Sin Querer! Enamoré Al Emperador

Esmeralda

Estaba en la habitación del emperador, me llamó para curarlo. Según me explicó, Marcel se lesionó en el entrenamiento. ¡No entiendo por qué si la lesión fue en su rostro está con el torso desnudo! Maldito hijo de re mil.. put.. sé que quiere llevarme a la cama. ¡No lo logrará! ¡Primero muerta!

Desinfecto su mejilla, sintiendo su mirada penetrante y su respiración acelerada, recién mañana tenía que controlarlo. Estaba evitando tocarlo, necesitaba evitar tocarlo, presiento que lo hizo a propósito. Sería muy estúpido de su parte. ¡Por favor Esmeralda no te creas tan importante, solo te quiere coger!

_ ¿cuántos años tienes?

_ veinte _ respondo colocando un ungüento y sobre la herida

_ ¿estás comprometida?

_ deje de hacer preguntas de las cuales sabe la respuesta _ digo alejándome _ la herida no es grave si no hay nada más me iré hoy haremos un chequeo completo a todos los soldados _ intento salir. En vano ya que sus sombras cierran la puerta y él me acorrala contra esta, giro encontrándolo detrás de mí

_ ¡no tienes permitido tocarlos como a mí! ¡Eres una mujer y ellos son hombres, deja que los demás los examinen! _ roza su nariz con la mía, sobre mi túnica blanca

_ yo no le digo como gobernar no me diga como debo cuidar a los pacientes.

_ porque eres tan terca _ me levanta del suelo sobre su hombro.

_ ¡maldito bastardo bájame!_ grito golpeando su espalda y ese duro y perfecto trasero. Me recuesta sobre la cama e intento levantarme, pero coloca todo su peso sobre mí mientras sostiene mis manos juntas sobre mi cabeza.

Entre mi razonamiento lógico que me pide que no lo golpee, porque sería mi sentencia de muerte y la excitación que siento por sus acciones, y no sé qué hacer.

_ ¡Promete que no los tocaras y te soltaré! _ dice mirándome a los ojos por favor!Que pedazo de hombre. ¡Dios no quiero que me sueltes! ¡Pero qué criatura estúpida! ¡Esmeralda! Tiene cuatro esposas ¡cuatro!

_ no tengo ninguna obligación con usted _ respondo en contra de mi lujuria, forcejeo para liberarme, sin embargo, termino peor con las piernas abiertas y él en medio

_ maldición _ lo escucho sisear, cuando su cosota roza mi intimidad. Como que me estorba la tela. Mierda_ deja de moverte o no podré resistirme _ sentir su erección me hace gemir involuntariamente y buscar más contacto. Gracias a mi razón recuerdo que anoche estuve furiosa al escuchar que paso la noche con la primera concubina.

_ ¿Acaso anoche no quedó satisfecho con su concubina? _ le reclamo furiosa, y su sonrisa me demuestra que cave mi propia tumba.

_ ¡lo ves! ¡A ti también te molesta que toque a otra mujer!

_ ¿otra mujer? Más bien a una de sus cuatro esposas... No me interesa lo que haga, solo quiero que me deje ir _ la put@ madre! ¡Quiero que siga y haga lo que desee con mi cuerpo. Definitivamente, soy una boluda de primera!

_ ¿es que solo soy yo el que se vuelve loco contigo cerca? ¿No sientes lo mismo que yo? _ ¡Si por supuesto! Tengo unas enormes ganas de recorrer su cuerpo con mi boca y de tenerlo así, sin ninguna tela que nos separe

Es el emperador, y yo no voy a pasar el resto de mi vida esperando que me toque una noche con él. ¡No! Me niego a dormir en una cama sabiendo que el hombre que amo se está foll@ndo a otra

_ ¡deja de pensar tanto y dame una respuesta!

_ ¡no me interesa su majestad, solo lo veo como paciente!_ le miento, espero haber sido convincente

_ ¿Por qué te niegas a aceptar lo que sientes? _ murmura, pasando sus manos por mi pierna. Disfruto la sensación de sus manos, rozar sobre mi vestido, cuando la siento en la mitad de mi muslo me doy cuenta lo que ocurre. ¡Al carajo todo! Que me maten por esto, no me importa.

Le doy un cabezazo en la nariz, se aleja sosteniendo su lesión. Me levanto con rapidez y me voy. Mis piernas tiemblan por lo que acabo de hacer. Golpee al emperador, quien devoro con sus sombras a cientos y miles de soldados en el campo de batalla. Con rapidez llego hasta el lugar donde realizaré los controles

_ ¡Maestra ya está todo preparado para empezar! _ menciona Romina

_ muy bien comencemos _ ordeno

Desde que llegamos nos enfocamos en la enfermedad que padecían y no hicimos un examen completo, eso es lo que haremos a partir de hoy, que ya se recuperaron. Armaremos sus historias clínicas. Seriamente, me planteó que vendría bien sugerirle al emperador realizar promoción y prevención de la salud para todo el pueblo.

Aunque tampoco quiero otro motivo más para tenerlo cerca, lo escribiré y se lo daré a su asistente. Cuando termino con la mitad de los soldados, ya que los divide en dos grupos, mañana seguiré con el resto.

Voy hasta mi cocina/laboratorio, debo hacer el inventario de las hierbas que tengo y también iniciar la preparación del antibiótico que se usará en tres días. Estaba sentada escribiendo y por un momento me siento observada y lo adjudicó a mi cansancio. Recuesto mi rostro en la mesa libre

_ ¡necesito un café _ sollozo, en este mundo no existe! ¡O unos mates! Como extraño los mates con coco y anís como los preparaba papá. Te extraño papa. Soy tan estúpida que no recuerdo como era la planta de café o de yerba y aunque la encuentre no tengo idea como se prepara...

Ahhhhh maldita sea mi cerebro solo guardo información de plantas medicinales o venenosas! ¡Quiero un mateeee! Lo necesito!!!

Extra

Marcel

_ ¿que quiere que haga qué?_ grito de la sorpresa preguntándome si el emperador quien está sentado en su cama en mi habitación no se está volviendo más loco cada día que pasa. Quizás su enfermedad afecto su cerebro.

_ Marcel golpéame, con esas manoplas metálicas y hazme sangrar_ miro mi mano y lo miro a él y luego miro a sus sombras

_ William necesitas que llame a la doctora? ¡Sabes bien que jamás lograría lastimarte con mi fuerza! ¡Ni siquiera Julián te puede vencer!

_ Esa es la idea que venga a curarme

_ ¡no! Si lo golpeo sus demonios me comerán

_ Marcel golpéame o te quitaré tu sueldo los próximos seis meses_ gruñe enojado. Golpeo su rostro y me desespero cuando lo veo sangrar, en cambio, él se pone de pie sonriente y camina hasta el espejo.

_ ve a llamar a la doctora dile que me lastime entrenando _ exclama quitándose la camisa negra.

_ eso nadie lo creería

_ ¡Marcel!

_ ¡ya voy!_ bufo saliendo, maldito demonio loco