Atrapada En El Callejón

 Un mes pasó como si de una semana se tratase, Byron estaba en su oficina como siempre, cuando una mujer se presentó ante él como la hermana de su prometida, le pareció algo raro que apareciera de la nada y en su oficina ¿cómo es que había pasado eso? Tendría que hablar con un par de empleados luego. Esa mujer se presentó ante él como si fuera un ángel que iba a preguntar por su hermana, le dijo que hace mucho que no la veía porque tenía una mala relación con su padre.

—¿Podría ser más directa sobre su visita a mí y no a mi prometida? Usted no tiene nada que ver conmigo hasta donde yo sé. —dice Byron, fastidiado, odia la idea de que lo molesten en el trabajo.

—Está bien, seré más directa; quiero darle una sorpresa a mi hermana después de no vernos por años… así que esperaba que me ayudes, quiero que me lleves a la casa que comparten para visitarla y darle una carta de nuestros padres, quieren hablar con ella. —contesta intentando parecer lo más inocente posible

—La llamaré y le preguntaré si quiere verla, ¿le parece bien eso? —contesta fastidiado.

—¡Para nada! Tiene que ser una sorpresa, no la veo hace mucho, entiéndeme.

—Está bien, yo volveré ahora, ya es tarde de todas formas, la llevo entonces —habla sin expresiones, todos sus empleados miraban extraño a la mujer que iba junto a su jefe, pero él no le dio importancia y se fue a la casa, cuando llegaron Samara aún no estaba en casa por lo que Byron se quedó esperando en la sala con esa molesta mujer, notó al instante que algo pasaba, pero decidió no darle importancia y seguir ignorándola.

 Samara llegó finalmente, estaba completamente cansada, había sido un día terrible y solo quería comer algo y dormir, sabía que Byron seguramente se quedaría trabajando hasta tarde como siempre y pensó en pedir comida para los dos y dejarle para cuando llegara a casa, eso hizo, ahora solo quedaba esperar. Entró a la casa y vio a Byron sentado en la sala, pero lo que más le sorprendió fue ver junto a quien estaba sentado, Luna al ver a su hermana llegar, tomó a Byron del cuello de la camisa y lo besó, ante esta acción, él se sorprendió y la sacó dándose cuenta de que ella estaba mirando para la puerta donde estaba Samara con una expresión de sorpresa, ella dejó caer su celular al suelo y su expresión cambió a una de enojo.

—Hermana, llegaste ¡Tenía tantas ganas de verte hoy! ¿Cómo estás? —Comenta ella con una sonrisa de burla, ante esto, Samara se acerca hasta los dos y sonríe.

—Tu hermana está completamente loca, cariño, yo de verdad… —Antes de que Byron termine la frase, Samara tomó a Luna del pelo y comenzó a arrastrarla por el piso.

—Suéltame ¡Loca! —grita ella intentando soltarse sin lograrlo, Byron estaba algo sorprendido, pero le dio gracia la situación.

—No quiero volver a verte ¿Me escuchaste? La próxima vez, voy a matarte, maldita idiota —Luna logró soltarse y quiso golpear a Samara quien estaba lista para seguir con la pelea, pero él se metió en el medio evitando que Luna golpee a su prometida.

—No es necesario que te ensucies las manos con esta mujer, seguridad, llévenla afuera, no es necesario que sean suaves —Así fue como se llevaron a Luna mientras ella gritaba que no podían tratarla así, por otro lado, Byron y Samara quedaron frente a frente, ella sin decir nada solo subió a la habitación, él iba a seguirla cuando le avisaron que la comida había llegado, supuso que Samara había pedido para ella así que la iba a dejar en la cocina, pero cuando la sacó se dio cuenta de que había comida para dos personas. Ella pensaba en él o quizá planeaba comer con alguien en su casa, como él siempre llega tarde. Agarró la comida y el celular de Samara que estaba en el suelo y subió con ella.

—Llegó la comida y dejaste tu celular —comenta él viendo a Samara en el balcón mirando el cielo sentada en el piso.

—Gracias, no voy a comer, no tengo hambre, había pedido para ti también, por si tú tienes hambre —Con eso confirmó que la comida era para él, pero no entendía la reacción de la chica ¿Estaba celosa? Byron se sentó junto a ella y miró hacia el cielo, estaba hermoso esa noche.

—¿Puedes decirme que es lo que pasó hace un rato abajo? Debo decir que estoy algo confundido, acaso tú ¿estabas celosa? —pregunta ansioso por una respuesta

—No estaba celosa Byron, estoy cansada de todo esto, no me importa las miles de mujeres con las que te acuestes, ¿pero realmente era necesario que sea ella? —contesta con un tono triste, era como si hubiera algo más que la ponía así.

—No hice nada con ella, hoy apareció en mi oficina y dijo que hace mucho que no te veía y que quería darte una sorpresa y una carta de tus padres. —confiesa él, pero ella siente un escalofrío al escuchar sobre sus padres.

—¿Habló sobre mis padres?, ellos… ¿Están en Italia? No, no puede ser cierto, solo quería darme una carta, no están cerca o vendrían personalmente ¿O no? —habla ella nerviosa, tenía mucho miedo de que sus padres aparecieran frente a ella, tanto que había comenzado a temblar, ese día no podía ser peor.

—Oye, Samara, cálmate. Tranquila —dice Byron en un intento de ayudar, pero al ver que ella estaba temblando la abrazó con fuerza haciendo que ella se aferre a él, a ese abrazo que realmente necesitaba; Luego de un rato ella se calmó y lo soltó para agarrar la comida.

—En realidad, moría de hambre, solo que esa mujer, me saca las ganas de absolutamente todo. —confiesa ella agarrando la comida que había pedido, al final terminaron comiendo sentados en el balcón.

—Nunca había hecho algo así —dice Byron cuando terminaron de comer, mientras juntaban las cosas para tirarlas a la basura.

—¿Pedir comida rápida? —pregunta ella con una sonrisa de burla.

—No eso, comer en el piso así, hablar sin pensar en el trabajo. —contesta con sinceridad

—Es terapéutico, de vez en cuando deberías hacerlo, yo… hace mucho que no lo hacía, pero, el ver las estrellas, sentir el clima cálido de la noche en verano, es simplemente hermoso. —ella dejó todo en una bolsa mientras se sentía relajada.

—¿Por qué no lo hacías hace mucho?

—A mi ex pareja no le agradaba la idea, además siempre estaba trabajando y no tenía tiempo, olvidé muchas cosas que hacía antes. —Ambos siguieron hablando por un rato más y luego se fueron a dormir, ya se habían acostumbrado a dormir juntos, ya que si dormían separados correrían el riesgo de que los padres de Byron los encuentren en alguna visita sorpresa, de todas formas a ninguno de los dos les molestaba hacerlo.

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