Tras perderlo todo en una estafa devastadora, Alonzo se ve obligado a comenzar de nuevo y buscar refugio en el Viñedo de su abuelo, un remanso de paz en medio de exuberantes paisajes. Sin embargo, lo que Alonzo no espera es encontrase con Sofía De Luca, una mujer de impresionante belleza y carácter férreo, quien lidera el viñedo de su poderosa familia.
Entre viñedos y copas de vino se entrelazan las vidas de Alonzo y Sofía en una historia marcada de pasión y desafíos.
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Capitulo 7 Noche de fiesta
Llegó la noche tan esperada por los amantes del vino de la región. La bodega estaba impregnada de un ambiente festivo y sofisticado, con las luces tenues y el aroma embriagador de los vinos llenando el aire mientras los invitados llegaban para disfrutar de una noche de degustación y celebración.
Sofia entra con su familia, se veía preciosa con un vestido negro, largo con abertura en la pierna. Con un escote que deja ver si espalda.
Su corazón latiendo con emoción y nerviosismo ante la perspectiva de encontrarse con Alonso. A su lado, Don Eduardo y Emma. Conversaban animadamente, mientras Beatriz, su leal amiga, la acompaña con una sonrisa alentadora.
- Vamos Sofi, tranquila. ¿Pensaste en lo que hablamos? - le pregunta Beatriz.
- Si, Bet, lo he pensado mucho. Pero la verdad un no se que decisión tomar.
- Toma la que tu corazón sienta que es la mejor.
- Eso haré - le sonrió Sofía.
Mientras ellas hablaban, hace su entrada Alonso, que se veía guapísimo en su esmoquin negro. Que realzaba su elegancia y masculinidad.
Alonso llegó acompañado con Leonardo, su fiel amigo y confidente, determinado a encontrar a Sofía y abordar los temas pendientes entre ellos. A medida que exploraban la bodega, Alonso buscaba ansiosamente la oportunidad de estar a solas con Sofía.
- Sofi, ya regreso, voy a buscar un par de copas de vino, para que te relajes un poco. - le dijo Beatriz para luego alejarse hacia la barra.
- Por favor, 2 Garnacha Noir - pide Beatriz.
En ese momento, un hombre voltea a escuchar su voz.
- ¿Bet? - pregunta Leonardo sorprendido.
Ella volteo al escuchar esa voz que la llamaba como solamente las personas cercanas la llamaban cariñosamente.
- ¡Leonardo! ¿Que haces aquí? - pregunto nerviosa y sorprendida.
- Estoy visitando a un gran amigo. ¿Y tú?
- Yo también, fue un placer, Pero ya debo irme.
Cuando Beatriz se dió la vuelta para irse, Leonardo la tomo por la mano.
- Bet, por favor, no te vayas, hablemos.
Beatriz miro su mano, y se soltó del agarre delicadamente. Volteo para mirarlo con una mirada fría.
- Creo que ya entre tu y yo todo está dicho. Ya no hay nada más que hablar.
- Bet, por favor. Yo necesito hablar contigo, necesito que sepas cómo me sentí cuando llegue a casa y vi que te habías ido.
- Lo lamento, pero después de nuestra última conversación, no tengo que saber cómo te sientes con respecto a nada. Ya tu decidiste y también. Así, que me retiro.
Se dió la vuelta y se fue dónde estaba Sofía, platicando con un productor de vino. Cuando llegó con Sofía se veía nerviosa.
- Bet, ¿que ocurre? - le pregunto Sofía preocupada.
- Sofi, ¿podríamos ir a un lugar más íntimo, necesito hablar contigo?
- Claro vamos.
Sofia conocía muy bien el lugar. Así que llevo a Beatriz a un pequeño salon de degustación que se encontraba en la parte de arriba.
- Vamos, pasa. Aquí nadie nos interrumpirá. - le dijo Sofía a Beatriz mientras abría la puerta.
Entran y se sientan en un pequeño sofá.
- Ahora sí Beatriz, cuéntame qué es lo que te tienen así.
- Sofi, te acuerdas que cuando estaba en Nueva York, te dije que había conocido aún hombre que me había cautivado, que me tenía locamente enamorada. Y que nos habíamos ido a vivir juntos.
Sofia asintió, mirando a su amiga con atención. Luego le dijo.
- Si, recuerda que estabas muy feliz. Que me habías dicho que lo ibas a traer para presentarlo. Pero que llegaste de imprevisto y sola.
- Bueno, esa relación era algo hermoso y especial, o al menos así lo creía yo. Pero hubo un punto en el que nuestras visiones del futuro divergieron. Yo quería una familia, un futuro juntos, pero él... él no estaba listo.
Un destello de dolor cruzo por los ojos de Beatriz mientras revivía aquellos momentos difíciles en su mente.
- Así que cuando ya mi decepción, y mi confusión se desbordaron, decidí alejarme. Pensé que era lo mejor para ambos. Yo no puedo estar con alguien que no tenga los mismos objetivos que yo, pero me lo acabo de encontrar y me di cuenta de que aún lo amo con todo mi corazón. Y no se que hacer ahora.
Las palabras de Beatriz resonaron en el aire cargadas de anhelo, mientras miraba a Sofía buscando consuelo y comprensión.
- Bet, lo siento tanto. Debe haber sido una decisión muy difícil para ti. Siempre has deseado formar una familia, ser madre. Debe haber Sido muy difícil para ti tomar la decisión de irte.
- Lo fue, fue muy duro. Pero tengo que ser fiel a mi misma. Pero ahora me lo encuentro aquí, y quiere que hablemos.
- Bet, tal vez deberías darle la oportunidad de decirte lo que quiere. Nunca se sabe lo que depara el futuro. Tal vez con esta conversación cierres ese ciclo definitivamente y puedas continuar con tu vida.
- Gracias Sofía, Creo que tienes razón. Quizás sea hora de enfrentar mis miedos y hablar para cerrar ciclos, como dices tú.
Con un abrazo reconfortante, las dos amigas se prometieron estar ahí la una para la otra.
Mientras ellas platicaban, Alonso se había dado cuenta de a dónde habían entrado las dos mujeres, y sintió que esa era la oportunidad que estaba buscando para estar a solas con Sofía y poder hablar.
Mientras Alonso se dirigía con determinación hacia la pequeña sala, su camino se vio abruptamente interrumpido por la presencia de Emma, con un desesperado intento de captar su atención lo tomo por sorpresa.
Emma se acercó con una sonrisa coqueta en los labios, sus ojos brillaban con una mezcla de ansiedad y esperanza mientras buscaba atraer la atención de Alonso.
- ¡Alonso! - lo llamo con voz dulce y melodiosa - ¡Qué alegría encontrarte aquí! ¿No te parece que está fiesta es simplemente encantadora? Y tú también te ves encantador.
Le dijo, mientras se le acercaba se forma coqueta y ponía sus manos sobre el pecho de Alonso.
Alonso, sintiendo incomodidad y urgencia por llegar donde estaba Sofía, Pero sin querer herir los sentimientos de Emma, retiró sus manos con delicadeza y dio un par de pasos para atrás, para luego decirle con cortesía.
- Si, Emma, la fiesta es realmente maravillosa - dijo con una sonrisa forzada - Pero en realidad estaba buscando a alguien. Espero que lo entiendas.
Pero Emma, decidida a no dejar pasar la oportunidad de ganar el corazón de Alonso, continuo coqueteando con determinación, ignorando cualquier señal de su falta de interés.
- ¡Oh, Alfonso, Por supuesto que entiendo! - dijo con una risita encantadora - Pero mientras estemos aquí, ¿por qué no disfrutamos juntos de la fiesta? Quien sabe, tal vez podamos encontrar algo más que un delicioso vino está noche….
Alonso ya se sentía muy incómodo con la actitud de Emma, y su mente y corazón seguían estando enfocados en Sofía, y sabía que debía encontrar una manera de llegar hasta ella antes de que fuera demasiado tarde.
Con una sonrisa, Alonso se dirigió a Emma
- Emma, que tal si traes un par de copas, para que disfrutemos esta noche.
En el rostro de Emma, se dibujó una enorme sonrisa, asintió y dio media vuelta para dirigirse a la barra.
Mientras ella se perdía entre la gente, el se dirigió nuevamente hacia la pequeña sala, su determinación renovada mientras se preparaba para enfrentar lo que fuera necesario para hablar con Sofía.
