Lucía había enterrado su pasado para comenzar una nueva vida, pero las malas costumbres siempre se quedan. Charlie sería su nuevo objetivo, sin imaginar que él también ocultaba un oscuro secreto. Sus acciones traerán consecuencias para aquellos que los rodean sin perder su único objetivo, la obsesión.
Las apariencias a veces no son lo que ves, estás ocultan el otro lado de la moneda y Lucía no es ni buena ni mala, solo mentalmente inestable y físicamente una diosa sin presentes.
Esta no es la típica historia de amor. El deseo, la lujuria y el control emocional y psicólogo es lo que Lucía y Charlie provocan a los demas, hasta que ellos se encuentran y toda lógica cambia su vida.
Esta novela está subida de tono y puede tocar temas sensibles. Solo para lectores de 18+.
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"8 En evidencia.
Charlie no dudo en rozar sus labios con la yema de sus dedos. Deseaba poder besar y probar sus labios, pues sentía que lo llamaban.
"Bien, a partir de ahora eres mi novia." La toma de la cintura y la pega a él. Quería sucumbir ante sus ganas y deseos, así que no tuvo más opción que ser fuerte. Lo único que hizo fue plantar un beso en su cuello y apartarse de inmediato, necesitaba un baño frío con urgencia.
Lucía sonríe por lo que hizo, tocando la parte de su cuello que él besó.
Mientras se duchaba, ella quiso recorrer la habitación y mirar todas sus fotografías. Pensaba que Charlie estaba completamente desquiciado y loco, pero después pensó que ella también hizo lo mismo.
Al darse cuenta de la ironía se ríe de ella misma, estar del otro lado de la moneda la hacía comprender en lo equivocada y tonta que pudo ser para caer tan bajo.
Él había salido de la ducha sin hacer ruido al caminar descalzo. Pudo notar como Lucía sonreía al ver todas sus fotografías. Al fin siente que sonríe con sinceridad, pues siempre supo que forzaba su sonrisa con la sociedad.
Ella se da cuenta de que la observa y voltea a verlo de una manera diferente.
Llevaba puesto únicamente ropa interior, está sería la primera vez que lo mira casi desnudo. Ella no imaginaba que debajo de ese traje había un hombre fuerte y musculoso.
Era tan atractivo que no podía dejar de ver.
"¿Te gusta lo que ves?" Ella reacciona y se apresura en entrar a la cama.
"Cierra la puerta y apaga las luces antes de salir."
Charlie apaga las luces, pero no tenía intenciones de salir de la habitación.
"¡Que haces! No dormiré a tu lado, es demasiado para mí." Él la jala y con su fuerza termina rodeando su cintura y aprisionando su cuerpo con el de él.
"No te haré nada, solo quiero dormir con mi novia de esta manera." Lucía podía oler el aroma fresco del jabón y la loción corporal de su pecho.
Ella nunca antes había estado así de íntima con un hombre. Estaba molesta con él, pero a esa edad y sin sentir las caricias de un hombre, despertaban las ganas y el deseo de querer hacerlo aunque sea una vez.
¡No, con él no Lucía! Este idiota piensa que sentiré algún afecto por él. ¡Pero se equivoca! Tendré que pensar en como apartarlo de mí poco a poco. Estoy segura de que mis padres no hubieran deseado que estuviera con un hombre como él. Ya fue suficiente de vivir como una criminal." Piensa estando acostada, ya que no puede conciliar el sueño.
A la mañana siguiente, despierta esperando que todo lo de ayer pudiera haber sido un sueño, pero al ver qué no estaba en su cama se decepcionó.
Charlie se había aferrado a su cuerpo por la noche que incluso en la mañana no podía zafarse de él.
Entonces recordo que él no llevaba más que calzoncillos puestos. También sintió como su vestido se había subido durante la noche y ahora podía sentir algo duro detrás de ella.
Se sintió muy avergonzada, sus mejillas estaban rojas, haciendo lucir aún más hermoso su piel clara por la mañana.
"Buenos días." Susurra Charlie a su oído, mientras intenta estirarse a un aferrado a ella.
Lucía sintió como esa cosa dura se había repujado a un más cuando se estiró.
"¡Oye! ¡Mi trasero bobo!" Charlie río, pero al ver por debajo de las sábanas río aún más cuando vio sus pantaletas de florecitas.
"¿Acaso eres una niña? ¿Intentas seducirme con ropa interior colorida?" Lucía bajo su vestido en ese instante.
"No sé si recuerdas que ayer llegué al trabajo en ropa holgada. Tampoco es como que esperaba a que alguien viera por debajo de mi ropa."
Él no pudo sentirse más feliz, eso solo le confirmó que ella no iba en serio con su hermano Lucas anoche y fue él quien malinterpreto a Lucía.
Lucía ya no sabía si iba a trabajar ese día, ya que su loco jefe se había despertado tan tarde.
Después de salir del baño se asusta. Había olvidado a su perro. Por la conmoción se había olvidado que su mascota era quien la esperaba al regresar.
"¡Diablos! ¡Lo olvidé!" Se apresura a ponerse los tacones y busca a Charlie, ya que no se encontraba en la habitación.
Al verlo vestido y comiendo pan tostado se acerca a él con desesperación.
"¡Llévame a casa! Necesito llegar, mi perro está solo uno hay nadie que lo alimente." Él la mira recargado en la barra de la cocina, no tenía intenciones de moverse, así que saca su celular y le muestra la pantalla.
"Tu perro está bien. Mi asistente fue a tu departamento y lo alimento, no tienes por qué preocuparte."
"¿Tú asistente? ¿Que no soy yo tu asistente? ¡Espera, ese no es el punto! No entiendo porque irrumpieron en mi hogar. ¡Que les da el derecho si quiera de haberlo hecho!"
"Bonitas fotos." Le muestra más imágenes. Aún había algunas fotos de él pegadas en la pared y algunas otras estaban hechas bolas en el suelo.
"¡Borra eso!" Él eleva su celular hasta arriba, pues no piensa eliminar las evidencias de que ella lo acosaba.
"¡Olvídalo! Quiero imaginar que aún sientes algo por mí. Mejor ve y toma una ducha, en unos minutos llegará el vestido que te mandé a pedir. Recuerda que todavía debemos asistir al evento."
Lucía molesta solo pisoteo el piso mostrando su descontento. No tenía su teléfono y tampoco sabía dónde estaba, no tuvo más opcion que ir a bañarse y esperar por su ropa.