Lisa renació como Yue un personaje extra destinado a morir, pero ahora cambiará su destino.
NovelToon tiene autorización de Arhuchim para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
capítulo 10- cayendo en la tentación
Después se dejar el palacio, Ana perdió a Yue pues ella iba a caballo con el Archiduque y se perdieron al dar una vuelta por una calle angosta, lo que seguramente el Archiduque hizo a drede, Ana esta asustada, si regresa sin Yue, el Vizconde estará furioso, pero no sabe a donde se pudieron haber ido. El Archiduque se detuvo al llegar a una mansión poco más pequeña que la del padre de Yue, al llegar, baja y ayuda a Yue a bajarse, dejando que el sirviente se lleve al caballo, dentro les reciben por las doncellas.
- puedes retirarse, no suban hasta que yo las llame.
Las doncellas asienten ante la orden y se retiran, mientras que Ares guía a Yue hasta el segundo piso, llegando a una habitación enorme y lujosa, supone Yue es la habitación principal.
- asumo, cual es su intención al traerme aquí...
- y aún sabiendo, usted no dijo nada y me siguió.
- veo que estaba ansioso de verme de nuevo, que vino por mi.
- ¿qu-que? Se equivoca, el encuentro es pura casualidad o tal vez el destino.
Yue ríe por las palabras de Ares, es bastante obvio que estaba ahí buscándola, alguien como él, no solo puede llegar al palacio y decir que quiere ver al emperador, siempre se envía una carta con anticipación, para saber si puede ser recibido. Yue se acerca y le empuja con fuerza hasta la cama causando que ambos caigan sobre ella, quedando encima del Archiduque, el chico se sorprende, pues para Yue le fue tan fácil derribarlo aún siendo mucho más pequeña que él.
- Archiduque Shadow ¿esta seguro de lo que quiere hacer?
- yo lo estoy la pregunta es ¿usted esta dispuesta, sabiendo que esto sería algo pasajero?
- una noche ¿cierto? Investigue, se que es todo un conquistador.
- eso significa que a usted no le importa, ya sabiendo eso, esta aquí, a solas conmigo.
- bien, pero, no me hago responsable de lo que pase después...
Porque en ese momento, Yue esta decidida a volverlo loco de placer, mostrarle lo que una mujer como ella puede hacer y esta segura que Ares, estará a sus pies. Pasa sus manos sobre el pecho del chico, aún con la ropa, se puede sentir perfectamente sus bien trabajados pectorales, baja un poco, también se nota su abdomen bien formado, Ares deja escapar un suspiro, aunque solo este tocando sobre la ropa, se siente ese ligero cosquilleo que recorre su cuerpo, Yue ya estaba sentada sobre su parte baja con las rodillas de cada lado, aprovechando esa pose, Yue presiona su cuerpo contra él, causando que se sobresalte, Ares no esperaba que esa chica fuese quien tomase la iniciativa, pero le gusta y no piensa quedarse sin hacer nada, así que lleva sus manos a la ropa de la chica, desabrochando el vestido, pero, Yue le detiene las manos.
- no tan rápido, no te he dado permiso...
Ares se extraña por sus palabras, en ese instante, Yue se quita el lazo que llevaba en la cintura de su vestido y le ata las manos lo suficiente para que no pueda desatarse, Ares intenta safarce pero Yue le sujeta las manos y las lleva por arriba de la cabeza del chico atando un segundo lazo para sujetarlo a la cama.
- pero que...lady esto...
- le pregunte si estaba seguro y dijo que si, por eso, vamos a divertirnos, mi atractivo esclavo.
Yue sonríe ampliamente, mientras que Ares no se esperaba algo así, pero de cierta manera se siente emocionado; Yue empieza a abrir la ropa del chico, observando ahora perfectamente su cuerpo, sin pensarlo pasa sus manos sobre su piel causando que Ares se mueva un poco.
- lady, usted quiere torturarme...
- sshh...no te he dado permiso de hablar.
Dicho esto, Yue procedió a bajarse de la cama para quitarse el vestido, ya estaba siendo muy molesto llevarlo, Ares mantiene su mirada atenta a ella, cuando el vestido cae, puede ver una bella figura esbelta, senos poco más grandes de lo normal, firmes y redondos, estaban claramente en la vista, Ares dejo salir un suspiro, si tan solo tuviese las manos libres, ya la estaría acariciando, Yue sonríe al verlo desesperado y más porque puede algo ya levantarse entre sus pantalones.