Amor Prohibido

Después de mi clase en la universidad decidí volver a mi casa, cuando estaba llegando a la parada del autobús vi a mi compañera esperando aquel transporte, por un momento quise ir por ella y llevarla a casa, pero no podía se suponía que yo debía mantener mi distancia de ella, igual me quedé ahí esperando a que subiera a aquel autobús, después de un tiempo este llegó y ella subió, me puse en marcha y llegué a mi casa, estaba en mi estudio leyendo acerca de unos rezagados vampiros que estaban cerca de mis fronteras, estás criaturas eran un verdadero dolor de cabeza, la noche cayó muy rápido y tenía un mal presentimiento, al rato recibí una llamada de los padres de Layla, habíamos intercambiado números, ya que tenía que darles respuesta de lo que pensaba hacer con mi compañera, acepte la llamada y Katherine estaba algo alterada.

— Gabriel Layla no ha llegado a casa, hemos recibido reportes de rezagados vampiros en las fronteras, tememos por nuestra hija, tú puedes olfatearla por favor encuéntrala.

Al escuchar aquellas palabras sentí mi corazón detenerse, les dije que yo la conseguiría, deje que mi lobo tomara el control de mi cuerpo y salimos a buscar a Layla, la olfateamos cerca del lago, pero no estaba sola había algo más con ella, nos apresuramos a llegar a aquel lugar, cuando la vi y cerca de ella había un rezagado vampiro me apresure hasta ella volví a mi forma humana la aparte de aquella criatura, en esta forma no podía pelar con esa bestia así que no me quedo de otra que transformarme ante los ojos de Layla, está al ver mi lobo se desmayó, pelee cuerpo a con aquel vampiro, este siempre quería llegar a mi compañera, como pude lo aleje de ella.

— No te metas lobo ella tarde o temprano será nuestra es solo cuestión de tiempo que lleguemos a ella.— Las palabras de aquel vampiro me desconcertaron, de que estaba hablando, ya no le di más larga a este asunto y acabe con aquel rezagado, una vez llegaron mis hombres se encargaron de despejar este lugar mientras yo llevaba a Layla a su casa, cuando estaba llegando cambié a mi forma humana me puse la ropa que cargaba encima tome a mi compañera en brazos y camine hasta su casa, no había terminado de llegar cuando la puerta se abrió, una joven parecida a Katherine me recibió, su mirada era de asombro al parecer también se dio cuenta de que Layla está mi pareja destinada, la familia estaba reunida en la sala y al verme entrar se pusieron de pie, Katherine me llevo hasta la habitación de Layla, está tenía impregnada por todos lados el olor de mi compañera, la dejé en la cama y acaricie su rostro.

— Hoy me quedaré en esta casa, no sé qué está pasando, pero esa cosa venía por ella. — Mi tono era autoritario.

— Esa cosa era un vampiro igual que nosotros, así que no te refieras a nosotros así.— Dijo el chico junto a Katherine.

— Tú quien eres? No sabes nada, lo que yo vi no era un rezagado normal, eso no es como ustedes. — Dije preocupado.

— Que estás diciendo? Entonces que era? — Pregunto Leandro preocupado.

— Mejor salgamos de aquí, Layla podría despertar y escuchar esta conversación. — Dijo la otra chica mirando a Layla.

Salimos de la habitación nos reunimos en la sala, yo podía escuchar bien desde aquí la reparación de mi pareja así que pude hablar con tranquilidad con su familia, los dos chicos se presentaron, ellos son los hermanos de Layla, empecé a hablar con ellos, necesitaba respuesta.

— Qué saben de este asunto? Porque quieren a Layla? — mi voz sonaba demandante.

— Ella es solo una humana, no sabemos que quieren esos rezagados. — Respondió el hermano de mi pareja.

— No me mientan, esa criatura dijo que ella les pertenecía y que llegarían a ella, ustedes saben algo y me lo van a decir ahora mismo o si no me la llevo u saben que puedo hacerlo por ley ella es mía. — Ya había perdido la paciencia, si ellos no hablaban podía llevarme la cuando yo quisiera.

— Está bien te contaremos lo que ella es. — Dijo el señor Leonardo.

— Ni nosotros sabemos lo que es ella, hace casi Dieciocho años ayudamos a una mujer a huir de unos vampiros rezagados, al principio no sabíamos quién era ella, pero después de unas horas, supimos que la mujer era una híbrida, ella nos entregó a su bebé antes de morir, llegamos a este pueblo y no dijimos nada de ella, cuando nos preguntaban decíamos que ella era una humana huérfana que encontramos en el camino. — Explico Leandro.

— Un híbrido? Es imposible, ellos se extinguieron hace mucho, de hecho no hay pruebas de que ellos existan, por lo menos no entre los lobos. — Dije seguro de mis palabras.

— Por lo que sabemos los híbridos pueden adoptar la forma de lobo y la de vampiros, tendrá la fuerza de ambas especies. — Explico Katherine.

— Pero si son tan fuertes por qué están extintos? — Pregunté confundido.

— No lo sabemos, para nosotros también es un misterio. — Dijo Leandro.

— Debemos preguntar a los ancianos de manada, ellos pueden darnos respuesta.

La noche iba a ser larga, estaba tan cerca de mi compañera y ahora que sabía que no era una simple humana mi lobo aullaba de felicidad, sé que él sabe algo, pero por sus leyes no podía contarme nada, solo me pidió que nunca la traicionará, tampoco quería hacerlo, ella sería mi luna, mi reina. Katherine preparó una habitación para mí cerca de Layla.

Me acosté en la cama y emepce a preguntarme por qué el destino nos junto a nosotros, porque en este pueblo alejado del mundo, esa noche no puede dormir mucho, toda la noche la pasé aspirando su aroma, pensando en todo esto y en como lo tomaría ella cuando supiera lo que es, ojalá y no me rechace, creo que hicieron mal ocultando la verdad de su origen.