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Aria De Vida

Aria De Vida

Status: En proceso
Genre:Acción / Superpoder / Sci-Fi
Popularitas:407
Nilai: 5
nombre de autor: Koh

Ella siempre fue un experimento y nunca había visto el mundo exterior. Cuando al fin la dejaron salir, experimentó de primera mano la complejidad de los humanos y sobre todo, la vida en sí misma, salpicada de melodias alegres y tragicas.

NovelToon tiene autorización de Koh para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 6

Alice nunca había tenido familia, además de su “padre”, el Mayor Chang, ni tampoco sabía exactamente la definición de la misma. Es decir, la sabía cómo un concepto del diccionario, pero haberlo experimentado, nunca.

Era extraño pensar en ello y aun así sentía curiosidad, más aún, al ver las expresiones extrañas de los otros dos hombres y del mismo líder; se preguntaba si era difícil de lograr al notar su nerviosismo, aunque también se cuestionaba si lograría sentir familiaridad con estas personas.

En fin, haría lo mejor posible por comprender la rutina de una familia.

Trasladó sus pocas cosas que le habían asignado a la nueva casa, lejos del centro de entrenamiento. Creyó que se trataba de un edificio como el laboratorio o las oficinas, pero se deleitó al notar una nueva forma de estructura.

No era un edificio, y no era de concreto sino de madera, hecha con troncos grandes y de aspecto único que jamás habían visto sus ojos. El olor era extraño, con cierto aroma a pino, pero más fragante que el mismo aromatizante que uno de los doctores en la institución le gustaba colocar en su oficina; el olor de la madera penetraba sus fosas nasales y aunque le picaba, era un aroma muy agradable y ciertamente le daba una indudable calma.

Subió un escalón de la entrada al porche de la casa y crujió levemente bajó sus pies, dejándola un poco sorprendida; subió otro escalón y de nuevo hubo ese ruido que le cosquilleaban sus oídos. Pronto llegó hasta la puerta y no pudo evitar pasar sus dedos por la fachada. Era áspera, que le hacían cosquillas los dedos y algunos pinchazos, pero definitivamente era increíble la sensación rugosa.

Antes de poder seguir deleitándose de estas nuevas sensaciones, fue interrumpida con la abrupta llegada de uno de los miembros.

Era ese muchacho que parecía de su edad; era muy alto, le llevaba cabeza y media, tenía el cabello rojo y ojos azulados. Las pecas eran visibles a pesar de su color bronceado, y emitía una vibra llena de tensión, pero mucho menos que la del líder.

-¿Por qué te quedas parada ahí?

-Solo estaba mirando el lugar – respondió sin dificultad.

-¿Nunca habías visto una cabaña de madera?

-No.

-¿De verdad? – él parecía sorprendido, pero Alice no lo estaba. Nunca había estado en el exterior.

-Sí.

Él parecía querer continuar preguntando cuando el otro compañero llegó. Un hombre mucho más alto que este pelirrojo, con el cuerpo más grande pero con una cara apacible.

No dijo nada, solo asintió la cabeza a ellos dos antes de poder pasar con la puerta mosquitera con su bolsa militar.

Entremos ya, el líder deberá llegar pronto y debemos hacer la cena.

-Sí.

Sin más demora, el pelirrojo la dejó entrar primero antes que él lo hiciera y una vez más quedó extasiada del interior de la casa.

Todos los muebles eran de madera con el color rojizo y chocolate por todas partes. Incluso había una alfombra con piel de animal real. La dejó aturdida un momento antes de llegar a la conclusión que se trataba de una decoración y no un animal real.

Caminó hasta el pasillo de la izquierda, pasando la enorme sala y entró a la habitación que estaba en medio, pues la misma puerta ya decía su nombre.

La habitación no era muy grande,pero, comparado al cubículo del instituto y del centro de entrenamiento, era bastante espacioso. Había un ropero de madera grande y aparentemente viejo, crujía con solo abrir la puerta; una cama y una mesa con una lámpara fluorescente. Había una ventana que daba hacia el bosque y no muy lejos, un cobertizo donde estaba guardada la leña.

Sin duda alguna esto era intrigante. Alice había estado en un centro de investigación altamente abarrotado de tecnología de punta, puertas deslizantes, luces especiales, hologramas y robots, pero estar aquí, en un lugar en las afueras era como transportarse a otro mundo. No había mucha tecnología y todo era rústico, sin embargo, Alice solo sentía una creciente curiosidad y anhelo de conocimiento.

Sus ojos, oídos, nariz, incluso sus poros, no dejaban de recibir tanta información que la abrumaban hasta hacerla estremecer, pero no la ponía ansiosa ni temerosa, solo entusiasmada. Y tal vez Chang tenía razón, una vez haber probado el mundo exterior, no querría regresar a ese lugar cerrado.

A penas había logrado calmar sus sentidos cuando escuchó el comando del líder.

Alice dejó su bolsa y salió de su habitación, en el camino se encontró con los otros dos que también se dirigían a la sala.

El líder los esperó y los miró a cada uno. Alice sintió mayor escrutinio, pero no se sintió nerviosa como la primera vez.

-Es bueno que ya estén todos. Pondré ciertas reglas sobre los horarios de comida, entrenamiento y ocio. También, vamos a presentarnos oficialmente a Alice. – la miró y asintió – Disculpa la presentación tardía, me llamo Ryan Blackwell. En esta misión seré tu padrastro, no es necesario que me llames padre, solo por mi nombre de pila que será Roger. Tu nombre en esta misión será Ana. ¿Entendido?

-Sí, señor.

Ryan asintió en reconocimiento y luego miró a los otros dos. El primero en reaccionar fue el pelirrojo.

-Hola – alzó la mano en dirección de Alice – Me llamo Alexander O’Neill, pero en esta misión solo llámame Adonai o tío Adonai. Me encargaré del entrenamiento físico, de combate y coordinación militar.

-Un placer – asintió Alice, sintiendo cierta adrenalina subirse por su cabeza.

-Joe Müller – habló el más alto, pero a penas y podía hablar bien, aunque tenía una voz muy agradable – Seré el tío Jeff.

-Bien – interrumpió Ryan – Así nos llamaremos en todo este tiempo para acostumbrarnos por nuestros nuevos nombres, en todo caso quiero que sepan que pueden actuar de forma natural. No soy su jefe ni su líder de escuadrón, solo soy un pariente. Por ahora pensemos en la cena, hay ingredientes en el frigorífico.

Alice los vio dirigirse a la cocina, y aunque ella no sabía cocinar, aun se dirigió a la cocina porque quería ver cómo se veían los alimentos que no eran de tubos de infusión.

No tenían mal sabor, pero solo eran como gelatinas para tener todos los nutrientes que el cuerpo necesitaba.

La persona que al final terminó cocinando fue el más corpulento llamado Joe o mejor dicho el tío Jeff.

El tío Jeff se movía en la cocina como un experto, cortando vegetales, salteándolos en el fuego, llenando el lugar de intensas fragancias que casi dejaban borracha a Alice. El olor fuerte y agradable de todo lo que se ponía en el fuego, la dejaban mareada y podía jurar que el sabor se filtraba en su boca solo por el aroma; incluso comenzó a babear.

Fue realmente extraño este fenómeno porque nunca le había ocurrido ni cuando alguna vez vio comer a los doctores algo más que solo el tubo de infusiones.

Entonces se dispusieron a comer. Nunca había usado cubiertos, pero tenía previo conocimiento gracias a la IA, así que no fue difícil diferenciar la cuchara de tenedor.

Dio el primer bocado y prácticamente sintió que su cerebro hizo explosión, no pudiendo aguantar su grito de asombro, dejando a los hombres algo asustados.

-¿Estás bien?

-Sí, sí – logró al fin gesticular cuando tragó el primer bocado – Esto… algo hizo una descarga a mi cerebro al comer esta sopa.

Entonces una risilla se hizo eco en el comedor. Alice no se sintió avergonzada, ya que inclusive dio otro bocado y de nuevo sintió ese estallido en su cabeza. Desde la lengua, a sus oídos, cabeza y luego garganta para dejar cálido su estómago.

Esto era sumamente fascinante.

Todos los demás respiraron aliviados y al mismo tiempo intrigados de las expresiones de esta niña.

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YueYue
Brillante
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