FEROMONAS DE VENGANZA (EL OMEGA DE LA MAFIA)

Kelsey despertaba, todos los miembros de la familia se encontraban allí, excepto Linus y Rafaella su suegra, al ver sus expresiones angustiadas y tristes, se preocupó que algo malo le haya pasado a su bebé.

—tranquilo, el doctor dijo que el bebé está bien, pero que debes guardar reposo unos días, al parecer te has estado exigiendo de más y tú cuerpo se encuentra cansado, es por eso que te sientes tan débil últimamente. —la explicación de Eloísa le devolvió el alma al cuerpo.

—cuñado ¿qué tanto haces en casa para que tengas tanta carga? El doctor incluso te mandó a descansar de forma absoluta.

—seguramente es culpa de la tía, ¿sabes por qué te atacó?

—nadie me atacó, ¿de qué estás hablando Eder?

—¿Por qué siempre tienes que meter la pata?, Linus dijo que no mencionáramos el tema frente a Kelsey.

—un momento, ¿que está pasando aquí?, ¿dónde está la señora Rafaella y Linus?

—hijo tranquilo, Linus fue quien te sacó de la piscina y vio todo, si no hubiera llegado, Rafaella te hubiera ahogado en una de sus crisis.

—¿ahogarme la señora Rafaella? No, ustedes están confundidos. ¿Dónde está Linus?, ¿dónde está la señora Rafaella? —los presentes solo se miraban entre si y no respondían a su pregunta así que el omega comenzó a bajarse de la cama.

—no puedes levantarte, el doctor dijo que debes descansar.

—si no van a responderme entonces iré yo mismo a buscar a la señora Rafaella y explicarle todo a Linus, seguro que ni siquiera la escuchó.

—está bien, yo te voy a decir lo que pasó y en dónde están. —Omar contó los hechos a Kelsey: Linus, encontró a su madre intentando ahogarlo en la piscina, y ahora entre todos resolvieron que lo mejor era internarla, por el momento estaba encerrada en su habitación, pero el alfa estaba haciendo los trámites para que fuera internada esa misma noche.

—llamen a Linus ahora, si no lo hacen iré yo mismo a buscarlo.

—ya te contamos lo que pasó, ¿todavía vas a defenderla? Pudo haberte matado. Yo no quiero vivir con una loca en la casa.

—Eloisa, la señora Rafaella no está loca, créeme he visto a muchos locos y ella no es una. Solo está un poco perdida por el dolor, pero es todo, ella es fuerte lo va a superar. —los presentes parecían incrédulos.

—ustedes no saben lo que es estar en esos lugares, es horrible, si la encierran ahí, seguro se volverá loca de verdad.

—pero hijo...

—señora Teresa, entiendo su preocupación, pero lo último que yo recuerdo es que estaba solo, me sentí mal por eso iba a mi habitación, pero solo recuerdo estar pasando junto a la piscina, eso es todo, seguramente me desmayé y la señora Rafaella intentó ayudarme. Ella tampoco sabe nadar así que no podía entrar y sacarme, puede que haya perdido el conocimiento, pero si de algo estoy seguro es que ella no intentó ahogarme.

—¿y por qué no llamó por ayuda? —atacó Eloisa sin reparos.

—¿le han preguntado si lo hizo?, ¿alguno de ustedes estaba cerca para oír si lo hubiera hecho? —todos negaron.

—¿no hay seguridad en esa zona de la casa? ¿por qué no investigan primero?, la señora Rafaella está muy afectada por la pérdida de su esposo y su hijo, pero lejos de entenderla su propia familia la está alejando, ¿han pensado como se siente con su actitud? —todos bajaron la mirada, lo que decía Kelsey era cierto, desde el primer momento todos resolvieron que lo mejor era internarla y que otros se ocuparan, si ella seguía allí, es por que nadie se atrevía a contradecir a Linus, pero cuando oyeron lo ocurrido, todos lo presionaron y empujaron para que decidiera enviarla lejos.

—Omar llama a Linus, dile que si interna a la señora Rafaella que pida una habitación para mí también.

—si le digo eso me mata.

—entonces llámalo y dame el teléfono a mí. Eloísa, averigua si hay cámaras en esa zona o en cualquier área cercana que pueda haber captado lo que pasó al momento de mi accidente, y que envíen el vídeo. Eder, señora Teresa, quiero ir a ver a la señora Rafaella, ¿me acompañan?

—si, yo te llevo cuñado.

—gracias, —Eder se acercó y cargó Kelsey.

—pesas menos de lo que imaginaba, con todo lo que comes me había preparado para que fueras más pesado.

—con todo lo que cargas todos los días, es normal que no te resulte difícil levantarme así, ahora vamos, me preocupa la señora Rafaella. —Eder lo llevó. La mujer se encontraba llorando y muy preocupada, pero en cuanto vio a Kelsey sonrió feliz y se apresuró en preguntar cómo estaba.

—estoy bien, no se preocupe, ¿usted está bien?

—si, pero mi hijo está muy enojado, creo que piensa que te lance a la piscina, te juro que no lo hice, cuando te vi estaba tan asustada, si hubiera podido nadar habría entrado a sacarte, lo juro, pero...

—no me tiene que jurar nada, yo le creo.

—me van a enviar lejos ¿verdad?, los he oído hablar de eso, soy una carga para todos aquí.

—eso no va a pasar, se lo prometo y si la van a enviar lejos, nos iremos usted y yo.

—tu debes quedarte aquí, mi hijo y todos te van a cuidar bien.

—señora Rafaella mi situación y la suya es la misma, solo soy el esposo de Lewis, pero él ya no está, ¿si la echan a usted de esa manera con su hijo aquí y siendo el jefe de la familia, qué puedo esperar yo? —las dos personas que oían se miraban entre si pensando en lo mismo: todo el tiempo que pasaron siendo injustos y alejando a Rafaella, Kelsey ha estado pensando que el puede ser tratado de la misma forma en el futuro.

—no estamos en la misma situación, yo he sido una molestia y causé muchos problemas, y aunque ya me siento mejor no cambia lo que hice.

—cuando Lewis murió, me sentí tan triste que no deseaba nada, quería morir también y me hubiera suicidado, pero me enteré que estaba esperando a mi hijo, y solo eso me animó a aferrarme a esta vida, usted solo tiene a Linus y a todas las personas de esta familia, sino se siente acogida por ellos, ¿cómo va a superar las perdidas de dos personas tan importantes en su vida?

—si, pero no lo culpo, yo... —la mujer solo miró la fotografía familiar con tristeza.

—Rafaella, perdóname, yo y todos comparamos nuestra manera de afrontar la pérdida de mi hijo y de mi nieto con la tuya y minimizamos tu dolor, debimos haberte apoyado más, debimos haber sido más tu familia. Perdón hija

—yo también quiero pedirte perdón tía, te llamé loca muchas veces y no intenté acercarme a ti, ¿puedes perdorme algún día?

—yo nunca estuve enojada con ustedes, solo quiero una oportunidad para conocer a mi nieto, ver a mi Linus casarse y formar su familia, prometo que me esforzaré más para no ser una molestia. —las dos personas abrazaron a la mujer que hablaba. Kelsey sonrió, al parecer había juzgado mal a esa familia, no eran tan frívolos como él pensaba, solamente estaban equivocados.

Fijó su atención en la figura de la puerta, se trataba de Linus, incluso sobre esa expresión fría y sería, se podía notar que estaba arrepentido y triste. el video le había llegado, y aunque no era precisamente de la piscina, se podía demostrar claramente la inocencia de su madre.

—mamá... —la mujer miró hacia su hijo con preocupación, cuando la encerró en su habitación estaba tan enojado y decepcionado.

—Hijo, perdóname, yo... —Él la abrazó, Rafaella no recordaba la última vez que su hijo le dio un abrazo, desde la desaparición de Lewis, Linus se volvió tan frío y distante, como si en el fondo se culpara y los culpara a ellos. Se aferró a aquel abrazo como si su vida dependiera de ello, como su con él pudiera abrazar a los amores que había perdido también.

—perdón mamá, debí escucharte, debí apoyarte más, perdón por ser un mal hijo.

—eres el mejor hijo, no tengo quejas de ti, solo estabas cumpliendo con tu promesa, y me siento orgullosa de ti.

—pero te abandoné y estuve a punto de enviarte a ese lugar.

—ya no hablemos de eso, lo importante es que Kelsey está bien, que su llegada nos ha ayudado en más de una forma, pude abrazar a mi hijo después de tantos años, eso lo supera todo. —Kelsey observaba lo ocurrido con un sentimiento de felicidad inexplicable, le alegra que al final ese malentendido haya reparado tantos agujeros en la relación familiar, incluso pensó que no sería tan malo, ser parte de esa familia.