La Curvis Más Bella

Melanie …

Al llegar a mí departamento, me tiró en el pequeño sofá que tenía y sonrió de felicidad, mí sueño de terminar mis estudios se harían realidad y eso me emocionaba, pero con respecto a Lautaro era mejor no ilusionarme, dentro de mí sabía que esa relación no funcionaria mientras sus padres estuvieran vivos, y no iba a correr el riesgo de volver a ese infierno nuevamente 

Sabía también que Lautaro cuando se obsesionaba con algo, no paraba hasta conseguirlo, pero yo tengo otros planes, seguirle el juego mientras termino mis estudios y de a poco ir viendo que sucede 

Se que siempre lo he amado y ahora al volverlo a ver me doy cuenta que aún lo amo, pero no soy tonta, ya no, tanto sufrimiento me han vuelto dura, precavida y lo más importante desconfiada

Aprovecharé está oportunidad para estudiar todo lo que más pueda, si más adelante, veo que con Lautaro las cosas no funcionan, entonces ya tendré mis estudios terminados y no tendré que depender de nadie, ni matarme trabajando para poder tener algo de plata para sobrevivir.

Después de un rato sentada analizando toda la situación, decido mandarle un mensaje a Lautaro, ya que había quedado en escribirle cuando llegara a mi departamento.

📨 - Soy Melanie, este es mí número — le mando 

📨 - Hola hermosa, prepárate, en un rato paso por ti para llevarte a almorzar — me responde enseguida 

📨 - Lau, lo mejor sería que por un tiempo no nos vean juntos, vayamos lento, no quiero que la noticia llegue tan rápido a oídos de tus padres — le respondo, ya que es muy arriesgado que nos vean juntos ahora 

📨 - Mel, no quiero estar escondiéndome, te amo y quiero que el mundo entero lo sepa — me responde él 

📨 - Ya lo sé Lau, pero lo nuestro es reciente, prefiero que lo mantengamos oculto por un tiempo, por favor — le ruego para que acepte 

📨 - Está bien, pero no será por mucho tiempo Mel, ya que deseo que estemos juntos pronto — me dice él y yo suspiro. Con sus padres de por medio, jamás vamos a estar juntos, ni siquiera soñar con un futuro 

📨 - Ven a mí departamento, te preparare algo rico — le mando ya evitando seguir hablando de eso 

📨 - Está bien mí amor, en un rato estoy ahí — me dice y le mando la ubicación, luego guardo mí teléfono 

Me levanto del sofá y comienzo a revisar que tenía en la nevera y en la despensa para cocinar

No tenía muchas opciones, ya que como aún no me habían pagado mí sueldo, no había podido ir a reponer mercadería, pero lo poco que tenía me alcanzaba para una buena comida que sabía que a él le gustaría 

Saque de la nevera un trozo de carne que tenía, unas verduras y decidí hacer unos tacos de carne 

Lavé y corte todo en tiras finas y la mandé al sartén a cocinar a fuego minimo, sazone con algunos condimentos que tenía y mientras la carne y las verduras se cocinaban, me puse a hacer las tortillas para los tacos 

Aparte hice una salsa roja con tomates para colocarle a los tacos y una vez listo llevé todo a la mesa y espere a qué Lautaro llegara 

5 minutos después siento el timbre de la puerta y me dirijo abrir, ya sabiendo que era él 

— Hola hermosa — me dice tomándome de la cintura y dándome un beso en los labios 

— Hola — le digo yo con vergüenza — Pasa, la comida ya está lista — le digo separándome de él y haciéndome a un lado para que entrara 

— Mmmm que olor tan exquisito, ¿Que has preparado? — me pregunta emocionado 

— He hecho unos tacos, se que te gustan, por eso los hice — le digo cuando llegamos a la mesa 

— Me fascinan los tacos, y más si los has hecho tu mí amor — me dice parándose detrás de mí, abrazándome por la espalda y apoyando su cabeza en mí hombro 

Yo me sentía aún más nerviosa, eso que estaba haciendo él me hacía acelerar el corazón y no quería caer tan rápido ante sus encantos, no debía olvidar a sus padres, así que disimuladamente me separé de él y me senté, haciendole señas para que también se sentara 

Comenzamos a comer en silencio, yo no quería levantar la vista y mirarlo, ya que sentía su mirada penetrante en mí. No dejaba de mirarme desde que comenzamos a comer y eso me incomodaba 

— ¿Por que me miras tanto? — al fin decido preguntar, ya que no dejaba de mirarme 

— Porque eres muy hermosa, por eso no puedo dejar de mirarte, porque ansiaba que llegara este día desde hace 4 años — me dice con una sonrisa 

— Lautaro por favor, no digas esas cosas — le digo sintiendo mucha vergüenza — Hay mujeres mucho más hermosas que yo, aún no entiendo por qué insistes conmigo — le digo sin mirarlo, ya que me había ruborizado bastante las mejillas 

— Mel, qué parte no entiendes qué no me interesa nadie más que no seas tú, siempre te amé, jamás me permití estar con otra mujer que no seas tú. Todo este tiempo que pasó, siempre tuve la esperanza de que al fin te encontraría, y ahora que lo he hecho, no quiero dejarte, quiero estar contigo para siempre — me dice él en un tono suave mirándome a los ojos 

Mí corazón comenzó a latir rápidamente, esas palabras que él me decía, me hacían confundir, y sentirme mal, yo también deseaba estar con él para siempre, pero había un obstáculo que lo impedía y esos eran sus padres 

— Sabes que tus padres jamás aprobaran que estemos juntos, ellos me odian, me aborrecen, me enviaron a un internado para alejarme de ti, y ahora no permitirán que vuelva a tu vida, ¿Qué harás al respecto? Porque yo no le encuentro solución a esto, el día que realmente podamos estar juntos, será cuando tus padres ya no estén en este mundo — le digo irónicamente con tristeza 

— Yo lo solucionaré, solo dame algo de tiempo, pero por favor no pienses en dejarme, te prometo que pronto podremos ser felices como siempre lo deseé — me dice en un tono con miedo, tomándome de las manos por encima de la mesa 

— Yo no quiero que tus padres se enteren de mí, no quiero que nuevamente vuelvan a mi vida para querer hacerme daño, si en verdad buscarás una solución por favor no me nombre jamás, ellos por nada en el mundo se deben enterar de mí — le digo poniéndome sería 

— No te preocupes amor, yo se lo qué debo hacer, pero me llevará algo de tiempo, solo ten paciencia y espérame — me dice él con desespero y yo ya no digo más nada 

No sé que tendrá en mente, ¿será que renunciará a la empresa y dejará a sus padres para estar conmigo?, dudo que sea así como pienso, pero el tiempo lo dirá 

El resto del almuerzo fue en completo silencio, ninguno de los dos volvió a tocar el tema

Al terminar de comer, levanté todo de la mesa y me puse a lavar las cosas que habían quedado en la cocina 

Una vez que deje todo limpio, vuelvo hasta la pequeña sala donde él se encontraba sentado y me siento junto con él 

— Bueno, ¿qué quieres hacer ahora? ¿Quieres que hablemos de algo de nuestras vidas o quieres ver una película? — le pregunto nerviosa 

— Quiero que veamos una película juntos, quiero estar abrazado a ti, sentirte cerca mío — me dice sonriendo y yo me vuelvo a ruborizar, aún no entendía que había visto en mí, yo misma me avergonzaba de mí cuerpo y eso me tenía muy mal 

Muchas veces intenté hacer dieta, bajar de peso, pero nunca lograba bajar por más que comiera saludable e hiciera ejercicio, hasta había dejado de comer por varios días y ni así lograba perder peso. Eso me hizo poner muy mal y decidí ir a ver a un médico especialista para que me asesorará y me dijera si había algo mal en mí 

La médica especializada en nutrición me mandó a hacer varios análisis, y ahí fue cuando me entero que tenía Hipotiroidismo, Una afección en la que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea.

El tratamiento principal es la terapia de reemplazo hormonal, con un medicamento que reemplaza la hormona tiroidea que la glándula tiroides no produce. La dosis se ajusta según los niveles hormonales de cada paciente, y generalmente se requiere tratamiento de por vida

El tratamiento es muy caro, y yo no estoy económicamente bien para realizarlo, encima se toma de por vida 

Eso me hizo deprimir demasiado y decidí dejar todo como estaba, al fin y al cabo siempre sería asi

Por lo que me resigne a vivir siempre con este cuerpo, ya estaba psicológicamente cansada como para sumarle otro problema más a mí vida