Club Blue Moon: El Precio De La Inocencia

Me quedé acostada en la suave cama, mirando al techo, incluso el techo era muy hermoso, me levanté, luego senté en la cama, me quite el calzado, después me pare me quite toda la toma, y solo me deje la ropa interior, me metí debajo de las sábanas suaves, nunca había dormido en una cama así de cómoda, me parecía como si estuviera acostada sobre una nube.

Que lastima, que para dormir en esta cama, tuve que venderme, no era mi objetivo, dormir en una cama cómoda o tener una gran habitación, o ropa bonita, estás cosas han llegado en un mal momento, si la abuela estuviera sana, estaría en mi casa, estudiando en la universidad, pero las cosas no son siempre como las queremos a veces solo con como nos tocan.

Otra chica se sentirá muy feliz de tener estás cosas, yo me siento incluso culpable de quitarle estas cosas a alguien que lo quiera de verdad, pero la vida me ha puesto en esta situación, solo debo cumplir con mi deber, después que la abuela se opere y todo salga bien, en lo que ella hace su recuperación, yo cumplo con este contrato, y después de eso, podemos volver a nuestra vida normal, ella y yo en una casita, tratando de volver a cuando éramos felices.

El sueño se apoderó de mí, y me quedé dormida.

— ¡Despierta!

Me desperté sobresaltada al escuchar una persona hablando fuerte, abrí los ojos, y vi a dos personas en la habitación, me senté en la cama, y me tapé con la sabana, luego me frote los ojos, no estaba 100% alerta, después de unos segundos, estaba totalmente despierta, la luz entraba por la ventana, y podía ver con claridad.

Una mujer de mediana edad, elegantemente vestida, sentada en una silla frente a mi cama, y a su lado un señor mayor, en traje negro que parecía ser un mayordomo.

 — ¿Eres una de esas mujerzuelas que mi hijo suele tener?

¡Oh!, está es la madre del señor Sawiris, con razón se me hacía familiar ese porte que tiene, incluso se parecen mucho, hasta en el carácter.

— ¿Te vas a quedar callada?

¿Qué más podía contestar a eso?, hasta me da vergüenza que de un día al otro me convertí en una mujer de la mala vida, por qué necesito con urgencia ese dinero, pero no me puede arrepentir de salvar la vida del único ser que me ha amado en este mundo.

— Podría decirse que sí.

La mujer me miró por un largo rato sin decir nada, no sé que estaba buscando en mi rostro, de repente dijo.

— Sal, quiero estar a solas con la chica y si mi hijo llega me avisas.

— Si señora.

El hombre salió y cerro la puerta tras de sí, entonces la mujer, me dijo.

— Párate de la cama.

Me agarre la sabana al cuerpo, y me pare de la cama como ella me pidió.

— Quítate la sábana.

— ¿Eh?

— Agradece que deje que Paul saliera, así que obedece.

Me sentí tan humillada, al tener que mostrar mi cuerpo así, aún que sea en ropa interior, pero que opciones tenía, quien sabe lo que me pasaría si desobedezco a esta mujer, deje cae la sabana, ella me miró de arriba abajo, luego dijo.

— Puedes cubrirte.

Me agache, tome la sabana y me cubrí con ella otra vez, me senté en la cama y espere a que la mujer hablara otra vez.

— ¿Que tienes de especial?, me preguntó.

— Nada.

Ella suspiró, incluso sonrió levemente, que extraña es esta señora.

— Si no tienes nada de especial, ¿por qué mi hijo te trajo aquí?, él tiene sus mujeres en el Club, o las lleva al hotel, pero nunca a traído a una mujer de esas, a una propiedad de él, eres la primera, así que debe existir algo en ti, que hace que él haga eso.

— Le salí muy cara, supongo que no quiere que me escape, no soy nada especial, le puede preguntar, incluso existe un contrato de 3 meses, después de eso, ya no me verá por aquí.

— ¿Contrato?

La mujer se quedó pensativa, no sé si la tránquese o la puse más alerta, no me importa en cualquier caso, ya tengo una parte del dinero, y voy a pagar la cirugía de la abuela hoy mismo, no puede perder el tiempo, además mañana es miércoles, puedo ir a verla, sin embargo, ese depósito, lo haré a la cuenta del hospital hoy mismo, desde que está señora se vaya de aquí.

— Espero que sepas tu lugar, mujeres como tú no son adecuadas para mi hijo tener una familia, ¿lo entiendes?

— Si señora, estoy consiente de cuál es mi lugar y mi papel.

Después que dije eso, la mujer se paró de la silla, y sin más salió de la habitación, supongo que ella le dice lo mismo a todas las que su hijo tiene, por qué esas palabras me las dijo Susan ayer, no estamos calificadas para estar con él.

Solo somos iguales en qué somos humanos, pero después de eso, socialmente somos desiguales, aunque tenemos los mismos derechos ante la ley, pero ante la sociedad, yo estaría en la base de la pirámide y el Señor Sawiris en la cúspide, no me interesa escalar hasta arriba o ser como la Cenicienta, por qué esos sueños de que un príncipe, viene y te rescata solo existen en los cuentos de hadas, en la realidad, nada de eso se puede aplicar, las mujeres que se aferran a los hombres ricos la sociedad las ves como oportunistas.

Respire profundo, me pare de la cama envuelta en la sabana, busque mi bolso, me senté otra vez en la cama, saque mi celular, y comencé a llamar al hospital.

— Buenos días, Hospital...

Me tocaron de repente la puerta, me quite el celular rápidamente del oído, cerré la llamada, borre la llamada y entre el celular en el bolso.

— Pase.

La puerta se abrió, y una mujer entro, está vestida impecable, igual que el mayordomo, así que puede ser...

— Hola señorita, mi nombre es Laura, soy el ama de llaves de la mansión del Señor Sawiris él me envió para llevarla a su revisión medica.

— Está bien, me baño y salgo.

— Por favor, salga en menos de 20 minutos.

— Si, claro.

Ella sabio de inmediato, me había olvidado, lo dice en el contrato revisión médica, tendré que dejar los asuntos del hospital de la abuela para más tarde.