Micaela es una mujer de la vida moderna, ha heredado el legado de su padre, siendo una peligrosa mafiosa, pero algo sale mal y pierde la vida, reencarnando en Sol D’Angelo, la hija de un duque, villana de la novela la cual leyó en su juventud, pero al tener los recuerdos de Sol, se da cuenta de que nada es lo que parece y ella jamás fue una mala persona, solo fue víctima de aquella que hermanastra que fue considerada la protagonista, aunque ahora, cuando la historia inicie, ella le demostrará a todos, lo que es ser una verdadera villana y buscará vengarse de aquellos que la hicieron sufrir.
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6
Después del emotivo reencuentro, sol y Rosita salieron. Rosita no estaba muy de acuerdo que saliera tan pronto o que se hubiera tomado tan en serio el salir de compras. O sea, sí lo harían pero después de unos días, ya que su recuperación fuera total.
Sol: oh por dios, está es una verdadera carreta, que emoción
Cinco minutos después... Sol parecía un gato agarrado de las paredes del carruaje, tarde se dio cuenta de que no era lo mismo una carreta en una calle pavimentada de su época qué una en una calle de tierras con un sin fin de imperfecciones.
Rosita: ¿que pasa señorita?
cabe destacar qué Rosita ya estaba acostumbrada
Sol: de haber sabido que esto era tan incómodo y no como en las películas, me hubiera venido montando
Rosita: pero que dice señorita, a usted siempre le ha gustado viajar en el carruaje, además montar, no es propio para una señorita... Y ¿que es una pelicula?
Sol: ah, eh, una palabra que acabo de inventar, jejeje, no me hagas caso. Y bueno, el carruaje me es incómodo porque aún no me he recuperado _ uff, que alivio
Rosita: pero señorita, mejor nos regresamos
Sol: claro que no, ya casi llegamos
Rosita: señorita, aún falta medio camino
Sol: que? No manches, creo que tendré que inventar los amortiguadores para que deje de sufrir en estos viajes
Rosita: señorita, porque dice cosas raras, usa palabras que nunca había dicho.
Sol: _ maldicion_ bueno, recuerda que mi cerebro aún no se compone del todo, solo tenme paciencia sí
Rosita: claro que sí mi señorita
Sol: por favor, deja de mencionar señorita, señorita, señorita ya me tienes mareada, mejor solo dime Sol
Rosita: pero señorita
sol: pero nada, es una orden
Rosita: está bien s... Sol
sol: así suena mejor
Después de un tiempo llegaron al centro de La ciudad, en donde se encontraba como un mercado. En las calles cercanas había tiendas de distintos tipos, unos vendían ropa, otras joyerías, utensilios de cocina, etc.
Sol: para ser un lugar de época está bastante bien. Me recuerda cuando fui a tila Chiapas _ me dije a mi misma, ya que ni podía hablar abiertamente de esto.
Bueno, Rosita me llevo a las tiendas qué solía ir pero no encontré nada a mi gusto, todos los vestidos estaban llenos de telas y más telas, pero lo más horrible era la infinidad de moños, bolados o pedrería que tenían. Qué bueno, aunque eran auténticas, era una exageración.
También pedí hablar con la modista de cada tienda para solicitar mis propios diseños pero según ellas eran muy reveladoras y no podían hacerlas. La verdad no es que fueran reveladoras, el problema es que le pedí pantalones para mujer y no quiso hacerlo, a otra le dije del tipo de ropa interior y paso justo lo mismo. Ya cansada de las negativas seguí caminando hasta que llegue a una tienda donde compran los famosos plebeyos.
Rosita: señorita, no creo que deba entrar ahí, sí alguien la ve, podrían hablar de usted y sus gustos
Sol: ya te dije que no me digas señorita, dime Sol. Además, a mí no me interesa lo que la gente chismosa diga, yo ando buscando a alguien para que me haga mis diseños, pero nadie quiere, no está mal darle la oportunidad a otro y de paso encontrar un posible socio
Rosita: está bien Sol, vamos
Sol sonrió al haberle ganado esta vez a Rosita, engancho su brazo con el de ella y la jalo a la tienda
Después de observar un rato, Sol termino eligiendo un par de vestidos, ya que la calidad de las telas no eran las mejores, pero eso podía cambiar.
Sol: bueno, señora, que dice, podrá elaborar mis diseños, le daré la mitad del dinero que necesita para comprar las mejores telas y la otra mitad, cuando me las entregue y si me gustan, prometo hacerla mi modista exclusiva.
Ana: señorita, solo que los diseños qué usted me muestra, son un tanto reveladores. Las mujeres no usamos pantalones, será mal vista ante La sociedad y que decir de la ropa interior, eso apenas cubre las partes importantes
Sol: de eso se trata, que cubra solo las partes importantes. Mira, haga mi pedido y haga uno para usted y úselo aquí en su casa. Después de haberlo utilizado, me dice que tal se siente. Además, que si todo sale bien, podríamos asociarnos y hacer de este negocio, una boutique mejor que las demás
Ana suspira, pues no niega qué la nueva moda de vestidos, pantalones y ropa íntima era algo innovador, tenía miedo de que la sociedad la tache de indecente.
Ana: está bien señorita, pero, no quiero que diga que yo le hice su ropa, solo hasta que pase la prueba y empiece a ser aceptada. No me puedo arriesgar a que cierren mi local por inmoral, mis hijos comen todos los días, espero que me entienda y no se sienta ofendida
Sol: está bien, te entiendo, yo me encargaré de que esta ropa sea aceptada por las mujeres, después de eso, tú y yo seremos socias. está bien
Ana: está bien señorita
Después de convencer a aquella mujer para realizar sus diseños, las dos mujeres caminaron de regreso al carruaje, donde Sol, solo de recordar el largo camino qué debía recorrer, ya se sentía mareada. Pronto buscaría a algún herrero para qué le creará los amortiguadores y de alguna forma anexarlos en las carretas para mayor comodidad.