La Villana No Es Tan Villana

Al llegar al jardín esta vio dos chicos de cabello negro de espaldas a la mesa y de estar sorprendida paso a estarlo aún más pues eran sus hermanos; Asher y Damián y estos ¡le sonreían!, aunque no sabía cómo actuar trato de disimular la sorpresa y pronto noto que Mary iba hacia ella.

Lo siento, intente decirles que usted vendría aquí a tomar él te, pero no me escucharon -En su cara parecía que había cometido un grave error.

No te disculpes porque no es tu culpa, fueron ellos quienes decidieron quedarse; mejor prepara dos asientos más, los invitare a que tomen él te conmigo -Tenia una radiante sonrisa como si los pensamientos de hace poco se hubieran esfumado…

Joven Asher, joven Damián; ¿aceptarían una invitación para tomar el té? -Pregunto Meredith con una inocente sonrisa...

¡Encantados! - Dijeron al unisonó.

Pronto Mary con ayuda de otras sirvientas llevo el té al jardín con algunos aperitivos y los tres hermanos empezaban a disfrutar de la velada, o eso parecía.

Así que hermanita; cuéntanos, como es que ahora quieres entrenar tu magia – Dijo Damián mirando atentamente a la chica.

Simplemente quiero saber defenderme – Respondió con una mirada disimulada hacia Asher; el cual noto esto de inmediato.

Si lo deseas podríamos entrenar contigo algunas veces, aprenderás de los mejores – Respondió Asher sonriendo a su hermana, solo el sabia que pensaba en ese momento.

No los molestaría con cosas tan insignificantes, no es necesario -Ahora su tono de voz parecía irritado y al parecer, los hermanos lo notaron porque rápidamente terminaron su té y se despidieron.

Ahora Meredith se encontraba sola en el inmerso jardín; rápidamente la abrumante soledad se sintió a su alrededor, la taza en sus manos temblaba y parecía que en cualquier momento se le caería y entonces una lagrima rodo por su mejilla, rápidamente soltó la taza y se limpió antes que alguien pudiera notarlo y ya que el ambiente no era tan ameno, Meredith se fue a su habitación y una vez allí tomo la daga y se fue a la bañera y una vez allí se liberó del vestido y al notar que el agua estaba caliente se sumergió en ella aun con la daga en la mano….

Las lágrimas salían como si de un rio se tratara y aun si tratara de contenerlas no podría, como olvidaría a su hermano, como desearía ella tenerlo allí, si tan solo hubiese sido ella en lugar de él, si tan solo no hubieran recargado la culpa en una niña todo sería diferente y ahora cada vez que lo recuerda tiene unas inmensas ganas de ir y hacerle compañía a su hermano en aquel lugar desconocido donde este, ahora no eran sus padres, ahora era su propia mente quien le causaba tanto dolor con aquellos recuerdos, pero lo único que quedaba era seguir; si había tenido una nueva oportunidad la aprovecharía además, en este mundo había magia, quizá había una manera….

Pensó muchas cosas mientras el agua aún estaba caliente, no fue capaz de terminar con todo, había tenido una idea y haría todo siempre que esto se cumpliera. Así salió, más decidida que antes; perfeccionaría su magia hasta que pudiera hacer algo por su hermano, cuando estuvo lista salió y se fue a la biblioteca pues aún no comprendía bien el sitio donde estaba y no había preguntado porque no sabía cómo podrían reaccionar ante esa pregunta. Al saber el apellido del primer príncipe se le hizo aún más fácil, ahora sabía que era el imperio Smaragd y al buscar un poco más supo que el imperio del que provenía la princesa Helena es Saphir, hay otros tres en el continente llamados Perl, turkis y opal. Aunque su territorio es te tamaño parecido, su poder mágico y armado es muy diferente ya que en magia el más poderoso es opal, pero en armamento y guerreros lo es Smaragd.

Pronto al saber la mayoría de lo que le interesaba esta se fue a los establos a que los cuidadores le prestaran un caballo para ir a montar pues… ¿Cómo no podría hacerlo si antes entrenaba artes marciales?, por fin había llegado y de varios ella escogió un caballo rojo que le pareció lindo así que pidió que lo alistaran y cuando este estuvo listo después de que le ayudaran a montarlo se fue; más allá del campo de entrenamiento había visto algo parecido a un bosque así que evitando que la notaran se fue hacia allá y pronto llego al borde de una cascada..

Que hermoso -Pensó ella y bajo del caballo y lo ato cerca para caminar un poco.

Al borde de la cascada se veía el cielo de un azul intenso, la frescura del bosque daba un ambiente tranquilo así que ella decidió quedarse con la bata que traía debajo del traje que usaban las mujeres para montar y se lanzo ya que no se veía demasiado alto...

El aire golpeando su cuerpo y desordenando su cabello; eso era aquella tranquilidad que tanto deseaba. El agua golpeo su cuerpo y por la altura se sumergió hasta el fondo y entonces sintió que una mano la agarro débilmente; después del gran susto se dio cuenta que la personas estaba viva así que, ¿Por qué no ayudar?, con gran esfuerzo logro llevarlo a la orilla; era un hombre, pero algo que si la sorprendió fue saber de quien se trataba….