Esta historia va de un chico que desde de pequeño sus padres lo usaron para ganar dinero, primero haciendo comerciales y después actuando, eso lo lleva a que a los 25 años el se sienta perdido y sin rumbo, y se meta en un problema tras otro.
Hasta que su abuela harta de la situacion lo envié al campo con unos amigos suyos, ahí conocerá a un chico que es todo lo contrario a el, y lo hará cambiar su perspectiva sobre la vida, además de hacerlo experimentar cosas nuevas.
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Capitulo 9
Mientras Leonel se bañaba más tarde, poco a poco fue cerrando la llave del agua caliente, hasta que terminó por ducharse con agua fría.
Estuvo todavía al menos cinco minutos más bajo el chorro de agua fría, seguía sin poder creer lo que había hecho, a él no le gustaban los hombres, pero entonces¿por qué acababa de besar a uno? Y más de una ocasión.
Leonel cerró la llave del agua fría, salió de la regadera y tomo su toalla, y la puso al rededor de su cintura, se miró al espejo, tal vez ya necesitaba un corte de cabello.
- ¿qué estás haciendo Leonel? - le dijo en voz alta, a su imagen en el espejo, la cual por supuesto no le regreso la respuesta.
Cuando salió del baño se encontró con Noel recostado en la pared a un lado de la puerta, con las piernas cruzadas.
- te tardas un segundo más en salir y me había orinado en los pantalones - le dijo el chico, lo empujó a un lado y se metió al baño cerrado la puerta con cierta fuerza.
Leonel solo supuso que Noel debía estar molesto con él por qué más temprano salió huyendo después de que se besaron por segunda vez, después de darle una última mirada a la puerta, siguió camino a su habitación.
Entro y cerró la puerta, para luego se sentó en la cama, mirando fijamente a la puerta, ¿para qué? ¿Qué estaba esperando? Él no lo sabía.
Noel estaba evitando a Leonel, solo para ver cómo reaccionaria, ya que este salió casi corriendo después de que se besaron, así que a la mañana siguiente entro como si nada a la cocina.
- buenos días - dijo mientras se servía café
- ¿vas a seguir ignorándome? - le dijo Leonel a modo de respuesta
-¿ignorando? Fuiste tú quien no me respondió, y quién salió corriendo ayer -
-yo... No supe muy bien por qué hice eso ayer -
- ¿el besarme, o el correr? ¿De cuál de las dos situaciones hablas? -
Leonel levantó la mirada - lo primero, no sé por qué lo hice -
- lástima que estabas sobrio, así no puedes culpar al alcohol, como han hecho otros hombres que conocí - Noel se terminó su pan tostado y su café, recogió su taza y la puso sobre el fregadero - ¡ah!, espera ahora me vas a soltar la historia de que un hombre de principios como lo eres tú, no se emborracha -
Leonel se levantó, y se dispuso a lavar los trastes sucios - hoy vienes conmigo, tengo que revisar un alambrado que podría haberse reventado, mis vacas podrían salirse por ahí -
- de una vez te aviso que no se nada no de vacas, ni de alambrados -
- eso no lo dudo ni un poquito, aunque dime en tu larga carrera actoral, ¿nunca hiciste un papel de granjero? -
- ¿te parece a ti, que está linda cara podría pasar por un granjero? aunque por cierto ahora podría, he estado descuidado mucho mi rutina facial -
- no pues perdone su majestad por hacerle semejante pregunta -
- aunque he de admitir que me sorprendió encontrar a un hombre tan guapo como tú, en un lugar como este -
- claro menosprecia mi granja de nuevo, ni yo, ni mi granja somos suficientes para su real majestad- respondió Leonel
- tu ego es muy frágil, además a ti no te gusta que yo esté aquí, así que, que más da si me gusta o no - respondió Noel alejándose, para después sentir la mano mojada de Leonel sujetarlo del brazo
- tan frágil como ese cuerpo delgaducho tuyo - respondió este llevándolo a la salida, sin que el más joven pusiera resistencia
- este cuerpo delgaducho puede hacer maravillas si lo dejas - respondió Noel soltándose para alejarse de él
- ¿por qué siempre tienes que sacar el sexo a colación? -
Noel se echó a reír - me parece que él está pensando en sexo es otro, yo hablaba del trabajo, he resistido bastante bien trabajar aquí, ¿tan bueno soy besando que no puedes dejar de pensar en eso? - pregunto, mientras sacaba un cigarro para ponerlo en su boca, más por costumbre que por otra cosa, casi no había fumado desde que llegó a la granja, él fumaba como una manera de lidiar con su estrés, pero aquí pasaba mucho tiempo ocupado.
Leonel le quitó el cigarro antes de que lo encendiera y lo tiro al piso - si quieres volver a besarme tendrás que dejar de fumar, odio el olor a cigarro - dicho esto se dio la vuelta y se fue rumbo al granero
- ¿o sea que si habrá próxima vez? - respondió Noel corriendo tras él, ninguno de los dos se dio cuenta de que Coral los observaba
- ¡vaya! Eres un granjero rico, tal vez si podrías mantenerme - dijo Noel cuando llegaron a las orillas del terreno, donde estaba el río
Leonel no le respondió, pero le dio la espalda, para bajar su caja de herramientas y sin darse cuenta se encontró sonriendo. Noel corrió hasta la orilla del río y se sentó a quitarse los zapatos.
Cuando se dio la vuelta Leonel se encontró con Noel ya entre el río - ¿qué estás haciendo? -
- estoy viendo que tan agradable está el agua, quiero nadar - en lugar de responderle solo negó con la cabeza y lo dejo ser.
De repente escucho un grito, se dio la vuelta y ya no lo vio, soltó sus pinzas y corrió hasta el río, mientras se quitaba la playera, cuando llegó a la orilla, Noel emergió de entre el río, tosiendo - creo que me trague la mitad del río -
- ¿qué carajos pasa contigo? - dijo Leonel dejándose caer en la grava de la orilla y cubriéndose la cara con las manos.
Noel salió del agua y fue a arrodillarse frente a él - lo siento, me resbalé y me caí, no fue mi intención asustarte - le dijo tomándole las manos para apartárselas de la cara.
En un acto de impulso Leonel lo atrajo hacia él y lo abrazo apretándolo contra él - no sé que me pasa contigo, me haces enojar tanto, pero a la vez me dan ganas de protegerte -
Noel se apartó un poco - te dije que no voy a romperme, soy más fuerte de lo que parezco - Leonel le tomo la cara con ambas manos y lo beso, así que el menor se movió para sentarse sobre él, el beso subió de intensidad, y la playera mojada del más joven termino en la grava, estaba seguro de que está vez irían más lejos, pero Leonel se apartó repentinamente.
- tengo que trabajar, dame tu ropa mojada, voy a ponerla al sol, para que seque, puedes nadar un rato -
Resignado Noel se levantó, se quitó los pantalones y se los dio, después se giró, y fue meterse al río sin decir palabra.
Leonel se puso de pie, recogiendo su playera y la del otro chico, era consciente de que había herido sus sentimientos, el también quería esto, pero había algo de el que aun lo frenaba, estaba en una lucha constante consigo mismo, y su parte razonable estaba perdiendo.