Esta historia nos adentrará a un mundo mágico dónde los vampiros y los lobos acompañados de seres mágicos se enfrentarán una vez más por recuperar el poder y el amor.
Belfegor y Liz han tomado la decisión de llevar una vida tranquila y lo más normal posible, ya que su hija la pequeña Gabriela no volvió a dar señas de poseer poder alguno y decidieron que viviría cómo un humano cualquiera sin preocuparse por demonios ni brujas.
Juntos partieron hacía Washington para dar inicio a una nueva vida sin imaginar que en ese lugar su hija conocerá a su gran amor el cual la llevará al extremo del bien y el mal
Acompáñame a descubrir los secretos de esta nueva historia.
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#5. ANGEL O DEMONIO.
Rashid salió del hotel envuelto en una neblina espesa no era la primera vez que estaba en ese país, pero si era la primera vez que salía sin escoltas.
Los beneficios de ser un vampiro es que disfrutas la noche como nadie más como nadie más lo hace, el poder sentir el viento rozando cada centímetro de piel era la experiencia más exquisita que había en el mundo y que decir del silencio y la soledad esa sería su eterna compañía.
Una soledad a la que estaba condenado a vivir por el resto de su inmortal vida desde que perdió a Jade, sus pensamientos siempre terminaban refugiándose en los hermosos recuerdos con ella y era una lástima que él no pudiera morir para estar a su lado y encontrarla en el más allá.
Volando por los aires miraba a los transeúntes que estaban dispersos por las calles de la ciudad, no quería lidiar con el bullicio de la gran urbe así que prefirió marcharse a las orillas de aquella ciudad y los suburbios eran la mejor opción en ese tipo de lugares nadie lo tomaría en cuenta.
Mientras decidía en que lugar hacer una parada observaba a las jóvenes parejas que paseaban por los alrededores tomados de las manos disfrutando como él la tranquilidad de la fresca noche.
Era otoño y el aire era bastante fresco el clima estaba delicioso pues el cielo había comenzado a nublarse haciendo esto el clima aún más apetecible, podía sentir el cambio de temperatura en el aire eso quería decir que se aproximaba una tormenta en cualquier momento comenzaría a llover esto facilitaría su estancia en cualquier lugar pues las personas solían encerrarse en climas así por miedo a los resfriados.
Al pasar por las viviendas veía como las personas se resguardaban en la calidez de sus hogares, eran casas pequeñas unas pegadas de las otras quién podría vivir en un espacio tan pequeño?
Se preguntaba en su Inter y justo en ese momento al pasar cerca de una de esas casas logró ver a un par de jovencitas que jugaban con una ouija, eso llamó su atención así que decidió hacerlo en la parada en la azotea de la casa que estaba enfrente para ver si algo ocurría con estas chicas.
sonreía al ver que los humanos eran tan predecibles pues al no tener ningún poder se aferraban a saber más de lo que su naturaleza puede soportar, muchas jovencitas en estos tiempos idealizaban a los apuestos vampiros que pasaban en películas si supieran el infierno que es tener una vida así.
Amelia no se explicaba por qué la ouija no respondía a sus peticiones si todo el tiempo lo había hecho, se imaginó que tal vez era debido a que había mucha gente en su casa entonces tuvo una idea.
Gabi y si salimos un momento al parque que está a la vuelta, a estas horas ya todo el mundo está encerrado en sus casas por la tormenta que se avecina.
¿Qué dices vamos?
¡Te aseguro que no te vas a arrepentir ya lo verás!
Exclamó Amelia generando más curiosidad en Gabriela.
Además el ambiente es el adecuado para que los seres del Inframundo hagan contacto con nosotras. así podremos preguntarles cualquier cosa.
Gabriela lo pensó por un instante, ya que nunca había salido sola a esas horas de la noche, claro que sí deja le digo al tío Amoymon para que nos acompañe
Por supuesto que no Gabi, se trata de estar solas tal vez por eso no ha funcionado porque hay muchas personas en la casa, además así dejaremos solos a los adultos y quién sabe tal vez se animen a hablar con más confianza.
Pero si hacemos eso ¿cómo vamos a salir de la casa si ellos están en la sala?
Pregunto Gabriela un poco preocupada.
Saldremos por la ventana Gabi que no se te olvide que hay una escalera de emergencia en cada casa.
Rashid estaba sorprendido porque podía escuchar la conversación de solo una de las chicas incluso podía escuchar sus pensamientos, pero de la otra nada era como si no estuviera en ese lugar.
Eso llamó mucho su atención pues durante toda su existencia jamás se había encontrado con un ser humano al cual no pudiera leer sus pensamientos, eso lo motivó a acercarse hacia la ventana de esa habitación quería saber qué era lo que estaba pasando con esa chica pues solo podía verla de espaldas.
En algún momento de su existencia escuchó que había brujas que podían andar libremente entre los humanos pero jamás se imaginó ver a una en persona, esto se va a poner bueno dijo mientras se gritaba las manos, ya que su vida era bastante aburrida necesitaba ver algo diferente a su vida cotidiana en el palacio.
Su vida era tan aburrida después de la muerte de Jade que había perdido el interés en el día a día, pero esa noche todo había dado un giro inesperado pues justo cuando se iba a acercar a la ventana para ver a la chica más de cerca se activó un escudo que le impidió que se acercará un poco más al alféizar de la ventana viéndose obligado a separarse un poco.
Su cuerpo seguía en forma de neblina esto le ayudaba a desplazarse sin correr el riesgo de ser visto por los humanos.
¡Eso quiere decir que si es una bruja!
Por otro lado, Amelia seguía tratando de invocar a Buer el espectro del bajo mando astral que se había comunicado con ella en otras ocasiones, pero tal parecía que esa noche nadie la escuchaba pues el tablero no respondía ni una sola de sus preguntas.
Te lo dije Amelia, nada de esto es verdad, dijo Gabriela con la mirada fija en el tablero para ver si se movía o no.
Vámonos de aquí, te aseguro que en otro sitio si dará resultado y tú también podrás hablar con Buer.
Gabriela se armó de valor y acepto acompañar a Amelia al parque, que podía pasar estaba a la vuelta de la esquina además su tío Amoymon estaba muy cerca de ella por cualquier cosa.
En ese momento Amelia tomó la tabla ouija y la echó en su mochila y salió por la ventana.
Alcanzó a retirarse de la ventana a tiempo antes de que las chicas decidieran escapar por ahí de lo contrario lo hubieran visto y se hubieran vuelto locas o caerían en estado de shock por la impresión.
Justo cuando las chicas escapaban por la ventana, Amoymon escuchó el llamado de Belfegor, sacó su celular para disimular el llamado, me permites un segundo, es el padre de Gabriela él quiere saber cómo está.
Le dijo a Rosalba mientras se ponía de pie y salía de casa para hablar con tranquilidad después de ver en la pantalla de su celular qué tenía diez llamadas y mensajes de Liz.
Disimuló que llamaba por teléfono para poder comunicarse con Belfegor, hola jefe no se preocupe Gabriela está bien está en la habitación de Amelia y yo estoy con su madre no me he despegado de ella ni un solo instante.
Amoymon estás seguro de que ellas están bien?
Ha ocurrido un inconveniente en la habitación de Gabriela es por eso que necesito saber que ella está bien, ¿no has notado nada extraño?
Pregunto Belfegor un poco intranquilo por alguna extraña razón sentía que el corazón se le apretaba era angustia por su hija.
Amoymon se encontraba en la calle respondiendo las preguntas de Belfegor cuando las dos jovencitas caminaban hacia el parque.
Rashid observaba a las jóvenes detenidamente y al ver el rostro de Gabriela quedó sorprendido por su belleza en todo el sentido de la palabra tenía un cuerpo exquisito y una mirada que parecía ver en su Inter aun cuando él sabía que no podía verlo se sentía como si estuviera desnudo ante ella, pero se dio cuenta de que eran unas adolescentes de no más de dieciséis años.
Sabía perfectamente que en el mundo mágico o supernatural la edad no tenía importancia, pero en la vida de los humanos eso era cárcel segura.
Estuvo a punto de dejar por la paz a esas dos niñas, pero su anillo comenzó a brillar con una luz blanca que nunca había visto pues siempre que estaba con una mujer este brillaba de un color rojo carmesí, eso lo tomó por sorpresa.
¿Quién de esas dos chicas hizo que mi anillo reaccionará de esa forma?, se preguntaba en su interior este motivo evito que se marchará del lugar así que continúo sobrevolando por encima de las chicas hasta que se detuvieron en lo más alejado del parque ahí donde las luces eran casi inexistentes y alejadas de la vista de las personas.
Amelia sacó las velas negras y las encendió sin temor alguno de ser vista al contrario de Gabriela que volteaba para todos lados por miedo a que las juzgarán de brujas o aún peor de locas, pero Amelia actuaba con tanta naturalidad como si ya hubiese hecho esto varias veces.
Desgraciadamente, Amelia olvidó cerrar el juego antes de sacar el tablero de su casa dejando abierto el portal que era custodiado por los hechizos de protección que había colocado su abuela en la casa y las brujas antecesoras de su familia.
Buer era un hechicero que estaba buscando a una joven virgen para ofrecerla en la fiesta de cumpleaños de Rashid pues necesitaba un gran favor de los jeques del desierto así que desde que se enteró cuál era el pase de entrada estuvo buscado a una joven ingenua que estuviera dispuesta a hacer lo que el le pedía.
Fue así que poco a poco logró convencerla de llevar a otra chica con ella para que pudiera concederle hablar con su padre por última vez y también le diría el nombre del asesino de su padre.
Amelia estaba obsesionada en hacerle pagar al asesino por la muerte de su padre, por eso fue que recurrió a ese artefacto aún cuándo en un comienzo no creía en nada de esas cosas, escuchó la voz de Buer por primera vez y cambio de opinión.
Cuándo Buer le comenzó a hacer simples preguntas ella respondió a todas dejando en evidencia a su mejor amiga pues sabía que si le pedía a Gabriela que la acompañará ella no se iba a negar pues ella mejor que nadie sabía lo mucho que extrañaba a su papá y que quería vengarse del hombre que lo asesino.
Buer supo engatusar muy bien a Amelia con promesas falsas, la hizo que se comprometiera en llevar a su mejor amiga esa noche para cerrar el pacto con él y así lo hizo.
Lo que Amelia no sabía era que las protecciones de su abuela y sus antepasados no habían permitido que Buer hiciera acto de presencia, pero ahora que había cometido el error de dejar el portal abierto y salir de su hogar el cual estaba protegido con aquellos hechizos le había facilitado a Buer el poder salir por ese portal.
Rashid era un fiel espectador de lo que estaba a punto de suceder en aquel sitio en cuanto las manos de las dos jovencitas se juntaron un relámpago iluminó el cielo alumbrado todo.
Fue en ese momento que las gotas de lluvia comenzaron a caer, pero las velas negras no se pagaban y Gabriela vio que del centro de aquel tablero se comenzaba a mover el apuntador sin que ellas lo estuvieran tocando.
Me pertenecen deletrearon las dos al unísono al seguir detenidamente el puntero con la mirada la lluvia se fue intensificando, pero Amelia se negaba a cerrar el juego pues ella había cumplido con su parte y esperaba que Buer cumpliera con la suya.
Buer te ordenó que te hagas presente, grito fuerte Amelia sin miedo de ser escuchada pues la lluvia que había comenzado a arreciar evitaba que alguien más logrará escuchar lo que decía.
Gabriela comenzó a temblar al ver a su amiga, ya vámonos Amelia aquí no hay nadie y nos estamos empapando.
No, tú no vas a ir a ningún lado Gabriela, lo siento, pero tú presencia es necesaria para que Buer me diga lo que necesitó
¡¿Qué?!.