Renata llevaba cinco años esperando por el hombre de su vida, ese que prometió volver a ella sin importar que
cinco años, cinco largos años llevaba esperando para estar entre sus brazos.
no quería perder más tiempo, así que lo atraje a mi, sus besos eran igual de delicioso que hace cinco años, me fui desnudando ante su mirada llena de lujuria y deseo, sus manos me empezaron a tocar viajando a mi zona más íntima.
sus dedos jugaban con mi entrada, la cual ya estaba totalmente mojada, deseando que el entrara en ella. el aún seguía con su pantalón puesto, así que se lo quite rápidamente, su miembro Lucia mucho más grande de lo que recuerdo, palpitaba dándome señal de que el lo deseaba tanto como yo.
NovelToon tiene autorización de Sula beltran para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
SOY TAN INFELIZ.
Rosario salió de su casa, camino hasta la parada del camión, uma hora y media después llegó a la parada en la que se tenía que bajar. Seis cuadras más tarde estaba enfrente de la gran mansión, una grandes rejas la rodeaban era poco lo que se podía ver desde afueras ya que arbustos impedían hacerlo.
Tomo un gran suspiro.
_ tengo que conseguir hablar con mi niño Federico.- rosario se dio ánimo, ella conocía muy bien a Emilio, tenía claro que nunca aceptaría a su nieto, Pero Federico como su padre debía saber de su existencia.
Gran puerta se abrió dándole permiso para entrar, una vez a dentro se podía ver lo majestuoso del lugar , una fuente en la mita y en fondo la gran mansión, una puerta en madera y enormes ventanales la formaban, cualquier quería encantado con la vista.
_ buenos días, Gerardo.- saludo rosario a uno de los guardias que custodiaba la entrada, Gerardo había llegado pocos años después que rosario ingresará a trabajar.
_ buenos días, rosario, que tengas excelente día. - contesto el hombre de unos 40 años, fornido y de altura de unos 1.75 a comparación con rosario que media 1.66, el era muy alto.
_ gracias.- rosario camino hasta la entrada de servicio, ya dentro fue a una pequeña habitación que ha usa durante todos esos años de trabajar y se cambió.
Eran las cinco y media de la mañana, el desayuno debía estar servido a las 6 de las mañana, así que se dio prisa, no tenía mucho tiempo y si había algo que Emilio odiaba era que no se cumpliera el horario.
...
FEDERICO.
Una noche más, sin poder dormir, sé que mi actitud de ayer lo que hizo fue empeorar la situación, Pero era lo único que podía hacer, quisiera escaparme ya mismo y dejar todo tirado para estar con mi pequeña, Pero si lo hago no tendríamos con que vivir o donde ir. Dios me siento tan desesperado por más que pienso no encuentro la manera de gafarme de mi padre.
Aparte de eso tengo otra cosa que me preocupa, y es que Renata se entere del compromiso, debo explicarle las cosas, y la cosa es como hago para verla.
...
Rosario sirvió la mesa, casi al instante todos estaban sentados excepto Federico, cosa que le extraño, si él no bajaba como hablaría con él.
_ señora teresa le sucede algo a mi niño Federico.- pregunto mientras servía un poco de café.
_ no sé exactamente, podrías llevarle algo para qué desayuné - rosario sonrió era la oportunidad que estaba buscando.
_ claro ya mismo le llevo él desayunó.
_ gracias.- teresa sonrió amablemente.
Mientras rosario organizaba la bandeja con el desayuno, Renata caminaba de un lado a otro esperando noticias de su madre.
...
RENATA.
He estado esperando que mi madre me llame, me siento tan mal, le estoy causando problema a las personas que amo. Federico a pasado por mucho por nuestra relación y sé que un bebe complicaría más las cosas, quizás sea mejor que se case y se olvide mi. Pero también sé que si le oculto el hecho que va a hacer padre, me odiara.
...
Rosario salía de la cocina con la bandeja del desayuno de Federico, cuando estaba por subir las escaleras, cuando la mano de Emilio la detuvo.
_ a donde crees que vas.- Emilio se paró enfrente para impedirle el paso.
_ señor Emilio, voy a llevarle el desayuno a mi niño Federico.
_ yo lo llevo, tú vuelve a la cocina y para la próxima envía a alguien más, no te quiero cerca de mi hijo.
_ no veo cuál es su molestia, señor, he trabajado 17 años con ustedes, cuál es la desconfianza.- rosario nunca se había atrevido a enfrentar a Emilio, Pero ahora más que nunca debía ser firme por su hija.
_ simplemente, porque no te quiero cerca, además no tengo por qué darle explicaciones a una simple sirvienta, ahora vuelve a tu lugar de trabajo.- Emilio le quitó la bandeja y subió.
Debía de buscar otra forma de hablar con Federico, y debía ser lo más pronto posible.
Emilio tocó la puerta de la habitación de su hijo, Federico aún seguía en la cama, eran pocas las ganas que tenía de hacerlo.
_ levántate y desayunas.- Emilio entro al no escuchar respuesta, la bandeja la dejo, sobre una pequeña mesa y se acercó a la cama._ es tarde porque no te has levantado.
_ no tengo ganas de hacerlo o eso también me lo bas a imponer.- Federico se giró dándole la espalda a su padre.
_ ese comportamiento es de un niño Federico, levántate y desayuna.
_ a ahora si soy un adulto, porque no me has tratado como tal.
_ todo lo hago por tu bien, ese supuesto amor que tienes por esa niña no te deja ver como son realmente las cosas.
_ y como son según tú.- Federico se paró de la cama y camino hasta quedar a únicamente unos centímetros de su padre._ sabes lo cansado que estoy de esta vida por tu culpa, siquiera has pensado en lo que siento y quiero.
_ aún eres joven, y no entiendes muchas cosas, lo que siente es solo un capricho que si lo detengo a tiempo te puede dar problema.
_ déjame decidir por mi mismo, aunque tú digas que es un capricho, sé perfectamente que lo que siento por Renata es mucha más que eso.
_ Eres mi hijo, debo asegurarme que tomes el camino correcto.- Emilio trato de poner su mano en el hombro de su hijo, Federico se alejó rápidamente evitando que lo tocara.
_ tu hijo, si supieras lo infeliz que es tu hijo. Vete, no quiero verte.- Federico entró al baño y cerro la puerta con fuerza.
Emilio salió de la habitación a fuera, lo esperaba Teresa, su esposa, quien lo miraba con desaprobación.
_ detente antes de que perdamos a nuestro hijo, si algo le sucede a mi hijo nunca te lo perdonaré.
_ todo lo hago por su bien.
_ no seas ridículo Emilio, todo lo haces por esa mentalidad tuya. Así que no digas lo haces por él.- Teresa se fue dejándolo solo en el pasillo.
...