Por Amor A Ti

El señor Mario me regaño por no llevar al niño conmigo, pues dijo que solo le estaba quitando el tiempo a Clara

- Lo siento señor, no volverá a pasar

- Eso espero, ahora Clara vamos a qué acomodes las toallas en la piscina

- Si señor

El señor Erick era muy estricto con la limpieza, pedía café siempre a las 8 de la mañana y tenía que estar a su gusto si no era así, te ponía a hacerlo una y otra vez hasta que estuviera a su gusto. Era igual con las comidas solo que no desayunaba. Su trabajo lo dirigía todo desde acá, solo cuando era necesario salía de casa. Las toallas de la piscina tenían que estar siempre limpias, por eso se cambiaba todos los dias dos veces por día, pues al señor le gustaba nadar y además de estar limpias tenían que estar ordenadas de cierta forma si las encontraba de una manera distinta podías hasta perder tu empleo. Era lo mismo con su ropa sus camisas ordenadas por colores, sus corbatas siempre en su lugar y sus trajes sin una sola arruga, de lo contrario te quedabas sin trabajo, así fue como despidieron a la persona a la cual estoy supliendo el lugar, me daba miedo cometer algún error que pusieran riesgo mi lugar aquí pero estaba determinada poner todo mi empeño para aprender rápido, afortunadamente tenía meses para aprender todo correctamente antes de que el señor de Gracia volviera. Sara me llevó al sótano ahí había una sala de cine, un área de juegos y la cava de vinos. Yo tenia un canguro que compré y ahí llevaba Alex él y yo éramos muy unidos y si Alex notaba mi ausencia demasiado tiempo rompí a llorar y solo en mis brazos se calmaba, extrañamente en brazos de Clara Y Sara no lloraba tampoco con Marcelo ni Rose era una fortuna ya que todos ellos se habían ofrecido a cuidar de él mientras yo me ocupaba de mis deberes, si ellos tenían tiempo libre. Había pasado ya una semana desde que estaba en Gracia mentiría si dijera que era fácil porque las trasnochadas sumadas a que tengo que levantarme más temprano que antes estaban empezando a cobrar factura, por fortuna tenía tanto que hacer que eso ayudaba que no me quedara dormida. El señor Mario ya se había quejado de que Alex no dejaba dormir así que cada vez que le daba por llorar salía con el al jardín para que no molestara a nadie con su llanto y lo arrullaba hasta que se quedaba dormido, a veces era rápido otras no tanto había noches en las que incluso no dormía y si lo hacía eran una hora o tres. Ya había conocido a Lizeth y no era para nada como Clara o como los otros era mal genuiuda y un poco cizañosa pero nada que no pudiera tolerar, se le pasaba diciendo que en cuanto el señor llegara y escuchara el llanto de Alex me echaría la calle por no dejarlo dormir y eso también me daba algo de miedo porque si me echaban yo no tendría lugar cuál ir tendría que empezar a pensar en qué haría si me despedian de este lugar

- Tranquila el señor no es malo, solo está amargado

- Debo esforzarme por cambiar los horarios de sueño de Alex, pero cuando lo veo dormir en el día y se ve tan lindo durmiendo que no tengo corazón para despertarlo

- Cielo eres tan lindo, es normal y además aún falta para que el señor vuelva

- Además a Lizzy no debes hacer caso, ella solo está fijándose de dónde o a quien le escupe su veneno

-Te he escuchado Clara

- Acaso dije alguna mentira?

Lizeth solo dio medio vuelta y se fue, desde que la conocí dejo bien claro que a ella no le gustaban los niños y que no quería tener al mío cerca. Tomas era igual que Marcelo y el estaba más que fascinado con Alex. El era el mayor de 6 hijos y decía que tenía experiencia cuidando bebes, era muy divertido ver pelear a Sara y Tomás por ver quien cuidaría de Alex mientras yo me encargaba de las tareas en las que no podría llevarlo conmigo.