. Había muchas fotografías en todos los periódicos e internet con su misteriosa aparición. Pero me sentía totalmente confundido, que estaba haciendo la infiel de mi exesposa con ella y porque Franco estaba con ella.

Inmediatamente llame a mi asistente para que empezara a investigar qué es lo que pasaba, algo de todo me llamo la atención, una fotografía que nadie pudo ver más fondo excepto yo y no me agradaba nada. Esa mirada que tenía mi hermano hacia Esmeralda porque sentía esto, cuando lo único que sentía por ella es solo desprecio, repugnancia y había que alejarla de mi familia y lo haría a cualquier costo.

Al día siguiente, me desperté ya que la noche anterior no había podido dormir tuve que dar muchas vueltas. Solo estaba en mi cabeza el rostro de Esmeralda, recordar cada centímetro de su cuerpo, necesitaba sentir su cuerpo y escuchar como gemía mi nombre cada noche, sentir el placer y hacerle saber que yo iba a ser el único en su vida.  

FLASHBACK

La noche de bodas fue la mejor de mi vida, después de salir la fiesta nos dirigimos hacia uno de los hoteles de la familia, en la limosina no parábamos de besarnos y tocarnos, me sentía impaciente por llegar a la habitación y sacarle ese bonito vestido, pero antes la disfrutaría con el puesto.

Había esperado tanto este momento, cuando la conocí era una dulce niña de 17 años y solo sus ojos me enamoraron esa mezcla exquisita de colores en su pequeño rostro. Chocamos cuando ella iba a su escuela corriendo porque iba retrasa, mientras estaba entrando hacia uno de los hoteles, ya mi hermano mayor había abandonado a su familia.  

- Discúlpame, no te vi, llegare tarde a mis clases. Levanto su rostro y chocó con el mío.

- No te preocupes. Dije mientras veía como corría con su uniforme y no pude evitar sonreír porque conocí a la mujer de mi vida.

Con el tiempo, sí la mande a investigar no fue fácil porque solo la vi una vez, pero quien podría olvidar tan hermosa mujer. Pero la encontré y tuve que crear un plan para que nuestros encuentros sean casuales, dentro mi entrenamiento para hacerme cargo de todos los negocios del gran Ernesto de la Barrera, me escapaba para esperarla afuera de su escuela.

La veía de lejos y después de sus estudios iba a trabajar en una cafetería a dos cuadras de su escuela, toda la tarde trabajaba sin descanso cada vez que veía una propina alta se ponía feliz y su sonrisa ilumina todo el lugar y mis celos de que esa sonrisa no fuera para mi despertaba todos mis demonios.

Alejaba a todo aquel que tenía otras intenciones con mi pequeña luz, hasta que cumplimos ambos 18 años, si sabía todo de ella, que vivía en un orfanato, no tenía ningún familiar y que teníamos la misma edad; me acerque a ella, donde era su ultimo día de trabajo y le ofrecí un puesto en un hotel de mucama, feliz acepto porque ya tenía un nuevo trabajo, donde empezar a estudiar.

Mis padres quisieron mandarme al extranjero para culminar mis estudios y no lo permití porque sería la oportunidad de perder a mi futura esposa, contra viento y marea me quede solo para estar cerca de ella, mientras ella estudiaba administración y trabajaba; yo empezaba con las leyes. Pague toda su educación, claro sin que ella lo descubriera porque su orgullo no me lo dejaría hacerlo.

Solo un año antes de terminar nuestras carreras decidimos casarnos, a los 22 años. Todos los días le mandaba un regalo y siempre le llamaba para decirle que ya era mi mujer, a los 6 meses de conocernos nos hicimos novios y fue al año que nos comprometimos. Se fue que muy rápido, pero no podía esperar más estar lejos de ella.

Subíamos felices por el ascensor hacia nuestra morada de amor, al fin podría estar con ella a solas, respete que quiso esperar hasta el matrimonio para estar juntos.

No mentiré tuve algunos deslices con algunas mujeres siempre me cuidé, pero el solo besarla despertaba todos mis más oscuros deseos y no quería lastimarla así que tuve que buscar formas de desahogarme. No era nada serio y todas ellas lo sabían, una noche y al día siguiente ni siquiera nos conocíamos y pagaría todos sus servicios.

Al abrir la puerta de la suite en el último piso, con una vista espectacular, vi sus ojos asombrados, todo estaba decorado con pétalos de rosas, en el centro había una mesa con champagne y unas frutas afrodisiacas, al fondo un paisaje de toda la ciudad, en la cama un corazón hecho de rosas y en el medio las palabras escritas Te Amo con chocolates, que tenían un toque suave de licor.

Disfrutamos todo lo que estaba ahí, la besaba con dulzura y recorría con besos todo su rostro dibujando un camino que iba de su cuello hasta sus pequeños y perfectos senos, le iba sacando su vestido y no podía dejar de admirar su lencería blanca con su liguero sexy, sus caderas fuertes y su centro donde me enterraría para que sintiera cuanto es la que la adoraba.

La ropa salió sobrando, bese cada rincón de su cuerpo memorizando todos sus puntos sensibles para hacerle disfrutarle al máximo. Cuando sintió por primera vez el orgasmo con mi boca fue tocar el cielo con las manos, era exquisita, dulce y mía. Y entonces me puse arriba de ella si dejar de tocar su clítoris aun mojado, devorando su boca y lleve mi erección a su centro con suavidad, la tomo toda y fui dando estocadas lentas hasta que se acostumbrara, mientras chupaba esos pezones rosados que se volvieron mi perdición. Mi mayor orgullo ser el único y primer hombre en su vida.

Toda la noche la hice mía en todas las posiciones, no pude dejarla descansar porque también fue ella la que pedía más, sus gemidos fueron mi energía y que diga mi nombre mientras llegaba al orgasmo fue mi redención. La luna de miel fue igual, viajamos por todas las ciudades que deseaba conocer, en todas y todos los lugares hicimos el amor éramos tan calientes que hasta debajo de la mesa no parábamos de tocarnos.

Recordar esos tiempos, después la boda, solo fueron los días y años más felices de mi vida, sabía que esa mujer seria mi ruina total. Hasta ahora comprendía que me había hechizado con alguna brujería o que se yo porque no podía dejar de amarla, olvidarla, su traición me destrozo, no consigo ni respirar.