El Vaivén De La Vida

 Katrina no sabia que pensar de la escena que estaba viendo, pero de repente escucho...

-¡NUNCA MAS SE TE OCURRA TOCAR OTRA VEZ A LETICIA O LOS CHICOS!- grito el doctor.

 Esto la hizo razonar, evidentemente ese hombre era malo.

 Maxi lo tomo de la ropa y le propinó otro golpe.

-¡Maxi, por favor, es el padre de mis hijos!- exclamó la mujer -¡Mis hijos estan viendo!- continuo entonces él frenó su accionar y lo soltó.

 El hombre se levantó, mirándolos.

-¡Esto no va a quedar así...- dijo el tipo.

-Ándate antes que...- estaba diciendo el doctor mientras daba un paso hacia él, pero Leticia lo tomo del brazo.

 Así que el tipo levanto su sombrero, el cual estaba en el piso y se marchó en su caballo.

 Maxi se giró hacía Leticia y miro su rostro, en especial su ojo, lo abrió un poco y le hizo seguir el dedo con la vista, al parecer la encontró bien porque le dijo algo por lo bajo y luego, la mujer, entro en la casa.

 Una vez solo, Maxi, exhalo fuerte, miro hacia el cielo y luego su mano, la cual aparentemente estaba lastimada, entonces camino hacia su consultorio.

 Katrina se quedó anonadada y admirada por lo que acababa de ver. ¿Quién era ese hombre? No hablaba del desconocido, sino del médico ¿Acaso era una especie de héroe?

 No pensaba quedarse con la duda, no le importo que fuese un hombre extraño, ni lo que acababa de ver. Movió su silla y salió a la galería, después de todo, la puerta de la casa y del consultorio estaban prácticamente pegadas.

 Cruzo la puerta, pero al parecer el médico estaba distraído, así que ni la noto.

-¿Está bien?- pregunto y él la miro.

-¿Que hace acá?- pregunto sin responder.

-Quería saber si necesitaba ayuda.- respondió ella.

-Puedo solo.- contesto en seco y hostil.

 Katri lo miro un segundo y estaba retrocediendo con su silla, Maxi suspiro.

-Capas necesité...- dijo él y Katri detuvo su accionar -No voy a poder curarme con una sola mano.-

 Katrina se acercó con una sonrisa.

-Dígame que hago...- dijo ella.

-Tome esa gasa, colóquele ese líquido y pasarlo presionando, no raspando...- respondió él.

-Hay mucha sangre...- comento katri.

-No es toda mía, es apenas un cortesito...- explico Maxi y ella asintió -Era...- comenzó a decir y Katri lo miro -Era el papá de los tres hijos pequeños de Lety, están separados, de hecho el trabaja en una estancia, pero se va al pueblo, se emborracha y viene a golpearla a ella y a los niños... A tomarla a la fuerza, así es como hizo al más pequeño.-

-A Maximito...-

-Sí.- respondió -Nosotros vinimos de un mundo diferente, vimos como la mujer fue tomando fuerza e independencia, pero acá... aún se maneja un poco como antes...-

-lo entiendo... El tipo realmente se merecía la golpiza...- Sonrió katri -Dígame como sigo...-

-Póngale una gasa mojada con el líquido y luego envuelva con esa venda...- dijo y ella asintió -¿Y usted? Me dijo su primo que quiere conocer a los indios.-

katri esbozo una sonrisa al oir esto...

-¿Que?- pregunto riendo -No... O sea si, toda nuestra cultura es muy exquisita. Me encantaría conocer lugares, pueblo, gente y costumbre... Después de mí accidente tuve mucho tiempo para leer y me enloquecí con nuestra historia... ¿lo envuelvo por ahí?- pregunto refiriéndose a la venda y el asintió -Nuestra historia y la de los demás países Latinoamericanos en realidad...-

 Maxi la observaba con atención.

-Eso es muy lindo, Katrina...- dijo él y se miraron un momento.

-¿katri?...- la llamo Romy desde la puesta y ambos miraron -Te estaba buscando.-

-Si, mejor vaya a descansar... Gracias por la cura...- dijo él y ella sintió.

-De nada... Hasta mañana, doctor...-

 Así Katrina se fue con su prima, quien la ayudo con el baño, muy poco en realidad porque ella con lo que se paraba podía manejarse bien.

 Cuando fue hacia el cuarto para acostarse. Cuando se sentó en la cama Romy la miraba con una sonrisa.

-¿Que te Pasa?- pregunto.

-Ya te vi... Cochinona…- río su prima.

-No pasa nada.- afirmó -y cerra la puerta con llave antes de irte, no confío en nadie.- finalizo haciéndose la arrogante.

Al día siguiente, se despertó cuando se prima entro al cuarto, la verdad es que durmió muy confortable.

Ya el día anterior habían hablado a sus hogares y habían informado de la situación para que no se preocupen, así que esa mañana desayunaron algo en la cocina de la pequeña vivienda del doctor, mientras pensaban cómo podían pagar lo que consumían y su estadía allí. Esta gente se mostraban muy amables, pero ellos no podían ser abusivos y estar ahí como se dice "De arriba".

Era una mañana muy cálida de verano, así que Tadeo salió a ver si podía ayudar en la huerta o con los animales, mientras ellas se encontraron con la señora Carmela en la mesa del patio.

Katrina se había sentado en la mesa, no sobre los bancos, porque la mujer le dijo a Lety que limpie la silla, las ruedas se trababan mucho, tal vez se había juntado mucha basura, ramas y cosas por el estilo. Las dos niñas se sentaron en la mesa junto a ella con el porta cosmética de katri.

-¿Magui puede pintarse las uñas?- le pregunto Lupe a Carmela.

-No sé, si el padre sale en algún momento del consultorio le preguntamos...- respondió la mujer.

-¿ha tenido muchos pacientes hoy?- pregunto Romy.

-Toda la mañana, es un día agitado.- respondió Carmela.

-Pero... ¿De dónde salen? Solo hay cinco casas acá.- tercio katri.

-Señorita, es el único médico en muchos kilómetros, viene trabajadores de chacras, estancias, y hasta de otros pequeños pueblos o parajes ocultos.- respondió.

-Claro...- musitó katri con una sonrisa y todas quedaron calladas.

-Queríamos preguntarles en qué podríamos ayudar como para pagar nuestra estadía acá y su amabilidad...- dijo Romy como para cortar con el silencio.

-Oh no, por favor, señora, si nosotros estamos contentos de ver caras nuevas...- dijo Carmela.

-Pero somos cuatro bocas más para alimentar...- decía su prima, pero katri dejo de prestar atención cuando vio la puerta del consultorio abrirse y salir a un hombre con un pequeño de unos 8 años y al doctor.

Caminaron hacia el patio hasta que Maxi freno sus pasos.

-Ya sabes, acordate como tenés que lavarte los dientes, cómo te enseñe.- le digo al pequeño con una sonrisa y le paso la mano con su cabello desparramando un poco.

Luego miro hacía ella, volvió hasta el consultorio y salió con un estuche dirigiéndose hacía a dónde estaba.

Katri miro hacía todos lados...

-¿Y Carmela?- le pregunto a su prima, ¿En qué momento se había marchado?

-Fue a ver por qué Lety tarda tanto...- respondió.

-Bueno, voy a tomarle la presión hoy.- dijo Maxi cuando llego.

-Y nosotras también vamos a ver los patitos.- se apresuró en decir Romy tomando a la más pequeñita para bajarla de la mesa -Vamos Lupe...-

-Si, mami...- respondió la mayor de las niñas -Pregúntale...- le dijo a su madrina apoyando la frente con la de ella, haciendo voz de monstruo.

-Le pregunto...- la copio ella con la misma voz y se quedaron solos.

Lo miro un poco seria.

-No hace falta que me tomé la presión, me siento bien.- comento katri.

-Yo soy el medico.- respondió seco él.

¿Por qué se mostraba tan hostil con ella? Y lo peor... ¿cómo le preguntaba si podía pintar las uñitas de su pequeña hija?