Ahora ¿Quien Es Él Perro?

Para Deilyne un poco más de un año entero había transcurrido desde que volvió a su casa. Después del incidente vívido con el Vizconde Casares, todo había sido tranquilo.

No le costó mucho el adaptarse a sus nuevas tareas, ahora tenía más por hacer que antes, pero a ella le gustaba.

La familia Marshall tenía todo tipo de negocios, desde plantaciones de trigo, té, cebada, eran dueños de números edificios y terrenos en la capital, los cuales alquilaban o estaban ocupados por negocios propios, pero sin dudas el gran capital que poseían se debía a las diferente minas que tenían, minas de hierro, de oro, de plata, de todo tipo de gemas preciosas incluido diamantes que eran los favoritos para usar en joyería.

Teniendo en cuenta esto, Deilyne estaba pensando en que quería agrandar la lista de minerales que conformaban sus minas, así que se había ocupado en los últimos días en investigar que tipos de minerales que podría encontrar en el imperio Constantine y sus utilidades.

En base a su investigación hubo uno que le llamo la atención, el llamado "oro blanco", de este mineral hasta el momento no existía una mina en cualquier parte del territorio de Constantine, el poco oro blanco que había se encontraba en formas de joyas, los poseedores de estas joyas no eran nada más y nada menos que la familia imperial y la familia Marshall para sorpresa de Deilyne. Las joyas fueron compradas en otro Reino, el Reino de Zilbahan, en dónde el oro blanco era muy codiciado y dónde se explotaba.

Deilyne mando llamar al mayordomo.

- Mayordomo: Me mandó llamar Señorita, aquí estoy para servirle.

- Deilyne: Si Robert necesita que busques algo para mí, busca entre las joyas de la familia un collar llamado Las Lágrimas de Memphis.

- Mayordomo: O ese collar Señorita, claro se dónde está.

- Deilyne: Lo conoces Robert?

- Mayordomo: Oh por supuesto Señorita, ese collar fué comprado por su padre para darcelo a su madre en su primer aniversario.

- Deilyne: no lo sabía.

Dijo Deilyne. Sabía lo mucho que su padre amaba a su madre, ese collar seguramente tenía algún significado especial, ella recordó que lo único que recibió cómo regalo de parte de Gabriel era una pulsera con pequeños rubíes, pero se lo había dado por obligación el día de su compromiso.

El mayordomo continuó.

- Mayordomo: si me permite contarle la historia de ese collar, es muy interesante y es esa historia la que justifica y dimensiona su valor.

El collar llamando las lágrimas de Memphis proviene del Reino de Zilbahan, en ese lugar adoran a la diosa Memphis, la historia dice que Memphis se enamoro un día de un hombre común, pero que aquél hombre no sentía lo mismo por ella, Memphis entristecida por no ser correspondida lloró, sus lagrimas al llegar a la tierra se endurecieron formando estos cristales con su forma.

El hombre del cuál Memphis estába enamorado vió a la diosa llorar, él se enamoro en ese instante de la hermosa imágen que contempló, él quería darle algo a aquella mujer de la cuál se había enamorado, así que busco y busco hasta encontrarse con las preciosa lágrimas hechas cristal, el hizo un collar y se lo entregó. La diosa no podía creerlo su amor se estába haciendo realidad . En el Reino de Zilbahan esté collar es de una relevancia historica muy importante, y su significado también.

- Deilyne:es horrible.

- Mayordomo: A que se refiere Señorita, el collar le aseguro que es de lo más hermoso que verá.

- Deilyne: No hablo de su apariencia, habló de la forma en que ese collar se formó, de verdad valía las lágrimas de la diosa ese hombre?

- Mayordomo: es una metáfora Señorita, hablá de cómo hay veces en las que primero debemos sufrir para después encontrar la felicidad y las lágrimas de la diosa eran prueba de que ella amaba de verdad a ese hombre, el hombre al ver tales sentimientos se conmovió y también busco entonces una forma de agradarle a la diosa.

- Deilyne: de todas formas no me gusta esa historia.

El mayordomo no insistió más y fue a buscar lo que su maestra le pidió

- Mayordomo: Aquí está Señorita.

El mayordomo presentó a Deilyne una lujosa caja de color azul, cuando Deilyne la abrió quedo impresionada por la belleza de la joya, los diamantes brillaban como verdaderas lágrimas que reflejaban la luz natural, el collar estaba formado en la parte de al rededor del cuello por pequeños diamantes en formas de lágrima y en el centro colgaba una lágrima de un tanto más grande, el detalle era simplemente espectacular todas las piedras se encontraba incrustada en entramados del metal que era lo que realmente Deilyne estaba buscando, también era precioso ese metal parecía brillar como los mismos diamante, no sería necesario agregarle una gema a las joyas hechas con ese material, ya que brillaba preciosamente lo que también aumentaría su valor.

Deilyne:[Vale él intentó] ya es suficiente, puedes guárdalo.

Deilyne aún no había terminado con su investigación, el siguiente paso ya estaba en marcha.

Deilyne se dirigió a la biblioteca de la mansión, buscaba un gran mapa del imperio que se encontraba colgado en ese sitio. Una vez lo tuvo, lo observó detalladamente, buscaba algún territorio que tuviera ciertas características, las características que Deilyne buscaba en el territorio eran las mismas en las que en Zilbahan se desarrollaban las minas de oro blanco. Sus climas no eran muy diferentes así que tal vez encontraría un lugar con las mismas condiciones. Y así lo hizo, Deilyne encontró un territorio con las mismas condiciones, el problema era que no pertenecía a la familia Marshall, en realidad no sería un gran problema, ya que podría comprarlo. Ella estaba tomando un riesgo por qué no existía la certeza de que lo que ella pensaba sobre la existencia de una mina de oro blanco en ese lugar fuera correcta.

Deilyne se movió rápido e hizo que Nicolás se pusiera en contacto con el dueño de aquel territorio.

Para antes de recibir una respuesta, una carta proveniente de la capital llego. Deilyne lo reconoció tan pronto como vio el sobre.

Un sobre blanco con bordes dorados y el reconocible sello de la familia imperial, un León de ojos púrpura.

Al ver el contenido Deilyne no parecía sorprendida.

Deilyne: [me lo esperaba]

La carta le decía que debía presentarse ante el emperador. Todos los nobles debían presentarse ante el emperador una vez asumían sus títulos para jurarle lealtad, Deilyne no era la excepción, pero no tenía intenciones de ir de inmediato tenía cosas que debía hacer. Así que envío una respuesta con un pequeño regalo para el emperador para qué la disculpará, y que iría tan pronto como arreglara los inconvenientes que tenía.

- Deilyne : Al fin y al cabo es algo que debo hacer.

Suspiró Deilyne.