La Princesa Del Pirata

Ares estaba desesperado por bajar del barco, sabía que allí se encontraba su hombre de confianza y que ya había terminado su encargo. En realidad hacía ya algunos días que se encontraban cerca de la costa pero Ares quería esperar esta información antes de anclar. Necesitaba saber de qué manera actuar con su prisionera, la que sentía que le estaba robando hasta el alma.

Lleven a las dos a las mazmorras dijo en un tono autoritario, que sorprendió a todos.

Malika lo miró con los ojos llorosos, se sentía un poco cercana a él y esos juegos de palabras entre ellos habían sido muy regulares y ahora parecía despreciarla nuevamente. No entendía nada.

La verdad es que Ares no quería seguir acercándose a ella porque si lo que Kira le había dicho era verdad, él no tenía permitido sentir lo que siente. Si Malika era esa malvada y manipuladora mujer que su amada de la que quería protegerse su amada hermanita entonces él tendría que tomar una difícil decisión. Quizá hasta hubiera sido mejor enviarla a Antares y dejar que ese miserable se encargue de ella como lo hizo con…

Negó con la cabeza, no podía imaginarse a la dulce Malika siendo abusada y golpeada por ese ser tan despreciable. Era mejor no pensar en ello y esperar el momento oportuno para ver qué era lo que en realidad había ocurrido.

Señor, le hemos preparado su comida preferida dijo una de las doncellas que lo ayudaban en su castillo, porque sí, ese pirata tenía un castillo y todo.

Necesito a Marco en mi despacho de inmediato dijo caminando de manera apresurada y con una actitud que dejaba ver su preocupación por el resultado de la investigación.

Todos en el lugar se sintieron un poco aturdidos. Él nunca había actuado de esa manera, todo lo contrario siempre era amable y afable con todos. Repartía lo que había robado entre los habitantes del pueblo, para luego refugiarse en su castillo donde permanecía por algún tiempo.

Al llegar al lugar se sentó en su sillón, estaba con su mente y alma puestas en las mazmorras. Dejarla en ese lugar era algo que le había dolido en demasía y tenía que hacer uso de toda su fuerza de voluntad para no salir corriendo a buscarla y estrecharla en sus brazos.

Un golpe en la puerta lo hizo reaccionar de su ensimismamiento. Dio la autorización y por ella ingresó Aldric, junto a él venía Marco.

Vamos al grano dijo sin siquiera saludar al hombre. Tanto Aldric como Marco se quedaron estupefactos ante esa reacción. Nunca habían visto a Ares reaccionar de esa manera.

Bueno, parece que verdaderamente esa mujer te ha movido el piso dijo Marco riéndose de su jefe _ escuché algunos rumores, pero nunca pensé que fuera para tanto.

Habla volvió a decir, ahora un poco más molesto aún.

Bien…bien dijo Marco levantando las manos _ no sé si quieres saber lo que he averiguado.

En ese momento el alma de Ares se hundió en lo profundo de un abismo. Esas palabras solo podían significar que su Malika si era una mala mujer, y no sabía si soportaría esa decepción.

Bueno, al parecer tu adorada Kira es una… mentirosa soltó por fin Marco Malika ha sido ignorada y despreciada por todo el reino desde el día mismo en que nació. La primera y segunda princesa han sido las únicas consideradas como tales en el reino. La enviaron como ofrenda de paz a ese cerdo de Antares, aún a sabiendas de que lo más probable es que muera la noche misma de la boda Marcó calló, mirar a Ares con su aire fría a punto de congelar el mismo océano le dio bastante miedo.

Aldric, que las liberen y le den la mejor habitación de este palacio dijo con premura Ares, su niña hermosa no podía pasar un segundo más en ese lugar tan desagradable.

Aldric salió presuroso a cumplir con el cometido, él tampoco quería que su Tere siguiera en la mazmorra. Con solo una mirada Marco supo que debía continuar.

Bueno, otra de las cuestiones son los rumores que corren alrededor de Kira. A todos en el reino les llama la atención que sea ella la princesa heredera y no la primogénita del Rey, creen que la verdad es que esa niña es una hija ilegítima del rey con su verdadero amor. Pero yo eso lo dudo un poco Marco por fin suspiró después de largar todo. Tenía un poco de temor pero finalmente lo dijo todo.

Es curioso realmente, siempre pensé que podría ser porque la primera princesa es una inútil, como tanto me decía Kira, pero ahora no se…ella me ha mentido…no se cuanto no sé hasta dónde estas últimas palabras las dijo más para sí mismo que para Marco. Un dolor profundo lo había inundado y una lágrima comenzó a rodar por su mejilla.

El hombre supo que era momento de partir. Era necesario dejar a Ares solo pensando en aquello que lo aqueja y lo tiene en ascuas.

Malika miró con asombro a Aldric que le indicaba que era momento de ir al lugar que le correspondía. Ella se asustó, el trato que le había dado en esos últimos momentos le hacía pensar que iban a ejecutarla y ella no había reencarnado para morir de esa manera. Tenía que hacer algo, ella pensaba en lo que había aprendido en su vida anterior.

Caminaron desde las mazmorras hasta el interior del castillo, ella iba acercándose poco a poco a Aldric, le arrebataría la espada e intentaría que huyeran con ella. Era arriesgado, casi imposible, pero prefería morir peleando que con su cabeza rodando.

Mali Teresa la codeó para que le prestara atención, ya que estaba muy distraída ¿Qué ocurrirá con nosotras ahora? preguntó con la voz temblando de terror.

No lo sé, pero no vamos a dejar que nos hagan daño, vamos a pelear Tere hasta el final poco a poco Malika había llegado hasta estar junto a la espada de Aldric y estaba ya por tomarla cuando llegaron a una puerta que al abrirla vieron una hermosa habitación.

Esta es tu habitación princesa dijo el hombre con una sonrisa de burla en la boca sosteniendo el mango de su espada que aún permanecía en su empuñadura. Al parecer estaba completamente enterado de los planes escapistas de la princesa.

Ambas abrieron muy grandes los ojos. Él lugar era hermoso, realmente majestuoso. Era la habitación de una princesa sin lugar a dudas.

Tranquila princesa, pronto Ares explicará qué es lo que ocurre. Solo puedo decirte una cosa, no temas porque no va a lastimarte, a ninguna. Las dejo para que se acomoden dijo saliendo del lugar, cuando estaba por atravesar la puerta se dio vuelta como recordando algo tu habitación está tras esa puerta dijo esta vez dirigiéndose a Teresa quien dormiría en la habitación contigua.

La doncella caminó hacia el lugar mientras que Aldric al fin cerraba la puerta dejándolas solas. El lugar no era una habitación para servidumbre, sino una muy hermosa, casi tanto como la de Malika y muy grande. Ambas estaban siendo tratadas con la misma calidad, y eso a Malika le encantaba.

Ambas se sentaron sobre la cama de Tere y suspiraron desconcertadas. Esa última semana estaba llena de acontecimientos increíbles.

“—“

En una lujosa habitación del palacio real de Merlán una mujer de cabellos negros y ojos dorados tiraba todo lo que estaba a su alrededor. Se sentía furiosa y frustrada porque sus planes parecían no estar saliendo de acuerdo a lo que ella deseaba.

No había recibido noticias de Ares, eso solo podía significar que Malika aún vivía. Un mensajero les acababa de informar que ella nunca llegó a Antares, y Ares no se había comunicado por lo que no sabía dónde estaba esa maldita. No quería, por nada del mundo, que ella volviera, si lo hacía todo lo que había construido con esfuerzo se podía derrumbar de un plumazo y ella no podía permitirlo.

Tomó un papel y pluma y comenzó a escribir. Tenía que saber que había ocurrido,  Ares jamás la defraudaba. Se obligó a tranquilizarse y comenzó a escribir, algo que ella no sabe debe de haber ocurrido, Ares la ama y nunca la traicionaría.

Con una mirada diabólica comenzó su carta.

“Mi querido y adorado Ares…”

____

Gracias por seguir esta historia. No se olviden de los Likes y comentarios. Siempre es bueno ver que el arduo esfuerzo es recompensado con sus votos, likes y comentarios positivos.