Mi Cruel Amor

Estoy de regreso, y como siempre he sabido había sido vigilada porque no pasa ni siquiera media hora cuando ese estúpido viene a mi, reclamando el por qué no estaba cerca estos días o con quién me había ido.

Culpándome de cosas con las que ni siquiera tengo contacto, pero que se esperara, si para ellos yo soy la culpable de todo, incluso del calentamiento global.

Pero no es el único, algunos me llaman por teléfono gritando culpándome de todo.

Diciendo que soy tan cruel como para no poder donar ni siquiera una gota de mi sangre.

Tal parece que se han olvidado que estoy embarazada y que estoy esperando un bebé aunque tal vez o más bien dicho no les importa.

Para ellos la egoísta soy yo tal parece que mi único objetivo en esta vida es sacrificarlo todo por ella y por él.

Antes en el pasado estuve ciega para no haberme dado cuenta de todo esto, no fue hasta que me quedé con los brazos vacíos y con el corazón sangrando que me di cuenta.

He oído que ser amable con los enemigos es ser cruel con uno mismo al parecer es muy cierto.

Si en ese entonces me hubiera defendido y no hubiera perdonado fácilmente, tal vez ahorita estuviera en esa otra vida viviendo feliz con mi hijo.

Sin embargo, ahora que tengo la oportunidad de salvarlo, no dudaré ni un segundo y no me tentare el corazón para destrozar a todo aquel que se interponga en mi camino.

Incluso si es el hombre que ha llamado toda mi vida, ni siquiera por el sacrificaré mi propia vida y también mucho menos mi felicidad y la de mi hijo.

Pero por más que intento explicarlo parece que nadie quiere escuchar, están todos atosigando y reclamando,

Alejandro: Eres la peor pudiste salvarla rápidamente a Valeria, pero eres tan insensible.

Celia: Te críe, por lo menos por eso deberías agradecer todo lo que te hemos dado.

Demetrio: Jamás pensé que fueras mal agradecida, no debería haberte traído.

Y así uno tras otro solo reclaman cosas que les conviene, pero a ninguno le importa que en mi estado donar sangre no es recomendable.

Andrea: Basta se están escuchando ya saben que estoy embarazada, pero parece que no les importa.

Y padre por si no te has enterado fue tu obligación hacerte cargo de mí o acaso vas a negar tu paternidad.

Y tú, no tengo nada que agradecerte porque jamás me has dado nada y si crees que es el dinero te lo puedo regresar en cualquier momento. Porque jamás te he visto como mi madre.

Y tú Alejandro eres mi marido pero por tu forma de hablar pareciera que Valeria es tu esposa y no yo, acaso ella es tu amante.

Acaso te estás escuchando Alejandro, porque si no, no me explico cómo es posible que estés dispuesto a matar a tu propio hijo con tal de salvarla.

Te das cuenta que a la que deberías de estar cuidando y por la que debería de estar preocupando es por mí y por tu hijo.

Alejandro: Era una emergencia y cualquier persona amable debería....

Andrea: Pues lo siento, si piensan que soy malvada solamente por poner mi vida y la de mi hijo por encima de cualquier persona.

Y tú Celia deberías de entenderme porque eres madre y sé que te preocupas por tu hija y yo me preocupo por el mío.

Además son tan inútiles que ni con todo el dinero que tienen no pueden conseguir donantes y están esperando que una mujer embarazada y frágil resuelva los problemas.

Jamás pensé que los integrantes de esta familia fueran tan incapaces de resolver los problemas que se les presentan.

Ahora me doy cuenta que no vale la pena ni siquiera que los tome en cuenta.

Ahora si me disculpan estoy cansada y quiero descansar pensé que Valeria estaba enferma.

Tal vez no sea para tanto después de todo aún tienen tiempo para venir a arruinar mi día y decir estupideces.

Alejandro: Pero que.

Andrea: Pero nada, no quiero verlos, estuve desaparecida pero ninguno le ha importado, ni siquiera han preguntado si he tenido un accidente, pero que les importa verdad, soy a sus ojos insignificante, entonces porque deberían interesarme ustedes o ella.

Largo......no los quiero ver.

Todos se quedaron callados y no podía creer que ella se atreviera a hablarles de esa forma.

Empezaron a retirarse incluso Alejandro cuándo Andrea hablo.

Alejandro a dónde vas, yo soy tu esposa no crees que la gente pensará mal que siempre estás al lado de otra mujer.

Si no te importó por lo menos deberías preocuparte en cómo se ve ella.

El que siempre estes a su lado solo la hace lucir como una amante barata, destructora de hogares que ni siquiera perdona a su propia hermana.

Y que es capaz de ser la amante del marido de su hermana, con la aprobación de sus padres.

Alejandro: Tu...

Andrea: No se te ocurra volverme a poner las manos encima porque te juro que te vas a arrepentir y será lo último que haga.

Con la última frase, Alejandro se sorprendió porque realmente jamás le había hablado de esa manera.

Ella siempre se había comportado y tratado de complacer.

No sabe qué está sucediendo pero ella no era así.

Este pensamiento no duró mucho, penso que solamente era una forma más para llamar su atención.

Después de todo una mujer como ella y solamente persigue la riqueza y no es capaz de amar a nadie.

No pasará mucho tiempo cuando ella vuelva a intentar ganarse su favor.

Alejandro la miró a los ojos tratando de reclamar, sin embargo cuando sus ojos chocaron, algo lo desconcertó pero no supo que.

Al mirarla a los ojos tuvo la sensación de que ya no veía algo, pero no sabía que era y eso lo dejó aturdido.

Rápidamente borró esa sensación que no sabía explicar.

Cuándo intentó reclamarle y denigrarla como siempre, ella no se quedó a escuchar dio la vuelta y subió a su habitación.

Cuando Andrea estaba llegando al final de las escaleras escuchó los pasos de Alejandro entonces ella sin voltear hablo a Alejandro.

Será mejor que te detengas y no me sigas si te acercas un paso más te mandaré a rodar por las escaleras.

Lo dijo de tal manera que Alejandro se quedó paralizado y de alguna forma sus pies no reaccionaron para subir los peldaños que le faltaban.

Para cuándo se pudo mover, se dirigió a la habitación matrimonial, ella no estaba ahí.

Por otro lado Andrea camino rápidamente y se metió a una habitación de invitados, desde hoy ella no volvería a dormir al lado de ese hombre despiadado.

No le daría oportunidad de que la dañará una vez más.