Esta Vez La Villana Gana

Los rayos del sol ya se estaban haciendo presentes en la habitación, provocando que me despertara ya que me daban a la cara, me levante con un poco de pereza pues no podía descansar más, después mi vista se poso en la carta que me había envidiado la hija del emperador, solo la tome y estuve dispuesta a ver de qué se trababa.

Para la Joven Ayko Hiriako:

Me gustaría invitarla a mi próxima fiesta de té, por favor no valla a faltar, será dentro de 5 días en el jardín imperial, favor de ser puntual.

….

Así que ¿solo era eso?, -no me sorprendería que fuera una malcriada, pero no juzgaré tan rápido, veré para que esta repentina invitación-

-Momentos después llegó Lilit y henia, estás me ayudaron a bañarme y cambiarme, aunque a decir verdad odio que me ayuden tanto, me hace sentir una inútil pero bueno que se le puede hacer, salí de mi habitación para dirigirme a la entrada de mi vivienda, hay vi a Mateo platicando con otro chico que se perfectamente de quien se trata-

Mateo, Arthur me alegra que ya estén aquí-estos en cuanto me vieron hicieron una reverencia, y al percatarme de Arthur pues ese si era tal y como lo describía la novela, un chico de cabello negro largo, peinado siempre con una coleta y con una expresión un poco seria pero se veía agradable.

Hola mi señorita, lamento no haberla visto ayer, estaba un poco ocupado con las cosas que me había encargado antes de su accidente, ya no las pude realizar porque cuando ocurrió yo empece a cuidar de usted junto a Mateo y los demás del personal de salud ya que tanto su hermano como sus padres estaban fuera, pero lamento no haberlas hecho, por favor perdóneme - me dijo en un tono de lamento, me hizo sentir un poco mal y conmovida.

No te preocupes por eso y te doy las gracias o más bien a todos por tratar de mi, aparte de que no solo son mis escoltas, si no de mi familia así que descuida, todo esta bien -dije para luego sonreír y pude ver como se puso feliz haciendo que yo también lo estuviera-

Bueno dejando eso de lado, necesito que manden a alistar mi carruaje, iré a dar un paseo por el Pueblo aparte de que iré a comprar cosas - dije para ver cómo rápido se movían acatando mis órdenes. Un tiempo después yo ya estaba de camino al pueblo, la verdad hay buscaría algún arma que me sirviera, tal vez un arco y una espada.

-Al llegar pude percibir un ambiente pacífico pero alegre, me agradaba mucho, ya bajando del carruaje mi presencia se hizo notar, pero no le di importancia, no estoy hay para robar miradas, si no para buscar algo que me ayude-

-Cuando estaba caminando por las tiendas que estaban hay, pude ver a lo lejos algo que me dejó impactado-

No puede ser…- mis ojos no podían creer lo que veían, el no debería estar aquí, su aparición es asta dentro de 4 años porque esta aquí, Takeshi Yoshida príncipe heredero del imperio Tama y segundo villano de esta novela, nunca había sido mencionada alguna aparición antes de ese baile, a decir verdad fue fácil reconocerlo, esa espada que porta su acompañante traer sutilmente el escudo de su imperio y sus capuchas también, solo un tonto no se daría cuenta pero mejor me callo y me voy de aquí, aunque me da pena cómo llega a morir, el amor es hermoso pero doloroso que puede acabar asta con tu propia vida.

Aaahh- grite un poco desesperada porque no se que hacer en esa situación, era tan frustrante, pero no me percaté que con ese grito capturé la atención de todos alrededor asta de él- quiera que me tragara la tierra ahora mismo- dije leve mente para ya no ser escuchada, Arthur y Mateo ya casi se encontraban arriba de mi alterándome más pues me estaban bormandeandome con muchas preguntas de cómo me encontraba que no me percaté de que alguien se acercaba a mi-

Se encuentra bien señorita? -escuche decir a quien menos quería que notara mi existencia pero bueno ya era demasiado tarde, enfrente de mi estaba ese hombre alto, de ojos azules como el mismísimo océano, tan profundos y misteriosos, su cuerpo era ancho pero se veía que estaba bien trabajado, a decir verdad esa capucha no evitaba ver su guapísimo rostro y cabellera negra-

Eh si si, estoy bien, muchas gracias es que solo pasaba por un momento de estrés pero ya me encuentro mucho mejor -dije de la manera más tranquila que pude aunque por dentro estaba que me moría de la vergüenza-

Que bueno señorita… -dijo esperando que yo le mencionara mi nombre aunque, no podía, más bien no debía, Ayko jamás lo conocido a decir verdad, el único que si era su padre de ella porque sus negocios se expandían asta los dos imperios vecinos de este, pero no podía dejarlo así, sería descortés-

Ayko, Ayko Hiriako, es un placer y bueno, gracias por la preocupación de mi estado pero ya me tengo que retirar, que tenga un excelente día - dije para salir de hay lo más rápido posible aunque antes de poder hacer una huida perfecta sentí como me detenían, viendo que era el-

Disculpe que la detenga pero justamente estoy buscando a su Padre, el Márquez Noel Hiriako y si no es mucha molestia, podría decime ¿donde queda su hogar?- dijo un poco amigable, se notaba que se esforzaba aparentándolo haciendo que para mi me diera un poco de ternura y gracia, aunque en la novela decía que era un hombre serio y temido, así q eh no me confiare-

Eh claro, le puedo decir a alguno de mis guardias que le de la dirección o que lo lleve asta halla, no sería ningún problema -dije con una sonrisa para poder ocultar aun mi vergüenza-

Si, se lo agradecería muchísimo señorita Ayko, es que es mi primera vez visitando este imperio yo solo, sin que alguien me guié- dijo y yo solo me quede viendo que se notaba avergonzado-

O valla, así que esa es su situación y a decir verdad entonces es una suerte que nos encontráramos, si gusta yo lo llevo personalmente a la casa de mi familia - lo dije sin pensar, no se porque, pero me da curiosidad del porque está aquí-

No es necesario pero se lo agradezco de verdad señorita Ayko- dijo para después pasarse a mi lado-

…..

Pero los jóvenes no habían notado que eran observados…

Valla así que por el de seguro quieres romper nuestro compromiso, pero no lo permitire, tu me hiciste infeliz al alejar a todos de mi lado y ahora me toca hacerte sentir como yo me sentía en esos momentos, te pagare con la misma moneda Ayko- dijo aquel pelirrojo que se encontraba de paso en el pueblo, pero se detubo al precenciar es platica entre su “prometida” y se había escondió atrás de uno de los puestos aunque no pudo reconocer quien era ese chico encapuchado-

……

Ayko solo pudo sentir un escalofrío pero no le dio importancia y se fue con Takeshi