El Paraíso De Adán

Adán me saco del lugar casi corriendo, la limusina nos estaba esperando, subi primero y Adán subio despues, cuando la puerta se cerro y el carro avanzo Adán se lanzo a mis labios, sus labios me besaban salvajemente, peleaba por seguirle el ritmo, me comía la boca con furia, sus manos acariciando mis muslos, me jalo hacia el con fuerza y termine subida en su regazo, sus labios no se despegaban de los mios, me apreto contra el fuerte, podia sentir el bulto en sus pantalones apretarse contra mi, sentia un fuego en mi interior que jamas habia sentido, cada parte en donde sus manos me rozaban se encendía en calor, un calor que iba directo hacia mi bajo vientre, Adán me mesia contra el, sus labios bajaron por mi cuello mordiendo y chupando.- Eres una tentacion Eva, he pasado toda la maldita noche en agonía, viendo como todos esos hombres te desvestian con la mirada, eres una coqueta Evangeline, sonriéndole a todos con esa sonrisa que jamas me has dedicado a mi, tu esposo, solo tienes que sonreírme a mi eva, solo mirame a mi, solo mia, para mi.- Adan estaba colérico, salvaje, seguia besando y chupando mi cuello, bajando hacia el puente de mis senos, no podia pensar en nada, mi cerebro se habia quedado en blanco, no habian palabras que decir, jadeos descontrolados se escapaban de mis labios, mientras el me comía salvajemente, me sentia en un carrera contra el reloj, agitada y necesitada sin saber que era lo que necesitaba, solo sabia que no queria que parara, no queria que parara de tocarme, de besarme.- He deseado toda la noche arrancarte ese maldito vestido y follarte en la maldita mesa, en la pared, en el baño, en el piso, en la maldita pista de baile, quiero hundirme tan adentro de ti, quiero escucharte gritar mi nombre, eres mia Eva, solo para mi.- Su boca volvio a la mia, mordía mis labios y chupaba con furia, Cada palabra que salia de su boca, arrancaba gemidos de mis labios, nos besamos y tocamos por horas que parecieron solo minutos, cuando el coche paro.

- Amo Adán hemos llegado.

Me baje del regazo de Adán y el abrió la puerta salio y me ofreció su mano, la tome y sali del auto, su mano se poso en mi espalda y me llevó hasta la entrada, Lana y Ana estaban ahi esperándonos.

- Buenas noches Amo.- las dos hicieron una pequeña reverencia a Adán.

- Señora Krimett la acompañamos a su habitación.

- Mi esposa dormirá conmigo esta noche pueden irse a dormir todos, no quiero a nadie en mi mansion hasta mañana.

Adan me llevo directo a su mansion, apenas entramos y cerro la puerta sus brazos me cargaron y su boca se pego a la mia, me besaba mientras apretaba mis nalgas, caminaba hacia su habitación como si se conociera el camino de memoria, llegamos y abrió la puerta, me solto al frente de la cama y retrocedió, cerro la puerta del cuarto y volteo a verme, su mirada oscurecida, comenzo a quitarse el saco, la corbata y casi se arranco la camisa, Adán era la definision de perfeccion, su piel era malditamente perfecta, sus abdominales marcados tan sensualmente, en un camino directo hacia su entrepierna que parecía que iba a reventar en su pantalon.

- Te gusta lo que ves esposa.

Me quede en silencio solo observándolo, era el hombre más precioso que existía en esta tierra, se acercó a mí observándome como un cazador, me volteo y pego su boca a mi oído.- He estado toda la noche deseando hacer esto.- Oí el sonido de una tela rasgarse, dándome cuenta de que era mi vestido, el maldito demonio había roto mi vestido, la espalda del vestido se abrió en dos, las copas del vestido cayendo hacia adelante, no duro mucho ahí porque Adán termino de romperlo todo y el vestido cayó al piso, solo llevaba una tanga de encaje blanco esa noche, estaba casi desnuda delante de mi esposo por primera vez, sus manos acariciaron mi cintura lentamente y él se pegó a mí.- No me pidas que me detenga Eva, esta vez no me voy a contener, te deseo, he deseado tocarte, besarte y follarte desde la primera vez que te vi, tan dulce y angelical, eres una tentación Evangeline, tentándome a tomarte, a profanar tu delicado y virginal cuerpo.- Adán subió sus manos y apretó mis pechos, un gemido escapo de mis labios, me sentía hechizada, todo mi cuerpo respondía a él, a sus caricias, sus besos, sus palabras.

- Voy a tomarme Eva, desde hoy hasta el final de los tiempos serás mía, solo mía.

Adán me volteó y beso mis labios, me llevo hasta la cama y beso todo mi cuerpo, arrancó mi tanga, yo solo podia gemir mientras lo sentía hacer con mi cuerpo todo lo que quería y me gustaba, quería más, quería todo de él, se levantó y se quitó la ropa faltante, estaba completamente desnudo frente a mí y era un dios, era como una pintura perfecta de un dios, se subió encima de mí y lo sentí en mi entrada, comencé a sentir miedo de lo que pasaría después, Adán acaricio mi rostro y beso mis labios con dulzura.- Seré gentil Mi preciosa Eva.- lo sentí abriéndose paso en mi interior, quemando mi interior, lloriquee en sus labios sintiendo un dolor como jamás había sentido.

- Tranquila preciosa, ya pasará.- Su boca me beso con dulzura y lo sentí hundirse por completo en mi interior, de mis labios escapo un grito y Adán lo callo con sus labios, su cuerpo completamente pegado al mío, sudor caía por mi frente, lo sentía llenándome por completo, el placer y el dolor haciéndose uno solo, apreté sus brazos y sus labios se alejaron de mí.

- Esta es la escena más exótica que mis ojos han visto, mi dulce Ángel temblando de placer y deseo debajo de mí, quieres que te folle Eva, pídelo, quiero escucharlo de tus labios Evangeline.

Estaba temblando debajo de él, deseando recibir todo lo que él me pudiera dar.- Adán.

- Que quieres esposa, pídelo, dime que eres mía, que quieres que te folle.

- Soy tuya Adán, Follame.