No quería vender mi hotel, era un regalo de mi madre los terrenos y paisajes, pero su constructora era su vida. Ahora tendré que venderlo a un Hombre hermosamente arrogante, con un atractivo que me deja con muchas ganas de mas. Sin saber que nos depara el destino
NovelToon tiene autorización de Katty Montilla para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO 9
-Arnold
Disculpa, es que no puedo creer que estés aquí. ¿No es un sueño, verdad?
Entonces tú eres la famosa dueña de la Constructora Palmer.
-Alis
Si yo soy la Ingeniera y dueña, Alis Palmer. Y bueno, espero no sea tan importante su llamada como para volver a la avioneta y estar de regreso a donde pueda obtener señal, de pronto su esposa pueda esperar hasta su regresó, le hubiera traído con usted.
"Siento como mis pómulos se encienden"
Si me permite vamos a la oficina a que verifique el contrato y las cláusulas del mismo.
-Arnold
Claro que si después de usted.
Mis pensamientos me llevan a otro nivel al ver tan hermoso cuerpo, la vista desde atrás es magnífica, esto ha de ser un sueño, pero no quiero despertar, deseo poner mis manos en sus redondas y torneadas nalgas, siento como palpita mi pene entre mis pantalones deseando salir al encuentro de su vagina que ha de ser tan deliciosa como toda ella.
-Alis
Sr Belmonte
-Arnold
Lo siento Srta.
Me decía
-Alis
Este es el contrato
"Con voz temblorosa y sus mejillas encendidas le hace entrega del contrato y le señala las cláusulas" _Ambos aspiran el olor de cada uno, una fragancia invade la oficina dos cuerpos que se desean mutuamente, por un momento cierran los ojos, esperando uno del otro algo y no saben que, quizás un beso, una caricia. Y justo cuando están por besarse, se oye en la puerta toc,toc.
-Arnold
Maldita sea, lo siento de verdad discúlpenme Srta
-Alis
No se preocupe, creo que la calor marea un poco.
¿Quién es?
_Pedro
Srta Palmer ¿necesita que le traiga un aperitivo?
-Alis
Por favor traenos unos refrescos de curuba.
Pedro
Si, Señorita enseguida
-Alis
Usted debe tener apetito aunque el viaje no es tan largo ya casi es hora de almuerzo, pediré que preparen uno de los platos típicos de la Región.
-Arnold
Alis no me trate de usted, por favor dígame Arnold. Y pues se me abrió el apetito.
Por lo que pude mirar en el contrato tiene usted unas cláusulas muy especiales, la de conservar a los empleados me parece una buena idea. Se lo iba a pedir, si los podía conservar pues ellos conocen el lugar mejor que nadie e imaginó son de su entera confianza.
-Alis
Si ellos viven cerca de este lugar y mi madre los conocía muy bien. Antes de que este lugar lo convirtiera en un hotel era una zona aún no habitada mi madre una mujer aventurera lo compró ya que su antiguo dueño no deseaba hacer nada con el.
Me alegro que quieras conservarlos.
-Pedro
Disculpe Srta acá están los refrescos.
Gracias Pedro eres muy amable.
Ve y dile a las chicas que hoy preparen la especialidad para el almuerzo uno de los platos de la Región
Atenderemos a nuestro invitado de honor. Y para la cena que se luzcan con el plato de morrocoy
-Pedro
Si srta Palmer como usted lo ordene
-Alis
Bueno esta tierra es mágica. Su flora su fauna. Todo eb ella es de admirar. Veras que no te arrepentiras
-Arnold
Se que no lo hare, bueno todo depende ¿Quiero dar un recorrido?¿Puedes ser mi guía?
-Alis
Le pediré a algunas de las chicas que te lleve.
-Arnold
Lo siento pero si no eres tú, me temo que no podré pagar tanto por el hotel. Aún no firmó. Y quien mas que la que hizo real lo irreal en este hermoso lugar para llevarme hasta los rincones más recónditos. Ademas has de conocer estas tierras como la palma de tu mano.
-Alis
No es justo, es un vil chantaje.
Recuerdas que me debes una llamada, una cita y un plantón.
-Alis
Lo siento, pero debía tener todo arreglado. Además no tienes fama de ser muy condescendiente.
-Arnold
Eso lo tienes que averiguar tu.
A Alis la sangre se le subió al rostro de tanta vergüenza que sintió en ese momento, su vista bajó desde su cara hasta su pecho, algunos botones dejaban al descubierto una parte de su pecho velludo, imaginarse estar entre ese pecho la ponía a mil y su cuerpo deseaba estar acobijada por ese hombre vigoroso. Esos hermosos hoyuelos que aparecian al sonrreir deseaba poder siquiera tocarlos.No quería sentir esas sensaciones extrañas. Estaría enferma se preguntaba. ¿Porque nunca habia sentido algo igual?¿Seria verdad lo que su amiga le dijo la noche anterior? ¿Asi se siente estar enamorado?
De repente Arnold la baja al planeta tierra.