CONSTANTINE

ADVERRTENCIA ☢️

EL SIGUIENTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS DE VIOLENCIA QUE PUEDEN AFECTAR SI USTED ES SENSIBLE, LE RECOMIENDO PASAR AL SIGUIENTE CAPÍTULO.

ATTE: LA AUTORA

- No por favor, tomen todo el dinero, las joyas pero no me hagan nada. - rogaba la joven mujer que tuvo el infortunio de recibir la macabra visita de Zezé y su pandilla.

- Eso lo tomaré después de tomarte a ti, pequeña zorra. crees que no sé que te acuestas con tu jefe, sabiendo que es un hombre casado. - le dijo a la cara, en tanto que apretaba con violencia su cabello a la altura de la nuca para obligarla a mirarlo - Diviértanse con esta perra.

- ¡NO, NO POR FAVOR! - rogaba la pobre mujer de cabellos negros.

El Simio le dio un golpe, partiéndole el labio inferior, cayendo al piso de manera estrepitosa. Tacolín, otro de los secuaces de Zezé, la haló por las piernas para ponerla debajo de él. Los otros solo echaban porras, mientras la pijama de tela delicada era desgarrada, dejando a la vista de todos, su cuerpo.

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- ¿Qué edad tenía la víctima? - pregunta Luke, viendo el cuerpo de la mujer de cabellos negros tendido en el suelo con signos de violencia sexual y múltiples puñaladas.

- Sandra Martínez, mujer afrodescendiente, de nacionalidad puertorriqueña, según su documentación, tenía 27 años, 160 cms de altura. Era huérfana, trabajaba en General Constructions. - informa el oficial a cargo.

La escena frente a sus ojos era digna de una película de terror, la pobre mujer no solo había sido abusada, también fue apuñalada más de 20 veces a lo largo y extenso de su tronco y rostro.

- Capitán Dunne, las cámaras del pasillo lograron captar el rostro de uno de los homicidas, eche un vistazo. - le dice una joven policía que estaba enamorada de Luke.

El pelirrojo tomó la tableta que le entregó la morena y comenzó a ver un grupo de unos 10 hombres, ingresando al edificio, luego al departamento, donde se veía el rostro de uno de ellos, los demás mantuvieron perfil bajo.

- Debemos atrapar a estos miserables, no es el primer crimen que cometen, con este ya es el tercer homicidio en menos de 1 mes. - dice con dientes apretados.

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Luke Dunne, tiene 32 años, un año mayor que Constantine, nació y creció en Miami, tiene una estatura de 189 cms, un peso de 90 kls, su familia paterna es irlandesa, su mamá es norteamericana con ascendencia lejana irlandesa e italiana. Es aspirante al cargo de comandante de policía, su padre y su abuelo se caracterizaron por ser correctos y nada corruptos, pese a que eso les ha valido amenazas y uno que otro atentado.

Salió del lugar, seguido de la chica quien era su asistente. Llegaron a su auto, ambos subieron debían hacer un reporte de los hechos. Dio una orden de voz a su móvil para que marcara el número de su primo.

📱- Lo volvieron a hacer. - fue lo primero que dijo sin la cortesía de un saludo, así era siempre entre ellos.

- ¡Malditos! - fue todo lo que se oyó al otro lado del teléfono.

La llamada terminó sin más palabras ni protocolos.

- Quiero que cuando lleguemos a la estación, te dirijas al departamento de tecnología y le digas a Marck que deseo ese rostro claro para dentro de dos horas. - le ordena.

- Como ordene jefe. - dice.

Evon Shakur, es una mujer de 24 años, oficial de policía, viene de una familia también de tradición policiaca como su jefe. Tiene una estatura de 176 cms, hermosos ojos verdes, ha estado enamorada de Luke desde la primera vez que lo vio en la Academia de policía, dando clases de defensa personal, aunque no era la única que suspiraba por los primos Dunne.

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En otra parte de la ciudad, más exactamente en el departamento de Constantine, Irika se hallaba limpiando un poco, cuando vio en el televisor, la noticia del asesinato de una pobre mujer que fue asesinada la noche antes, en su menta se reproducen las imágenes de la masacre en donde perdió la vida su mejor amigo.

Cayó de rodillas y se abrazó a sí misma, con la mirada perdida, causa del pánico, quién sabe cuanto tiempo pasó, cuando Constantine ingresó al lugar, la encontró en el mismo lugar y hecha un ovillo.

Se apresuró a acercarse, comenzó a llamarlo.

- Hey, Paulo, vuelve... - le dice mientras lo sacude para que vuelva en sí.

Poco a poco, la chica volvió a la realidad, saliendo de la oscuridad en donde se había metido.

- ¿Qué te ocurrió? ¿Por qué te pusiste así? - le pregunta con franca preocupación.

- Yo... yo estaba doblando la ropa y vi... vi en las noticias a esa pobre mujer... - lo mira a los ojos con lágrimas grosas - ¿por qué hay tanta maldad? - preguntó.

- Lastimosamente es una pregunta para la que no tengo respuesta, supongo que hace parte de la naturaleza humana, somos animales depredadores, que a diferencia de los lobos, los leones o las hienas, que cazan por supervivencia, nosotros lo hacemos muchas veces por el placer de ver sufrir. La mente del ser humano es compleja, está llena de callejones sin salida. - le dice.

Algo en ese muchacho le hace querer protegerlo. Desestabiliza su mundo, incluso lo hace dudar de sus preferencias, le parece un hermoso muchacho, se reprende ante aquel pensamiento. Se levanta con brusquedad, para apartarse de ese chico.

- Anda, ve a tu habitación, debes descansar, mañana debemos ir a la estación, quiero que me hables del tatuaje de payaso. - le ordena.

Irika obedece sin rechistar, estaba cansada mentalmente, solo quería cerrar los ojos y olvidar todo lo vivido en las últimas 72 horas. Que su loco y soñador amigo Joao, estuviera aún vivo.

Constantine se quedó sentado en el sofá de la sala, donde momentos antes sentó a Irika. Los fantasmas de los recuerdos vinieron a él, recordó por qué odiaba tanto a los emigrantes, hace 15 años, él, su primo Luke y su mejor amigo Floy, estaban saliendo de la escuela, cuando un grupo de pandilleros mexicanos, los asaltaron, como Floy quiso defenderse, uno le disparó, justo en el corazón. Ahora habían asesinado a su novia, es cierto que los dos estaban juntos por sus familias, que no había amor, pero si existía un cariño, que los hacía mantenerse juntos, a parte, eran muy buenos amigos y confidentes, entre ellos no existían las mentiras.

- Te juro Patty que tu muerte será vengada, los cazaré y los desarrollaré vivos hasta acabarlos uno a uno, así deba entrar al infierno del bajo mundo. - juró.

Luego de tomarse el último trago de whisky que quedaba en el vaso, se levantó, como todas las noches, abrió la puerta de la habitación de Irika, cuando se cercioró que dormía, se fue a su habitación, se sacó la ropa, quedando completamente desnudo, entró a la ducha, dejando que el agua corriera, cerró los ojos y un par de ojos negros aparecieron en su mente.

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Luke Dunne.

Evon Shakur.