Por Siempre Tuya

Hoy antes de llegar al hospital, me encontré con los oficiales a cargo de la investigación del asesinato de mi padre, a ellos también se les hizo un poco extraño el comportamiento de aquella mujer y dijeron que estarían patrullando por el cementerio a ver si logran dar con ella, lo cual hizo que me quedara un poco más tranquila.

Al llegar la hora de almuerzo, me encontré nada más y nada menos que con par de ojos azules. Pues si! Mi cabeza estaba en otro lado que ni me acordaba de aquel hombre, por lo que me acerco a él y a su hermana.

-Hola Emma, encantada de verte nuevamente- la saludos con una enorme sonrisa.

-Hola yo también estoy encantada. No veía la hora de comenzar ya con las terapias.

-Ok ok, me encanta tu entusiasmo y eso me gusta-le digo divertida al notar su entusiasmo.

-Aunque a decir verdad no me gusta para nada los hospitales – dice bajando la mirada.

-Hey, tranquila ya veras que no será tan malo estar aquí, que tal si comenzamos?- ella asiente y la guio al lugar donde comenzaremos con las terapias.

-Bien pequeña nuestra primera sesión será de electroterapia, será algo sencillo y rápido- le digo y me doy vuelta para encontrarme con su hermano.

-Por cierto me gusta trabajar solo con mis pacientes por lo que no es necesario que se quede señor – hago como tratando de recordar el nombre pero creo que nunca me lo dijo.

-Thompson, Christian Thompson, y no se preocupe no la molestare así que puede hacer su trabajo tranquila- dice con tono frío.

-No, es que usted no entiende, me gusta trabajar sin que mis pacientes tengan algún tipo de distracción, y usted amigo mío es una distracción.

-¿Así? Distracción para quien? ¿Para ella o para ti? – dice como si esto fuese algo divertido para el.

-¿Qué? Jajaja ¿de verdad? Sabe qué? Olvídelo si se quiere quedar, bien pero ni se le ocurra molestar- dije entrecerrando los ojos la verdad ya me había irritado.

-No se preocupe, ni siquiera notará que estoy aquí- dijo de manera burlona y levantando sus manos como si no hubiese echo algo.

Las sesiones pasaron rápido y lo mejor de todo en tranquilidad, Emma dio lo mejor de sí misma para que todo saliera bien y pues agradecí mucho su entusiasmo.

Su hermano se acerca a ella le dice algo al oído a lo que ella asiente y se sienta en una de las sillas que se encuentran cerca, mientras el se acerca a mi.

-¿Podría darme un par de minutos? Es que me gustaría platicar algo con usted. – dice y la verdad me sorprende la manera en la que habla por lo que lo guio fuera de la sala de rehabilitación y así poder hablar.

-Usted me dirá.

-Se que es algo un poco difícil pero es algo que me gustaría que hiciera por Emma.

-¿Cómo que? – digo al momento en que me dice ya que no me esperaba esto.

-Es que a Emma no le gusta para nada los hospitales, pues la verdad es que quisiera que siguiera la rehabilitación en casa.

OK, esto es en serio? ¿pero que carajos le pasa? ¿Será que es bipolar?.

-Lo siento señor pero eso no es posible—le contesto y la verdad es que me tomo fuera de base.

-Pues piénselo, tengo un gimnasio en casa y si falta algo puedo comprarlo sin ningun problema-dice cruzandose de brazos.

-Vuelvo y le repito que no debería.

-Solo hágalo por Emma, como le dije no le gusta los hospitales.

-Señor apenas estamos comenzando con sus terapias y ya quiere que se realicen en su casa?

La verdad es que este señor si que me sorprendía era muy insistente con respecto a seguir con la rehabilitación en casa aun no entiendo cual es el problema en que lo haga acá. Veo como se masajea el puente de la nariz y suelta el aire esta un poco tenso y puedo ver que se está debatiendo entre decirme algo o no.

-Muy bien entonces para que lo entienda mejor le contaré el porque a Emma no le gusta los hospitales y ya luego me da una respuesta.

Y con eso ya me preocupa un poco, no pensé que este hombre pudiera dar su brazo a torcer todo por el bienestar de su hermana. Por lo que me intriga saber que es lo que tanto le preocupa.

No es que sea chismosa, es que me gusta estar al tanto de lo que rodea a mis pacientes ya que sino tienen una estabilidad emocional influye mucho en su recuperación. Muchos no le ponen el empeño adecuado a cada sesión por lo que siempre trato de llevarme lo mejor posible con ellos y entablar digamos que una buena relación.

Luego de unos segundos puedo ver en su mirada que está dispuesto a decirlo todo con tal de que acepte su propuesta por lo que me rindo y acepto escuchar lo que debe decir.

-Ok, lo escucho—me cruzó de brazos ya rendida ante aquello y espero a que me diga que es lo que tanto le preocupa.

-Cuando Emma apenas tenía siete años su madre biológica la abandono en un hospital, la llevó porque presentaba mucha fiebre lastimosamente su madre no tenía trabajo, por lo que comprar lo que le pedían en ese momento se le dificultaba, tras dos días internada una mañana le pidió a una enfermera que la cuidara mientras compraba sus medicinas pero nunca regresó.

Aquello sin duda alguna me dejó totalmente desorientada, nunca pensé que esa pequeña hubiese sido abandonada ahora me doy cuenta del porqué cuando llega se nota tan pálida. Debe ser difícil para ella estar en estos lugares que traen tantos recuerdos.

-¿Y es por esto que desea que siga su rehabilitación en casa? – pregunto casi con un susurro.

-Si! Ayer luego que salimos de aquí estuvo muy callada en todo el camino y al llegar a casa solo se encerró en su habitación. Mire se que que le pido mucho pero por favor hágalo por ella.

Verlo casi suplicar me da a pensar que no es un malhumorado del todo y que realmente su corazón no es de piedra. Pero la verdad no se que responder nunca hago esto fuera del hospital y en estos momentos estoy debatiéndome en si aceptar o no.

-Bien, bien lo haré pero todo se hará como yo lo diga ¿OK? – digo ya rindiendome, a fin de cuenta tengo que velar por la salud de mis pacientes y cuando comienzo con algo me gusta terminarlo.

-Perfecto, pero antes quisiera que me prometa no comentar nada de esto con Emma no le gusta recordar estas cosas.

-No se preocupe de mi no saldrá nada, soy muy profesional y no me gusta andar ventilando la vida de mis pacientes- digo ya mas calmada.

-Se lo agradezco.

-No me agradezca, siempre pongo el mayor empeño en mi trabajo y uno de ellos es velar por el bienestar de mis pacientes.

-Y eso me gusta, pero bueno no le quito mas tiempo así que me retiro.

-Que tenga buenas tardes- dije aun algo pensativa no me imagine este cambio de personalidad.

El solo asintió y salió junto con Emma del hospital, por una parte me alegro saber un poco más de ella y por otra me sentí mal. Muchos niños son abandonados por sus padres por diferentes situaciones y piensan que dejándolos así tendrán un mejor futuro pero en muchos casos es todo lo contrario.

Muchos se encuentran en situación de calle ya que no les dieron la oportunidad de tener un techo donde vivir, una familia que los acobijara y duele ver tantos niños y adolescentes así. Pero más duele ver como hay personas que los rechazan y que le dicen tantas cosas malas solo por vivir de esa manera, y que a fin de cuenta ellos no decidieron vivir así sino que los obligaron.