Bruno se niega a una vida impuesta por su padre y acaba cuidando a Nicolás, el hijo ciego de un mafioso. Lo que comienza como un castigo pronto se convierte en una encrucijada entre lealtad, deseo y un amor tan intenso como imposible, destinado a arder en secreto… y a consumirse en la tragedia.
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MOSTRÓ
El reloj marcaba las siete de la noche. Mi celular empezó a timbrar. Era una llamada de Nicolás. Iker configuró el celular de nuestro jefe para que, a pesar de su discapacidad, pudiera usarlo sin necesidad de nadie.
—¿En qué puedo ayudarte? —pregunté al responder la llamada.
—Es hora de mi baño. Necesito que me ayudes.
¡Lo había olvidado! ¡Changos! ¿Cómo debía ayudar a Nicolás en el baño? ¿Estaría completamente desnudo? ¿Tendría que tocar su cuerpo? ¡Esto me estaba causando algo inexplicable!
—Voy.
—Aquí te espero.
Me levanté de mi cama, estaba terminando de instalar unas aplicaciones en mi celular y salí a toda velocidad. Al entrar en la habitación de Nicolás, me sorprendió mucho verlo sentado en la orilla de su cama. ¿Qué sentirá este hombre? ¿Se aburrirá de estar así?
—¡Ya estoy aquí! —Avise.
—Si, escuché cuando abriste la puerta.
¿Qué tanto piensa cuando se sienta a solas en el sofá de su habitación? Esta vez no me pidió que le pusiera música y fue un poco inesperado viendo que el cigarrillo que yo le había encendido hace media hora, aún no se terminaba de consumir. ¿Se había apagado a medio fume?
—¿Que debo hacer? —Pregunté para poder empezar a moverme.
—Llena la tina con agua. Me gusta caliente, que se vea el vapor. Vierte un poco de sales relajantes y usa aceites de albahaca. Todo está en el mueble del baño, primer cajón.
—De acuerdo.
Entré al baño, esta vez me dirigí a la ducha y la tina de porcelana blanca era enorme. ¡Ni siquiera me había percatado hace rato! ¿Un baño para él solo? Abrí las llaves del agua y nivelé para que estuviera caliente a temperatura soportable. ¡Mezclar sales! El aceite de albahaca olía delicioso, al mezclarlo con el agua y las sales, el aroma se intensificó. ¡Un baño que parecía caldo! ¿Por qué ponerle sales al agua? Solo faltaban las verduras y la carne. ¿Nicolás era la carne y yo la cuchara para menearlo?
Quise salir del baño. De pronto no entendía porque estaba aquí. ¡¿Que me pasaba?!
—La tina se está llenando y ya añadí las sales que me pediste. ¿Necesitas algo más?
—Sí. Alista mi ropa. Entra a mi closet y prepara mis prendas para dormir. Después de elegir mi ropa, quiero que enciendas un poco de esencia y prepares mi cigarrillo.
¡Mas tabaco! ¿Por qué le gustaba fumar tanto?
—Por supuesto —no tenía otra opción.
¿Cómo debía sentirse ese hombre de estar sentado en la cama todo el día sin hacer realmente nada? ¡Yo me sentiría muy fastidiado si estuviera en su lugar!
En su closet encontré ropa elegante. Trajes negros, grises y azules. En los cajones busque ropa interior, playeras y pantalones para dormir. ¿Qué clase de narco era él? ¡Uno muy elegante! Cuando encontré la ropa adecuada, salí y la acomodé sobre la cubierta de la cómoda del cuarto de baño.
—¿Dónde está la esencia que quieres que prenda?
—En el último cajón del mueble que está en el baño.
Lo abrí y encontré una vela aromática. Supuse que esa era la dichosa esencia. La encendí. Cerré las llaves de agua y la tina ya estaba llena.
—Listo. ¿Algo más? —Quise mirarle un poco, seguía inmóvil en la cama y yo me sujetaba del marco de la puerta.
—Mis cigarrillos. Llévalos y ponlos cerca de mi tina.
—Sí.
Tome la cajetilla de cigarrillos y un encendedor.
—Bien, supongo que es hora de llevarte al baño.
Tome sus manos y él se puso de pie. Comenzamos a avanzar, cruzamos la puerta.
—¿Pondrás música? —Pronunció curioso.
—¿Que música quieres que ponga?
—Busca YOUTH 83.
—Va.
Volví a la habitación por la bocina Bluetooth y en mi celular busqué el artista. Cerré la puerta del baño y puse la bocina sobre la cómoda.
Nicolas estaba de pie, inmóvil, esperando por mí.
—Genial. Me gusta esa canción.
Sonaba Keeper.
—No imagine que a ti te gustaría este tipo de música.
—¿Qué imaginabas que me gustaba escuchar?
—Pensé que, como eres narco, debería gustarte la música ranchera o los corridos bélicos. ¡Ya sabes!
—¿Por qué soy narco? —Su voz me causó nervios.
—Yo...
—No me gusta esa música. ¿Te puedes concentrar en mi baño? —Sentí que se había molestado por mi comentario.
Asentí.
—¿En qué debo ayudarte? —Mi pregunta era tonta.
Era evidente que debía ayudarle en todo, pero hasta este punto, mi mente ya había pensado en la posibilidad de verlo completamente desnudo y de tener que bañarlo con mis propias manos. ¡Esto nunca imaginé llevarlo a la realidad!
—Quiero entrar al agua. Quítame la ropa.
Esa era la primera vez en mi vida que iba a hacer algo como eso. ¡Desnudar a un hombre!
Tragué saliva.
—Bueno.
Me detuve enfrente. Acerqué mis manos a su abdomen y levanté la camiseta. Sus brazos se extendieron para arriba y tuve que ponerme de puntitas para lograr sacar la playera. Su abdomen estaba marcado y había vello en su pecho y en cada cuadro de sus músculos. ¡Se veía súper bien! Como si alguien hubiese dibujado con el carboncillo de un lápiz vellos bien acomodados entre sus poros.
—Te quitare los pantalones.
—Adelante. Dependo de ti.
Pose mis manos sobre la hebilla de su cinturón, afloje el cinto y desabroche. ¡Otra vez! Comencé a deslizar y su ropa interior apareció justo frente a mis ojos. Me agaché. ¡El bulto enorme! El aroma de la vela me provocó una sensación extraña y el rozar mis dedos por sus piernas me hizo sentir chispas. ¡Más vellos!
Alzó sus pies. Uno por uno, quite los calcetines y aún, el bóxer seguía cubriendo su hombría. ¿Debía hacer esto? Jamás pensé que terminaría pasando mi verano para poder ayudar a un hombre invidente. ¡Canijo padre mío! ¡Canija ceguera de Nicolás! ¡Canija vida!
—¿Me vas a quitar la ropa interior?
Trague saliva, no me sentía del todo seguro.
—Yo... —Me sentía muy nervioso.
—Descuida. Yo haré eso.
Su movimiento fue rápido. Se encorvó un poco y deslizó la prenda hasta retirarla de sí.
Más vello apareció frente a mí y su pene estaba demasiado grande para estar dormido. ¡Increíble! ¡El mío no era así! Nunca había visto algo tan grande. Ni siquiera me di a la tarea de imaginar que así sería uno ajeno en la vida real pero bueno, es que en los libros de ciencias naturales solo había imágenes y mi cuerpo estaba terminando de madurar. ¡Esta era una trompa de elefante!
—Te quitaré el paliacate de los ojos. ¿Puedes agacharte un poco? Es que estás alto.
Me posicioné detrás de él y aflojé el nudo del paliacate.
Tomé su mano y lo conduje hasta la tina. Con mucho cuidado, entro en el agua y se sentó en la tina.
—¡Esto está muy bien! El agua es perfecta.
—¿La temperatura está bien?
—Sí. Te quedó bien.
—¡Genial! Yo... ¿Quieres que te deje solo un rato? Estaré en la sala de tu habitación, así puedes...
—No me molesta que estés aquí.
¿Debía irme? ¿Dejarlo a solas en la tina llena de agua? ¿Y si le pasaba algún accidente por dejarlo solo?
—De acuerdo. Te haré compañía.
—¿Alguna vez tomaste un baño como este?
Sus párpados permanecían cerrados y, a pesar de ya no tener vendados los ojos, no entendía porque no los abría. ¿Se había acostumbrado a tenerlos en oscuridad? ¿Le gustará estar ciego?
—No. Jamás. La verdad si me sorprendió que me pidieras ponerle sales al agua. ¡Nunca pensé que los mafiosos se bañaran así!
Dejó escapar una risita corta. Supongo que ya solo faltaban las verduras en la tina para que esto fuera un caldo, la carne esta adentro.
—Enciende un cigarro para mí.
Hice lo que me pidió. Lo puse entre sus dedos y él hizo el resto. Mi hermano solía fumar, una vez me enseñó por eso no se me dificultó encender el puro. Caló un poco del cigarro y el humo que exhaló, no olía igual que el tabaco de su cigarro anterior. ¿Qué era este olor?
—¿Por qué te gusta fumar?
—¿Te molesta?
—Un poco.
—Ni modo. Estas en mi casa.
—Te estas quemando los pulmones. Eso no es muy inteligente de tu parte.
—¿Y eso te afecta?
—Se supone que debo cuidar de ti, entonces...
—¡No hables más! Metete a la tina —ordeno él.
—¡¿Qué?!
—Que entres al agua. Esta tina es lo suficientemente grande para los dos.
¿Por qué me pedía eso? ¡Su lado engreído había vuelto a flote!
Nico me gusta... quiero saber más!!!
unos capítulos más, porfaaaaa
Estoy encantada de leerte nuevamente 🤗
Voy leyendo todas tus novelas de a poco...
Dejo unas flores y pronto algún voto!!! por favor no dejes de actualizar, me gusta mucho como viene esta historia 💪♥️