OCTAVO libro de la serie ENTREGANDO MI CORAZON.
Tal vez muchos no recuerdan sus vidas en la temprana infancia, yo tampoco, pero lo que si recuerdo es que era feliz. No podía relacionar qué, quién o quiénes me daban ese sentimiento; pero si recuerdo que los perdí. Años después volví a ser feliz, pero no era algo duradero. Era un ida y vuelta que me dejaba vacía. En mi adolescencia, supe que buscar ser feliz era un sentimiento que ponía más presión y estrés en mi vida. A mis 18 años, renuncié por completo a esa tonta sensación... Para que, unos años después, poco a poco venga un tipo creído a querer destruir mi bien estructurado credo.
No recuerdo mucho mi temprana infancia, pero si recuerdo una sensación de malestar cuando estaba mi padre. Cuando no estaba él, todo era felicidad. Después, con su partida, fui feliz. Crecí rodeado de personas que me aman y que yo amo con todo mi ser. Crecí siendo sociable, seguro de mi mismo y el terror de los bullys. No me molestaba presionar los boton
NovelToon tiene autorización de HIKAMOO para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAULDER (CAP. 09)
No recuerdo mucho el corto tiempo que pasamos con nuestro padre. Lo único que recuerdo es que tenía que estar callado cuando estaba en casa. Entonces, cuando se fue podía correr y reír todo lo que quería. Desde muy pequeño me gustó estar sin papá y era porque tenía a mamá y mis hermanos. Ellos han estado para mi en todo. No importaba lo que preguntaba, mi hermano mayor siempre me daba una respuesta. Mi mami siempre nos engreía con nuestros platos favoritos. Mi segundo hermano era mi compañero de juegos.
Eso es lo que recuerdo y lo que tengo: una hermosa gran familia.
Otro recuerdo importante es cuando tenía 8 años. Connor, el menor de nosotros con 4 años, nos estaba persiguiendo. Caspian y yo nos escapábamos y sin querer tropezamos en el cuarto de Cruz, nuestro genial hermano mayor. El no estaba en casa y cuando giramos para salir, escuchamos una voz cibernética "transferencia completa". Cruz había dividido su cuarto en dos. Caspian y yo nos miramos y nos ganó la curiosidad. Al entrar no podía cerrar la boca. Su cuarto privado estaba lleno de pantallas y unas torres brillantes. En uno de los monitores se veían cuatro cuentas: a nombre de mamá, Connor, Caulder y mío. Todas tenían seis números. Sabíamos contar, pero no habíamos visto números tan largos. En otros monitores habían mensajes de agradecimientos y pagos por el trabajo de hackeo realizado. No entendía mucho que era eso y Caspian me dijo que nuestro hermano es el dios del hackeo.
Cuando salimos de su cuarto, Caspian me dijo que Cruz tomó el rol de nuestro papá. Se esfuerza mucho por darnos todo y que vivamos lo mejor que podríamos.
*- ¡Lo decidí! Ya que nuestro hermano mayor nos quiere dar todo, yo me esforzaré en los estudios y un deporte. Quiero que esté orgulloso por todo lo que hace por nosotros.
Caspian hace un puño y estira la mano. Yo lo imito y choco su puño con el mio.
* Entonces, yo también. ¡Seremos geniales como Cruz!
Cruz siempre se sentaba con nosotros, cuando hacíamos las tareas para explicarnos en caso no entendieramos. Eso nos hacía renovar nuestras fuerzas para ser su orgullo. Se emocionó cuando elegimos los deportes que nos gustaban. Caspian eligió football y yo basketball. Me sentí triste cuando le pedimos que se fuera a la universidad, pero era algo que tenía que hacer por el mismo.
Otro momento que recuerdo muy bien es cuando Cruz tuvo depresión. Tenía 13 años pero me di cuenta porque mi hermano era otro. Antes sonreía más, hablaba más, simplemente vivía más. No sabíamos qué hacer hasta que un ángel llegó. Si, eso era Layla para nosotros: un ángel, que con solo su voz trajo de regreso al hermano que amamos.
Siempre he sido fácil de tratar, podía hacer amistades con todos e incluso bromeaba con personas desconocidas y terminaba hablando el trayecto del bus a casa. Estaba en el equipo de basketball y eso atraía las risitas de las niñas. De niño no me importaba mucho, pero a mis 15 años les respondía con una gran sonrisa.