Un encuentro con un salvador desconocido provoca que Jaden recuerde su primer vida. Y se da cuenta de que en realidad es un carne de cañón, quien es sacrificado por el villano en la historia original.
No solo eso, sino que su salvador resulta ser su personaje favorito del libro, quien también muere traicionado por sus amigos.
Con esta nueva información Jaden toma una decisión, ¡destrozar la trama del libro!
¿Lo logrará? O, antes de que pueda hacer un movimiento, ¿será arrastrado de nuevo a lado del villano para ser sacrificado?
NovelToon tiene autorización de Neimlez para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
¡Decidido!
...
Con estos nuevos recuerdos, sería mentira decir que las emociones de Jaden no estaban desordenadas. Por el contrario, sentía que al siguiente segundo se pondría a gritar como un loco, y vaya que necesitó de todo su autocontrol para no hacerlo; pues ya tenía suficiente con ser evitado solo por el color de su cabello, como para aumentar la etiqueta de “locura” a las razones de su ostracismo.
Encima, resultaba inevitable cuestionarse el por qué de estos nuevos recuerdos adquiridos.
“¿Fue debido a que me encontré con Fegan, que recuperé los recuerdos de mi pasado?”, era una suposición razonable. Después de todo, hasta el momento exacto en que cruzó su camino con el del pelirrojo y escuchó su nombre, los recuerdos volvieron.
Antes de eso, tuvo que reconocer que había ciertas cosas que le provocaban una extraña sensación de cercanía y el típico “déjà vu”, como el momento en que conoció a Astor; o el instante en que escuchó el nombre de Dathan por primera vez. Claro que entonces no supo descifrar el mensaje. No hasta ahora que tenía toda la información.
El pelinegro suspiró y dejó caer su cabello de nuevo en la camilla.
—Mi nombre sigue siendo Jaden…
En la novela había leído dicho nombre. Y quizás era por este motivo que estaba tan conflictuado con el asunto de su segunda vida. Desde luego que sentía la emoción de vivir en el mismo mundo que su personaje favorito, por el que incluso había pasado noches en vela. ¿Quién no querría vivir algo así?
Pero una cosa era esa felicidad esporádica… y otra muy distinta el enfrentarse al destino que se había deparado para él.
Si fuese un simple transeúnte sin importancia, no le habría preocupado la trama. En tal caso, podría continuar con su vida, seguir a Fegan sin remordimiento alguno, y ponerle las cosas difíciles a los protagonistas que habían traicionado a su favorito. ¿Qué tendría que ver la historia original con Fegan y él? Sonaba a un buen plan. No obstante, existía un “Jaden” en la novela, por lo que la situación no podía ser tan sencilla.
En realidad, este no era un personaje destacado, y más bien se podría catalogar simplemente como un carne de cañón bajo las órdenes del villano principal… el príncipe Astor. Y como todo buen carne de cañón, este chico hace honor a su título, y es sacrificado cerca de los capítulos finales, en un ritual para fortalecer los poderes de Astor. En resumen, a unas cuantas menciones desastrosas, a eso se reducía “Jaden”.
¿Lo malo? No conocía a otro Jaden en la Academia, así que ese carne de cañón —que además era seguidor del príncipe Astor— podía ser solo él…
Nada se podía comparar a la ola de emociones que sintió el pelinegro al percatarse de su propia identidad. Un ataque de pánico cruzó por su corazón, al grado en que le dio el impulso de querer huir del imperio en ese mismo instante. Nadie notaría su ausencia, de todos modos.
No habría problema… salvo por el hecho de que no podía hacerlo. Aun siendo el hijo adoptivo de un Conde, sus finanzas no eran tan distintas a las de una persona común. Así que escapar de la Academia, escabullirse por todo el imperio, y llegar a la frontera ya se tornaba en una misión casi imposible. Ni que decir de cruzar a un país enemigo, en el que la xenofobia estaba en un punto peligrosamente alto.
Esto lo sabía gracias a la novela, pues en una parte se mencionaba que las riñas del imperio con dos de sus vecinos estaban por estallar, cuando el cuarto príncipe y su grupo de seguidores aparecían para limar las asperezas.
Por cierto, la eliminación de ese problema se contó como una contribución de Dathan hacia el imperio, lo que atrajo la buena voluntad del emperador, así como el resentimiento de Astor, quien comenzó a verlo como un rival al trono hasta ese momento.
Lo único que podía agradecer es que para ese punto de inflexión en la historia original, aún faltaba —al menos— un año. Sin embargo, no podía solo confiarse en que para aquello faltaba mucho tiempo, y no le afectaba en más, salvo por el hecho de no poder huir al extranjero.
Pero, ¿cómo podría afectarle a este pequeño carne de cañón aquel suceso tan importante?
Bueno, era desde ese momento que el primer príncipe se obsesionaba con mejorar su nivel en la magia. Ya no solo se preocupaba por el talento natural. A partir de entonces quería mejorar a cómo diera lugar. Y es cerca del capítulo final qué descubre un ritual de magia negra que le otorgaría poderes cómo nunca antes vistos.
Claro que había un costo que pagar. Para que el ritual funcionara se debía sacrificar a una persona que le amara, dispuesta a dar su propio poder, así como su vida por él.
¿Y quién resulta ser el sacrificio perfecto para eso? Desde luego, nadie más que Jaden.
—Ah… habría estado satisfecho incluso si fuera un pequeño transeúnte venido a más… pero así es mi suerte, supongo. —Compadeciéndose de sí mismo, el chico no dejó de balbucear. —Debía ser ese carne de cañón.
La autoconciencia que nunca antes había tenido resultaba ser liberadora y un grillete por igual. Sin embargo, no podía negar que ahora mismo él era Jaden Softwhisper.
—Maldición… ¡No quiero morir en un sacrificio! —gimoteó al cabo de unos segundos.
Con renuencia volvió a jalar otro mechón de su cabello, pero este seguía siendo negro. Así que suspiró ante la verdad que no podía ser ignorada.
En un mundo mágico como el de “El valiente camino del príncipe” el color del cabello dice bastante sobre una persona. Y, desde luego, el cabello negro no es bien valorado, pues se asocia a la magia negra.
Claro que solo era un viejo prejuicio arraigado en la mayoría de las personas. No obstante, en su caso particular, dicha afirmación no estaba del todo errada, aunque tampoco era correcta. Él solo tenía afinidad con la magia oscura… Y, en la novela, fue ese atributo el que llevó a Jaden a seguir al príncipe Astor, quien también era usuario de la misma magia.
Jaden admiraba a Astor por mostrar su poder sin vergüenza alguna —y más, al ser el primer príncipe del imperio—, a diferencia de él, que se escondía todo el tiempo. Y por ello, en cuanto el príncipe le ordenó sacrificarse por su bien (cerca del final de la novela), el tonto no dudó ni un segundo en hacerlo.
—Ah… —suspiró con un toque de desesperación. —Que forma tan estúpida de morir…
No podía más que apenarse por el chico de la novela, pero ahora esta era su vida, y conocer su historia le daba la oportunidad de hacer las cosas de mejor manera. O por lo menos, eso quería creer.
Por supuesto, había un detalle importante a tomar en cuenta: él estaba seguro de ser Jaden Softwhisper. No un forastero, ni un doble. Se trataba de su propia identidad. Desde el inicio.
Cada recuerdo, desde que era un niño pequeño, hasta lo que había desayunado esa mañana, le pertenecían.
No sabía si era el mismo chico de la novela, o una persona distinta… o si bien, había estado siendo controlado por la trama hasta el momento en que se cruzó con Fegan. Pero no podía negar que había crecido como el dueño total de su cuerpo.
Además, no tenía que ir demasiado lejos… su desesperación cuando Astor le lanzó a un lado y envió a Rainer a comunicar su mensaje… bueno, estaba seguro de que toda esa renuencia a alejarse había pertenecido solo a él. No eran los sentimientos de alguien más. Así que no podía usar eso como excusa por haber actuado con tanta cobardía y alienación hasta ese día.
Y si era sincero, darse cuenta de esto le daba un poco de miedo.
Estaba seguro de que si no hubiese recordado su primer vida, su final no diferiría del que tuvo Jaden en la novela. Y se habría visto arrastrado en una relación tormentosa y abusiva con el príncipe Astor, en la cual no importaría cuánto fuese humillado o denigrado, él no se apartaría de su lado. Lo podía asegurar porque esto se describía en la novela. Además, estaba seguro de que lo que recién había pasado esa tarde, era el inicio de la retorcida historia entre ellos.
Jaden era el perro fiel del primer príncipe. Tanto en la novela, como él mismo hasta ese día.
—¿Por qué he actuado así? —Se preguntó intranquilo, y el miedo carcomiendo su corazón.
En su vida anterior no era la persona más alegre y extrovertida del mundo, pero no le resultaba difícil relacionarse con los demás. No obstante, desde la muerte de su papá en esta vida, no había encontrado ningún motivo para interactuar con otras personas. Encima, estaba el detalle de ser evitado por todos, lo que pudo haber aumentado su propio rechazo hacia el mundo.
De ahí que se aferrara con tanto ahínco a la única persona que había sido medianamente amable con él, Astor.
Por suerte, ese apego enfermizo había dimitido de su corazón.
Solo podía describir todo esto como si alguna especie de venda se le hubiese caído de los ojos, y por primera vez pudiera ver las cosas tal cual eran.
Como nunca antes, comprendía todo lo que estaba mal en su “cercanía” a Astor.
—No puedo continuar de esta manera… —exclamó, frotándose el rostro con poco tacto. —¡No si quiero evitar convertirme en un sacrificio para ese villano odioso!
El chico se sentó nuevamente, y fue entonces que por alguna razón recordó las últimas palabras de su vida pasada: “—Realmente quería darle un final feliz…”
Esto provocó que su mente se alejara del miedo que estaba por ofuscarle, y se concentrara en algo nuevo.
—Fegan… mi personaje favorito…
Ahora que lo había conocido en persona y recibido un poco de su amabilidad, ¡no podía dejar que sufriera la misma traición!
Ya que dios —quizás— lo había enviado a este mundo, bien podría desviar un poco la trama original. Lo suficiente para que Fegan no se casara con Bel. Eso bastaría para evitar su muerte, ¿no?
—¡Decidido!
El chico apretó sus pequeñas manos en un puño, y ahí, al fondo de la enfermería, Jaden Softwhisper se hizo una promesa. No moriría, ni dejaría morir a su favorito. ¡No permitiría que Bel y Dathan lo traicionaran de nuevo! Y, ¡tampoco se dejaría arrastrar por el detestable príncipe Astor en una relación abusiva!
Sin embargo, en cuanto lo decidió, Jaden encontró el primer obstáculo.
¿Cuál iba a ser su primer paso?
Él nunca había roto la trama de una novela… así que se sintió algo perdido.
—Lo primero debería ser… Ah… ¿Cambiar mi forma de hacer las cosas? Hasta ahora no he sido más que decepcionante…
No le llenaba de orgullo reconocer eso, pero tampoco podía negarlo. Si era sincero, no había actuado distinto del Jaden de la novela.
—Ah… Papá siempre dijo que debía ser más optimista…
Cambiar tu personalidad y el modo en que actúas de un segundo a otro es imposible, Jaden lo sabía. No obstante, debía reinventarse si quería cambiar su propio camino y el de Fegan.
Y ya que dios le había dado la oportunidad de venir a este mundo, no podía desperdiciarla.
...
gracias autora
Animo, mi papá falleció apenas, pero si, la vida sigue.