Un Mafioso Enamorado

Mientras que Federick pasea con Máximo, Avril y Lyna, Celeste debate en sus pensamientos como seguir a partir de ahora, por un lado piensa que él protege a su esposa haciéndose pasar por soltero y por otro lado quiere creer que ella no le interesa tanto para dar a conocer su situación sentimental. Pero en otro lugar diferente al de ellos, se despierta Michelle de su agradable siesta.

Al no ver a su hija, se alerta, pero sabe que nadie lastimaría a "la hija de su jefe"...

Va al baño a asearse, se cambia de ropa y luego baja, recorre un poco hasta encontrar la cocina...

-Señora Baker, buenas tardes, ¿Desea merendar? - Pregunta una empleada.

Michelle- Sí, gracias.

Santiago- Buenas tardes, señora Baker - Asintió en forma de saludo- Gladys, ¿Me preparas un café?

- Sí señor - Respondió.

Michelle - Señor Santiago, ¿Ha visto a mi hija?

Santiago- Salio con Federick. - No podía mirarla, era desesperante para él

Michelle- ¿Tiene conocimiento, a dónde?

Santiago- Fueron a visitar a Máximo. - Cortó y al punto

Michelle- Ah, que bueno, mi hija ya extrañaba a su hermano.

Santiago- Me imagino.

Michelle- ¿Fueron a su departamento, verdad?

Santiago- Supongo que sí, señora Baker. - Él no pensaba negar que Federick se cruzaría con Celeste, ya que Michelle parecía una mujer interesada únicamente en el dinero, pero que equivocado estaría.

Michelle- ¿Celeste, es buena mujer?

Santiago se sorprendió por tal pregunta, así que no pudo evitar preguntar - ¿Por qué le interesa a la Señora Baker saberlo? -

Michelle- Por Dios, deja de llamarme así, dime solamente por mi nombre, y pregunto porque me da miedo que ella intente dañar a mi hija, solo por tener el apellido de Federick

Santiago- Entiendo. La señorita Ferrer es una agradable mujer, además de simpática... No debe preocuparse, ella no podría lastimar a un ser inocente.

Michelle- Muchas gracias por tus palabras, pero que no te escuche Federick.

Santiago- ¿Por qué lo dice, señora? No entiendo. - La Volteo a mirar con atención

Michelle - Hablas como un hombre enamorado.

Santiago- No, señora, solo he dicho lo que he visto de la señorita Ferrer. No sé confunda, no estoy enamorado de ella. - La fulmino con sus ojos

Michelle- Mejor así, no sería bueno perder un amigo.

Santiago- No soy su amigo, señora. - Fue grosero

Michelle- Pero sí de Federick.

Santiago- No debe interesarle nuestra amistad - Gladys le entregó su Café y él se retiró con la taza.

-¡Qué hombre, hermoso, pero de mal genio! - Exclamó Michelle cuando él se fue.

...

Santiago por su parte estaba enojado, ya que él nunca trataría mal a las mujeres, pero había algo en Michelle que lo sacaba de quicio, tal vez saber que se valoraba poco al estar con un hombre enamorado de otra, o tal vez porque a ella no le importaba nada, solo su propia comodidad, parecía egoísta e interesada monetariamente... Pero sabía que había algo más detrás de todos esos sentimientos, él admiraba a esa pelirroja por pedir ayuda cuando lo necesitaba, poniendo su vida en pausa con un simple amigo...

Santiago entendía que su irá interior iba más allá de las apariencias, sino que le interesaba la esposa de su amigo y ¿Cómo podía hacer algo así? La sentía cerca y su cuerpo quería reaccionar de diferentes formas, por eso su conciencia lo traicionó halagadola cuando las vio entrar a la Mansión, sin saber todavía quien era. Por eso más que nada, su mente reclamaba la idiotes que dijo, y solo Fingió reclamándole a Federick por Celeste.