UN AMOR TEÑIDO DE SANGRE

NUEVO HOGAR

Ana regreso a la casa a llevar sus cosa como acordo con Kim aprovechando que sus tios no estaban.

-¿Dónde estabas?... Estan bajo mi supervision... Si tienes un novio merezco saberlo. Le dice Mateo al verla llegar tan tarde.

-Me voy. Le dijo subiendo a su habitación.

Mateo la siguió, no podía creer lo que le dijo.

-¿Cómo que te vas?... No puedes irte. Le dice afligido Mateo a Ana al ver que armaba su bolso.

-Es una gran oportunidad... El señor Kim necesita un asistente... Lo que me va a pagar me ayuda para mi matricula y mas... Ya no puedo seguir viviendo aqui. Le dice Ana.

-DETENTE... DEJA DE GUARDAR... NO ENTIENDO... UN DIA QUE NO VENGO... Y TE VAS. Le dice Mateo tratando de razonar, y a la vez le sacaba lo que Ana guardaba en su bolso.

-Puede que no me creas... Y hasta me odies. Le dice Ana.

-Solo explicame... Como siempre nos hemos dicho todo. Le dice Mateo.

-Ok (Le dice suspirando)... Hace dieciseis años tu madre se metio con mi padre. Inicia Ana.

-NO... ESO NO ES POSIBLE. Exclama Mateo.

-Ves... No quieres escuchar. Exhala pesado Ana.

-Continua. Le dice Mateo.

-Pues... Tu padre se entero... Y el resto ya sabes. Le dice Ana.

Mateo suspira pesado tomandose la cabeza, negando, se sento en la cama cubriendo su rostro.

-Ahora entiendes porque no puedo permanecer aqui. Le dice Ana.

-Ese hombre no me agrada... Me da mala espina. Le dice Mateo con la voz ahogada.

-Que otra opción tengo... A tu padre lo empañan... Ahora entiendo porque se cerro el caso... Dejaron de buscar con la escusa que no habia suficiente pruebas. Reflexiono Ana.

-Ana... Quedate... Encontraremos una solución. Le dice Mateo.

-Fue un gusto ser tu hermana... Sabes que te quiero mucho... Si preguntan... No sabes nada. Le dice Ana.

Mateo se incorpora abrazandola.

-Yo también te quiero... Siempre serás mi hermana. Le dice Mateo.

-¿Qué sucede?. Aparece Pablo mirándolos con los ojos achinados.

-Tengo un trabajo. Respondió Ana.

-¿Y?... No es novedad... En que tienda. Le pregunta Pablo con burla.

-Este es permanente y es de tiempo completo. Le cuenta Ana.

-Aha... Me alegro por ti. Le dice alejándose.

Ana tomo su bolso y salio seguida por Mateo.

-Ana... Ana... Espera... Si sientes por alguna razón se quiere propasar o ser mal educado o agredirte... Solo acude a mi... No lo dudes. Le aconseja Mateo.

-No te preocupes. Le dice dandole un beso en la mejilla.

-Ana... ¿Dónde vas?. Le preguntan los mellizos que llegan de su salida con amigos.

-Tengo un trabajo. Le respondió.

-Pero... ¿Y el bolso?. Le consulto Francisco señalando.

-No puedes irte asi. Le dice Claudio.

-Si puedo... Ya voy a cumplir 18 le responde determinada.

-Vas a dejar que se vaya. Le preguntan a Mateo.

-Si... No puede desaprovechar... Ella merece una oportunidad a estudiar. Le responde serio, sin decirle nada de lo que ella le planteo.

Los mellizos salen tras de Ana para detenerla.

En eso aparece el señor Kim tomando el bolso de Ana.

-Buenas noches. (Los saludo mirándolos directo)... Ana va a trabajar para mi... Sus padres estan de acuerdo. Les dijo llevándola con él.

-Esta bien. Respondieron en coro los mellizos.

Mateo resoplo molesto, no podia creer lo que le revelo Ana, se encerro en su habitación dandole vueltas al asunto. Giro varias veces en la cama, sin poder conciliar el sueño, por lo que bajo dirigiendose a la cocina para tomar un vaso de agua cuando escucha que sus padres llegan.

-POR FIN EN CASA... YA NO SOPORTABA UN MINUTO MAS CON ESA FARSA DE VIRGINIA... ERA OBVIO QUE ME TIRABA MALA VIBRA CON SUS COMENTARIOS. Dijo la madre de Mateo.

-QUERIDA... QUE ESTEN USANDO EL MISMO VESTIDO FUE CASUALIDAD... NO QUE TE TIRE MALA VIBRA. Le responde el padre de Mateo.

-Sus comentarios bajo una sonrisa falsa... Que crees que signifique. Le decia sacándose los zapatos.

-Ya no dire nada mas... Cuando se te fija algo... Dijo el padre sacudiendo las manos.

-Mateo... Estas despierto. Le dijo la madre al verlo.

-Sabian que Ana va a trabajar para el señor Kim. Les dice suspirando pesado.

-Si... Le habiamos dicho que si queria estudiar esa carrera... Debia pagar ella... A nosotros no nos alcanza. Comenta la madre despreocupada.

-Asi que estan de acuerdo. Les consulto.

-Si. Le respondió el padre dirigiéndose a su alcoba.

-Al menos hablaron con él. Le pregunto Mateo siguiéndolos.

-Si... Nos planteo la posibilidad... Y estamos de acuerdo. Le responde la madre.

Mateo suspiro pesado era obvio que no les importaba deshacerse de Ana, con la escusa de que era por trabajo.

Al ingresar a su cuarto aparece Pablo seguido por Claudio y Francisco.

-¿Qué hay de cierto de lo que me dicen este par?... Ana va a trabajar para el señor Kim. Le dice Pablo.

-Si... Asi es. Le responde Mateo.

-Por fin nos libramos de esa pesada. Exclama Pablo.

-Eres un maldito... Nunca la quisiste... Ella es como nuestra hermana. Le dice Mateo molesto.

-Pero no lo es. Le responde Pablo.

-Para nosotros si lo es... ¿Ya olvidaste que ella te cuido cuando enfermaste y nuestros padres habían viajado?. Le consulta Claudio.

-Ella no durmió asegurándose de que se te baje la fiebre... No puedo creer lo mal agradecido que eres con ella. Le dice molesto Francisco.

-Sin contar las veces que te cubrio. Le dijo Claudio.

-Pero no es nuestra hermana. Recalco Pablo saliendo molesto del cuarto para que no se den cuenta que le afectaba la partida de Ana. La verdad en él habia crecido un sentimiento por ella y su manera de ocultarlo era mostrarse molesto hacia ella.

*Lejos de ahi.

El señor Kim llevo a Ana a un lujoso departamento.

-Aca vivirás... No dejes entrar a nadie... Solo a mi... Entiendes. Le dice serio.

-Si... Entiendo. Le responde Ana.

-No quiero que tengas contacto con mi hermano... Es conveniente que no le des articulo. Le asegura serio.

-Él es muy peligroso. Le consulta Ana.

-Asi es. Le responde serio.

-Te vas a quedar conmigo. Le pregunto Ana.

-Si quieres. Le dice él.

-Si... Es un lugar nuevo para mi. Le dice ella apenada.

-Si... Elige que habitación quieres. Le indica y ella asiente.

(*Ana)

No podia creer como cambio mi vida de un dia a otro, estaba viviendo en un lujoso departamento que parecía una casa, tenia su propio gimnasio, una piscina, una sala, cocina, tres habitaciones, una usaba de despacho el seño Kim, una terraza con una vista increible y una biblioteca con una colección de libros que me deleite en inspeccionar.

En relación al colegio el señor Kim arreglo que presente un examen final para concluir y asi poder acompañarlo a sus compromisos. Jamás imagine todos los contactos que tiene, ni que debia asistir a tantos eventos.

-Te ocuparas de organizar mi agenda... Me notificaras de los compromisos... Con tu ayuda no perdere, ni olvidare nada... Si aparece un llamado de algun integrante del clan... Solo pásamela... Yo me encargare de eso... De lo demas solo toma nota y entre los dos evaluaremos... Te indicare que se debe considerar y que no. Me explico acelerado.

-Entiendo. Le respondí y vi que tuvo un gesto como una sonrisa casi imperceptible.

-Y en relacion a que seas mi compañera... Debes ponerte este anillo... Con el ningun otro de mi especie podra influenciar y sabran que estas conmigo. Me dijo colocándome un anillo de plata con un logo de la primer letra de su apellido.

-Se ve antiguo. Le comento mirándolo.

-Nunca te lo quites. Me indico.

-De acuerdo. Le respondi.

Él me quedo mirando y suspiro profundo.

-Sera mejor que descanses. Me indica.

-Dormiremos en la misma cama. Le pregunto.

-No acostumbro a dormir. Me responde.

Suspiro pesado mirando la cama grande.

-¿Sucede algo?. Me pregunta.

-Es... Que... Estoy acostumbrada a dormir... Y me pongo colorada al no poder confesarle que dormia abrazada con un oso enorme. Me muerdo los labios nerviosa suspirando.

-Te hare compañia... Hasta que te duermas. Me dice y asiento.

Él se quita el saco y se acuesta.

-Me pondre algo mas comoda para dormir. Le digo e ingreso al baño a cambiarme por una camiseta y un short.

-Asi duermes. Me dice mirando el conjunto que llevo.

-Si. Le respondí y me hace señas que me recueste.

-Puedes imaginar que soy un oso. Murmura y me sonrojo.

-¿Cómo?... Me leíste el pensamiento. Le consulto.

-Aunque no lo creas... Con vos eso no puedo... Si tu no quieres... Solo lo supuse por como te pusiste colorada. Me responde.

"No puedo decirle que la veia al dormir sin que se de cuenta", piensa el señor Kim.

Me recuesto apoyando mi rostro en su hombro y su aroma es tan exquisito que me quedo dormida plácidamente, no me da miedo aunque sepa que es un vampiro, por una extraña razón eso me gusta.

(*Kim)

Tener a Ana asi es una tentación se ve tan apetecible, y no en el sentido de probar su sangre aunque me encantaria saborearla, pero se que si le llegara a probar capaz no pueda detenerme. Ella se me abraza y en un momento la mitad de su cuerpo esta sobre mi, esta tibia y huele tan bien, su piel es suave al tacto, solo la tengo abrazada y trato de no pensar revisando mis correos y mensajes de mis compromisos. Cuando siento que se durmió profundamente pienso en levantarme, pero a la vez no quiero, sentirla asi me agrada, me gustaría algo mas, pero eso solo dejare que ella lo decida, sin entender que sucede una calma invade mi persona y a los pocos minutos dormito junto a ella. No recuerdo sentir esta calma jamás.

Tengo un sueño extraño, jamás sueño, pero ahora si lo hago y es con Ana, pero en una epoca diferente, la veo luciendo un vestido del siglo XVIII en un tono pastel con un sombrero que le cubre del sol, estamos sentados sobre el cesped como en un picnic, ella sonrie dandome uvas, el dia es soleado y de la nada aparecen un grupo de personas por lo que salimos corriendo a refugiarnos en nuestra casa que es increpada por esas personas de manera amenazante, ella se me abraza llorando, "Quedate conmigo", le repetía y me despierto agitado encontrándome con los ojos mirandome de Ana directamente.

-¿Estas bien?. Me consulta sacándome la frente con un pañuelo.

-He... Ajam... Si. Le respondo serio.

-Estabas hablando... Y me abrazaste fuerte. Me comenta y veo la marca roja de mi mano en su brazo.

-Lo siento... Te lastime. Le consulto.

-No... Estoy bien... Me preocupe al no poder despertarte. Me dice.

-¿Qué hora es?. Le pregunto.

-Son las cinco... Es muy temprano aun... Quieres un vaso con agua. Me consulta.

-No... Solo quedate asi conmigo. Le digo abrazándola.

-¿Qué soñaste?. Me pregunta.

-No recuerdo. Le respondo.

-Se ve que fue una pesadilla... No dejabas de repetir "quedate conmigo". Me dice Ana.

-En serio. Le consulto suspirando y fregando los ojos.

-Suelo soñar... Que veo a mis padres acostados sobre el suelo manchado de sangre y me miran diciéndome que no salga que me quede bajo la cama... Pero contigo... Me senti... Es decir... Dormi bien. Me comento mientras acaricio su cabello, eso me relaja de algun modo, ni en mis mas locos sueños imagine estar con una mujer asi de bella de este modo tan relajante. Otras veces estaría sin nada puesto y sacándome las ganas una y otra vez.

-Es la primera vez que duermo asi... Y que sueñe... Es raro... Desde que soy un vampiro... Dormir no esta en mi agenda... En muy raras ocasiones... Como cuando tuve un enfrentamiento tan feroz que tuve que quedarme a reponer fuerzas. Le cuento.

-¿Cuándo paso eso?... De que te enfrentes. Me consulta Ana.

-Fue cuando vencí a uno de muy alto rango...Cuándo no queria el lugar que ocupo ahora... Pero al final... Tuve que serlo al morir mis padres. Respondo.