La Desendecia De Los YANKELEVICH

JEAN abrazó a Xiao para darle consuelo, porque al ver los rostros de Nasir y Harry, supo lo que había pasado; una nueva tristeza iba a cubrir a su familia, no sabía de dónde iba a sacar fuerza para poder apoyar a su esposa, porque sabía que iba a estar destrozada.

En el momento en que ellos se pararon enfrente, JEAN, con una frialdad, pero con un tono triste, dice. - tienen que decirlo en voz alta para que ella lo pueda asimilar.

Harry se sentó a un lado de Xiao, dejándola en medio de los dos, empezó a acariciar su cabeza y con un dolor empezó a decir. - Xiao, antes que nada, recuerda que tú nunca vas a estar sola, nosotros vamos a cuidar de ti siempre.

Somos tu familia, siempre tienes que apoyarte en cada uno de nosotros y recuerda que más que Dulía, tú eres la que representa a la maestra Estela, la que va a representar a Adonis.

Siempre mantén tu cabeza en alto y nunca vas a dejar que nadie te haga menos, porque tú tienes una gran familia.

Mi niña, tu mamá Estela, murió mientras dormía, fue algo tranquilo, nos dijo el médico que no sufrió. No quiero darte los detalles del doctor, te lo diré como yo lo entiendo; ella, tenía un corazón que latía por Adonis.

Al faltar Adonis, tal parece que su corazón ya no quiso seguir latiendo, necesitaba de ese hombre que lo motivaba a seguir. Princesita, por favor, no queremos que te enojes con tu madre; trata de entenderla.

Recuerda que no había un Adonis, si no estaba una Estela y no había una Estela sin un Adonis; esos dos siempre van a estar juntos y sabes por qué ellos van a estar tranquilos, porque saben que tú no vas a estar sola, nos tienes a todos nosotros para cuidarte.

Xiao tenía su cabeza en el hombro de JEAN, sus lágrimas no dejaban de salir, pero escuchó todo lo que Harry le dijo; tragó saliva con fuerza, con una voz entrecortada le dice. - Creo que mamá dejó de sufrir, voy a creer que está con papá, que son felices, aunque los voy a extrañar mucho, no quería perderlos al mismo tiempo.

Tío JEAN, tío Harry, ¿ustedes creen que soy egoísta? Es que, por un lado, trato de entender que me dejaran, pero, por otro lado, deseo gritarles, reclamarles por dejarme, porque ya no podré volver a verlos, no podré volver a abrazarlos o pedirles sus consejos.

JEAN se movió un poco y tomó su rostro con sus dos manos, la miró a los ojos, en ese momento le dijo. - Xiao, no eres egoísta, es normal que te sientas así, perdiste a las dos personas más importantes para ti.

Pero princesita, no te dejes llevar por ese enojo, trata de que no te controle y recuerda que tus padres te amaban, que siempre quisieron lo mejor para ti, pero lo más importante, que no te dejaron sola, que nosotros seguiremos cuidándote, como si fueran ellos mismos.

Xiao ya no pudo decir nada, solo se dejó llevar por el dolor de su pérdida; empezó a llorar con fuerza. JEAN la abrazó por un momento, después terminó en los brazos de Harry.

JEAN se puso de pie y aunque no quería dejarla, tuvo que hacerlo; sabía que NEYLANE lo iba a estar necesitando a su lado, le pidió a Harry que no la dejara sola, que se la pasara con ella.

Harry le dijo que fuera con NEYLANE, que él iba a estar con Xiao, que no la dejaría sola. JEAN empezó a caminar y Nasir decidió quedarse al lado de Xiao.

JEAN caminó hasta llegar a la casa, encontró a NEYLANE sentada en la sala, estaba sola y aunque estaba inmóvil, con la mirada perdida, sin hacer un ruido, pero sus ojos no dejaban de derramar sus lágrimas.

Se acercó a ella y la abrazó, no le dijo nada, solo trató de darle consuelo, de mostrarle que iba a estar con ella en todo momento; estuvieron casi una hora solos, porque algunos de la familia estaban con el cuerpo esperando su preparación, otros viendo lo de la fosa, otros con la gente del pueblo tratando, otros cuidando de los bisnietos que ya eran unos adolescentes que estaban entre los 8 y 16 años.

Otra parte de la familia se fue con Max, que se puso muy mal con la muerte de su hermana; otra parte cuidaba de Lionidas que la muerte de Estela lo puso mal de la presión, porque ella era como su hermana, su mejor amiga, la persona que más lo había apoyado en esa vida, la que lo escuchaba y daba consejos, le estaba doliendo tanto que su pecho lo sentía muy presionado.

Terminó en el hospital junto con Max. Gran parte de la familia se fue con ellos, para estar cuidándolos y sobre todo, a Daniel, como Agramon, que se miraban tristes, decaídos, estaban preocupados por ellos, porque no hablaban, no comentaban nada.

Dulía, a pesar de lo mal que se sentía, prefirió estar trabajando y Tao se quedó a su lado para asegurarse que estuviera bien; aunque él estaba preocupado por Xiao, quería ir a verla para saber cómo estaba.

Pero dejar a Dulía sola no era algo que pudiera hacer, lo único que lo dejó un poco tranquilo fue lo que Adal le dijo, de que no se preocupara por ella, porque ella no estaba sola.

Adal y Dasha estuvieron con ellos, cuidando de Dulía. La miraban triste, sus decisiones en ese momento no eran las mejores; con ellos también estaban Paola y Joshua, que se estaban encargando de la seguridad tecnológica, tratando de evitar un hacker o que la información de la muerte de Adonis se hiciera pública, no podían permitir que los protegidos o los aliados que Estela, como Adonis lograron se salieran de su control.

Lían y la pequeña Zuria estaban en las torres vigilando la seguridad de la isla; no podían permitirse un ataque en ese momento.

La familia estaba vulnerable y si uno de sus enemigos estaba enterado de lo que había pasado, podrían aprovecharlo para atacarlos.

Todos en la familia se habían organizado bien, Lían, Nasir, junto con Adal, habían logrado una buena estrategia para proteger a todos tanto dentro de la isla, como en el exterior, hacer que el mundo entero los viera como si nada pasara.

El pequeño Miller era uno de los que más estaban sufriendo con la muerte de Adonis, estaba tan unido a él, que le enseñó de todo, sus técnicas, sus procedimientos. Siempre estuvo a su lado hasta el día en que se casó, pero aún así siempre le marcaba para pedirle consejos, para ser el esposo perfecto, así como él lo fue con Estela.

Él, sí necesitó que le diera un calmante porque se puso muy mal con su muerte, simplemente era algo que no lo podía creer, que no quería aceptar; Marha, Saraí, Miller y la pequeña Maritza se quedaron a su lado cuidándolo, tenían que esperar que despertara para darle la noticia de la muerte de Estela, otro golpe fuerte para él.

La pequeña Neylane, que estaba muy unida a Estela, era como su segunda madre, también se puso muy mal, estaba desconsolada; Andrés era quien cuidaba de ella, no pensaba dejar que nada le pasara, aunque no necesitó un tranquilizante, si se la había pasado llorando desde que se enteró de su muerte.

Toda la familia se estaba apoyando, no estaban dejando nada a la ligera y no se pensaba dejar sorprender por nada ni nadie.

Nain cuando despertó, se levantó alterado al no verla, la buscó en toda la habitación y al no encontrarla salió de la habitación; al llegar a la sala se encontró con Adal, quien le dijo lo que había pasado con Estela, terminó pidiéndole que fuera a ayudar a Lían y la pequeña Zuria en las torres.

Él, por un momento, se negó, quería ir a buscar a Xiao, quería saber cómo estaba, pero Adal, le pidió que la dejara sola, que no se preocupara por ella, que no estaba sola, que en ese momento ella ya estaba acompañada por su abuelito JEAN.

Terminó pidiéndole que los apoyara con la seguridad de la isla, porque en ese momento todos en la familia estaban sin poder concentrarse.

Nain, aunque no lo deseaba, terminó aceptándolo, porque antes que nada tenía que proteger a su familia, no dejar que nada les pasara y en la seguridad él era uno de los mejores.

Esa noche velaron a Estela. Harry se la pasó al lado de Xiao, no la dejó sola ni un solo minuto, la hizo comer algo de comida, la hizo tomar agua, la estuvo cuidando como si fuera su hija, no pensaba dejar que nada le pasara, que se dejara caer en la tristeza.

Al día siguiente, a mediodía, la enterraron; fue otro día muy triste para la familia, se dijeron hermosas palabras, se recordaron las enseñanzas que les dejó, aunque Xiao no habló.

Max, Brandas JEAN, Max JEAN y Gadiel JEAN tomaron una pala, para empezar a tapar el pozo. Tardaron un poco más de lo normal, porque lo hicieron al ritmo de Max; cuando terminaron, todos se empezaron a retirar.

Xiao se quedó parada frente a la tumba de su madre y su padre, no sabía qué era lo que tenía que hacer, a dónde tenía que ir, se sentía como si no tuviera un hogar a donde volver; era cierto que tenía a su tío Tao.

Pero desde el día que llegó a la isla, ella se unió a Adonis y a Estela, tenía por fin una verdadera familia, pudo ser una niña normal, era consentida, mimada, educada, tenía todo lo que pedía, pero más que nada tenía el amor que tanto desea una niña a su edad.

Ella miraba las tumbas fijamente, no se daba cuenta de lo que pasaba a su alrededor, hasta que sintió que alguien sujetó su hombro. En ese momento escuchó la voz de Tao que le empezó a decir. - Xiao, estar así no te va a hacer bien. Tienes que decirme qué estás pensando, hablar de lo que sientes en este momento no es malo, te puede ayudar a sentirte mejor.

No estás sola, nos tienes a todos y queremos que hables con nosotros, que no te aísles, porque eso te puede llevar por un camino de amargura, hacer cosas que te puedan lastimar; si algo te llegara a pasar a todos nosotros nos dolería y sentiríamos que no cumplimos con la promesa que le dimos a Adonis y a Estela, pero sobre todo pensaríamos que no nos quieres, que no somos suficiente para poder apoyarte, que nuestro cariño no te interesa.

Xiao empezó nuevamente a llorar y con su voz entrecortada le dice. - Tío, yo los amo a todos y no me gustaría hacer sufrir a nadie, es solo que me duele mucho. Me hace falta mi madre, mi padre; ellos siempre estaban para mí, fui lo más importante para ellos, no había una sola cosa que no le pudiera contar a mi madre.

Pero ahora ya no la tengo, no podré contarle a nadie lo que siento, lo que me pasa, porque mi madre sabía escucharme, sabía entenderme y mi padre siempre me estaba cuidando, sabía lo que yo quería sin pedírselo, me protegía cuando lo necesitaba.

Dulía se paró a su lado, dejándola en medio de los dos; tomó su mano y con una tranquilidad, con amor, le dijo. - Xiao, no estás sola y tal vez yo no soy como mi madre Estela, pero te puedo asegurar que puedo escucharte y apoyarte en todo.

No te pensamos dejar sola, en las buenas y en las malas, vamos a estar contigo, no pensamos dejarte sola, aunque lo pidieras, porque las familias estamos, aunque no lo pidas, aunque nos eches de tu lado.

Xiao, nuestra madre Estela y nuestro padre Adonis, se pondrían muy tristes si vieran cómo estás. No puedes dejarte vencer por el dolor y el sufrimiento, tienes que seguir adelante, por todo lo que ellos nos enseñaron, por su recuerdo. Si quieres darles honor, haz lo que les haría feliz, no les falles, porque eso sería lo que verdaderamente los mataría.

NEYLANE y JEAN se acercaron a ella, dejando en medio a Dulía, a Tao y a Xiao. Así se fue acercando toda la familia que estaba ahí con ellos, no falta ni uno solo.

En ese momento, Xiao voltea y los mira. Estaba sorprendida, de verlos a todos, estaban a su lado y se podía ver la preocupación en cada uno de ellos, todo por ella.

Realmente deseaban sacarla de ahí, hacerla sentir en familia, no la querían ver sola; ella se sintió realmente apoyada por todos, voltea a ver la tumba de sus padres y con una seguridad dice. - papá, mamá, no tienen que preocuparse por mí, donde sea que estén, espero estén juntos y se estén cuidando.

Yo voy a estar bien, nuestra familia va a cuidar bien de mí y les prometo que haré lo que tenían planeado para mí. Voy a viajar, a hacer mi último libro sobre las culturas en peligro de desaparecer.

NEYLANE se acerca más a ella, pone su mano encima de la de Dulía y Xiao, con una tranquilidad, animándola, dice. - Xiao, nosotros vamos a hacer que esos planes que tus padres tenían para ti se lleven a cabo, se harán como ellos lo decidieron.

JEAN, Harry y Maritza también apoyaron ese plan que ellos habían hecho para su hija, para ayudarla a salir de ese amor, que tal parecía la estaba consumiendo, pero sobre todo para que cumpliera su sueño como historiadora de la cultura que se perdía con los pasos del tiempo.

Xiao regresó a la casa con la familia, todos se sentaron a comer las comidas favoritas de Adonis y Estela. Se había encargado Janet de que todo estuviera listo para cuando llegaran; contaron algunas aventuras de los dos, recuerdos del pasado se hicieron presentes, por unos momentos rieron, también lloraron un poco, pero más que nada disfrutaron recordándolos.

A las 9 pm todos se fueron a dormir, estaban tristes por sus dos pérdidas. Xiao fue acompañada por JEAN y NEYLANE, se quedaron a dormir con ella en su habitación, no querían dejarla sola y sabían muy bien que eso era una de las cosas que sus padres hacían cuando estaba triste.

Xiao los miró dormir, ella estaba en medio de la cama, en medio de los dos. Por un momento sintió que estaba en medio de su madre y su padre, eso la hizo sentir bien.

En ese momento pensó "Mamá, papá, no tienen que preocuparse por mí, tenían razón, nunca voy a estar sola, nuestra familia cuidará bien de mí, en dos días empezaré ese viaje que ustedes prepararon para mí y les prometo que buscaré un verdadero amor, así como el de ustedes, gracias por todo, siempre los voy a amar, los llevaré en mis recuerdos y en mi corazón"

Después de pensar en eso, se quedó dormida, estaba triste, pero tranquila, porque ese sentimiento de soledad se había ido.

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