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MI NUEVA REALIDAD

MI NUEVA REALIDAD

Status: Terminada
Genre:Completas / Elección equivocada / Reencuentro / Amor-odio / Reencarnación
Popularitas:9.5k
Nilai: 5
nombre de autor: Alejandra

Soy Dulce tengo 27 años de edad, abogada de profesión. vivo una vida tranquila para mí, no soy de salir, de tener mil amigos. Soy de estar en mi casa y enfocada en mis cosas.

Lo malo fue haber defendido a una persona en un divorcio, que no salió también para mi victimario pero si para mi defendido. Y AHORA ESTOY AQUI QUERIENDO SER FELIZ.

NovelToon tiene autorización de Alejandra para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 9

Dulce encontró en la crianza de los niños una fuente inagotable de felicidad y realización. Cada día era una nueva oportunidad para crear recuerdos, aprender y crecer como familia. La relación entre Dulce y los pequeños se fortaleció con el tiempo, y el amor y el apoyo que les ofrecía brindaron a los niños una base sólida sobre la cual construir un futuro mejor.

La vida en el ducado, aunque transformada por la presencia de los niños, se llenó de una nueva calidez y alegría. La familia, ahora más unida que nunca, se enfrentó a los desafíos con determinación y amor. Dulce, con su valentía y dedicación, demostró que, incluso en medio de las expectativas y las presiones sociales, el verdadero éxito se encontraba en la capacidad de amar y cuidar a quienes más lo necesitaban.

*****

Los meses pasaron rápidamente desde que Dulce y sus hermanos adoptaron a los pequeños, y la vida en el ducado se transformó de manera significativa. A medida que Dulce se adaptaba a su nuevo rol como madre y sus hermanos se ajustaban a ser tíos, la familia encontró una nueva forma de unidad y alegría.

A los 15 años, Dulce había crecido tanto en madurez como en experiencia. Su dedicación a los niños y su habilidad para equilibrar sus responsabilidades como madre con sus intereses personales habían hecho que ganara el respeto y el cariño de todos a su alrededor. Los niños, que habían llegado en una situación desesperada, ahora florecían bajo el cuidado amoroso de Dulce.

Una noche, mientras cenaban en el elegante comedor del palacio, la atmósfera estaba llena de calidez y felicidad. Los pequeños se habían adaptado bien a su nueva vida, y cada día estaba lleno de momentos de alegría y descubrimiento. Tomás y Luis, los niños mayores, ya llamaban a Dulce "mamá" con una naturalidad que llenaba el corazón de Dulce de ternura. Sofía, la bebé de nueve meses, había sido el centro de muchas de las sonrisas y los juegos en el hogar.

Esa noche en particular, mientras todos se sentaban a la mesa para la cena, un momento especial ocurrió. Después de semanas de balbuceos y primeros intentos de hablar, Sofía pronunció su primera palabra clara y distintiva: "mamá". Fue un momento tan significativo que hizo que el corazón de Dulce se llenara de emoción. Las lágrimas comenzaron a formarse en sus ojos, y no pudo contener su felicidad.

—¡Sofía ha dicho su primera palabra! —exclamó Dulce, su voz temblando de alegría.

La noticia rápidamente se extendió por la mesa, y los rostros de todos se iluminaron con sonrisas. La duquesa, quien había estado observando con amorosa admiración, no pudo evitar soltar unas lágrimas de felicidad. La emoción y la alegría de ese momento llenaron el comedor de una energía palpable.

—¡Qué maravilloso! —dijo la duquesa, levantando su copa en un brindis—. Esto es una verdadera celebración.

El duque también se unió a la celebración, su rostro mostrando un orgullo profundo por su hija y sus nietos. La familia se abrazó y compartió palabras de afecto, celebrando no solo el primer "mamá" de Sofía, sino también el progreso y la felicidad que los niños habían traído al hogar.

Durante la cena, la conversación giró en torno a los logros y las experiencias de los niños. Tomás y Luis mostraron su entusiasmo por aprender nuevas cosas, y Dulce, con una sonrisa orgullosa, compartió anécdotas sobre sus avances. La duquesa estaba encantada de ver cómo su familia se unía en torno a los pequeños, y el ambiente en el comedor era alegre y lleno de amor.

Más tarde, esa noche, Dulce se retiró a su habitación con una sensación de profunda satisfacción. La vida había cambiado de maneras inesperadas, pero las recompensas eran invaluables. Había encontrado en los niños no solo un propósito, sino también una fuente constante de felicidad y realización. Su compromiso con ellos y el amor que les brindaba habían transformado su vida y la vida de todos en el ducado.

Sus hermanos, Alejandro y Valerio, estaban igualmente impresionados por la determinación y el amor que Dulce mostraba en su papel como madre. Cada día, veían cómo su hermana crecía y se desarrollaba en una figura materna ejemplar. La alegría de tener sobrinos y el orgullo por la dedicación de Dulce llenaban sus corazones de felicidad.

La celebración de esa noche marcó un hito en la vida de Dulce y su familia. Fue un recordatorio de la belleza de los momentos simples y de cómo el amor y la dedicación pueden superar cualquier desafío. El hecho de que Sofía hubiera dicho su primera palabra en medio de una cena familiar tan significativa fue un símbolo de la esperanza y el futuro brillante que esperaban para ellos.

******

En el transe de su nueva vida, Dulce descubrió facetas de sí misma que nunca había imaginado. Su existencia como madre le reveló un deseo profundo y una vocación que había estado latente, escondida bajo las capas de su vida anterior.

Antes de su muerte y el renacimiento en el Imperio Cielo, Dulce había llevado una vida centrada en sus estudios y en su carrera como abogada. Era una mujer dedicada, decidida a avanzar en su profesión y a encontrar éxito en su campo. Aunque disfrutaba de la vida y mantenía una relación cercana con sus amigos y familiares, el tema de formar una familia nunca había sido una prioridad para ella. La soltería y el enfoque en su carrera eran aspectos aceptados y bien recibidos en la vida que conocía.

Sin embargo, al comenzar su nueva vida en el Imperio Cielo y asumir el papel de madre adoptiva de Tomás, Luis y Sofía, Dulce experimentó un despertar emocional que transformó su perspectiva sobre la maternidad y el propósito personal. La conexión que formó con los niños, su compromiso con su bienestar y la profunda satisfacción de brindarles un hogar lleno de amor revelaron un aspecto de su ser que nunca había explorado completamente.

Al mirar hacia atrás, Dulce comprendió que su deseo de ser madre había estado presente en su interior, aunque nunca se había manifestado claramente en su vida anterior. El amor y el cuidado que ofrecía a los niños no eran solo actos de responsabilidad, sino expresiones de un anhelo profundo y genuino de ser parte de una familia y de crear un entorno en el que pudiera nutrir y guiar a otros.

Las noches en las que acunaba a Sofía, las risas compartidas durante los juegos con Tomás y Luis, y el simple acto de verlos crecer y desarrollarse se convirtieron en las experiencias más gratificantes de su vida. Cada nuevo paso, cada palabra aprendida y cada sonrisa eran símbolos de una vida llena de propósito y amor que ella había encontrado en esta nueva realidad.

La realización de este deseo interior también influyó en cómo Dulce se veía a sí misma. Se dio cuenta de que su rol como madre no solo la completaba, sino que también le ofrecía una profunda realización personal que nunca había experimentado antes. Los momentos de ternura y los desafíos que enfrentaba diariamente con los niños enriquecieron su vida de maneras que nunca habría anticipado en su vida anterior.

Aunque el camino hacia la maternidad había sido inesperado y estaba lleno de desafíos, Dulce no tenía arrepentimientos. La vida que construyó con sus hijos adoptivos se convirtió en el núcleo de su existencia, y el amor que sentía por ellos era una fuente constante de alegría y fortaleza. A medida que los días se convertían en meses y los meses en años, la conexión entre Dulce y sus hijos se profundizaba, y ella se daba cuenta de que la maternidad había sido el regalo más precioso que la vida le había dado.

El reconocimiento de este deseo interno también influyó en cómo veía su futuro. Aunque no había buscado una pareja en su vida anterior y había vivido su vida de acuerdo con las expectativas profesionales y sociales de su tiempo, ahora, en el Imperio Cielo, entendía que el amor familiar y el papel de madre eran las cosas que realmente le daban plenitud.

Dulce aceptó con gratitud y humildad el papel que había asumido, reconociendo que la vida tenía formas sorprendentes de mostrarle a una persona lo que realmente importaba. La maternidad no solo se convirtió en una parte fundamental de su identidad, sino en la mayor fuente de satisfacción y realización en su nueva existencia.

1
Alex
Pero es hija de duques, eso no es alta nobleza?? 🤨🤔
Alex
Pero cuál relación anterior?? Que no los adoptó porque eran huérfanos??? 🤨🤔
Alex
El ex y su abogado 🤬🤬
Alexandra Gualan
Excelente
Carols
La historia tenia un gran potencial, siento que le falto mucho solo habla de la protagonista.
susej orta
Bueno
Ofelia Cruz
Me gustó mucho la historia de Dulce
Sonia Maldonado
bueno y maravilloso personaje e historia me Encanto y fue gratificante leer sobre una mujer empoderada a un trabajo social desde su inicio. me gusto de principio al final
gracias por tan hermosa novela
Pam
me dejo sin aire, que increíble es el empeño del desgraciado por ser un mal perdedor , déspota.
hay que más viene en la historia , esta buena 👍
Niurka Pineda
Excelente
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