Abel es hijo de padres adinerados, el mayor de seis hermanos, por lo que necesita a su lado una mujer que le sea un apoyo y fortaleza al momento en que deba asumir su cargo como CEO de las empresas familiares, sin embargo, no logra encontrar la chica ideal que lo complemente. Abel no es mujeriego, pero buscando la mujer ideal ha tenido varias novias, seis hasta el momento y nada más no la encuentra ¿la séptima será la buena, la octava o la novena?
Te invito a descubrir si encontró la persona indicada.
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CAPÍTULO 4: ALMENDRA
Al llegar a su casa revisó su celular y noto que había varias llamadas de su ahora exnovia y mensajes primero de reclamo por haberla dejado sola en la fiesta para irse con la chica que consideraba inferior a ellas, en cambio, los últimos mensajes eran más como de disculpas y de súplica para permitirle hablar con él, ya que reconocía que estuvo mal y no debieron hacerle eso a la chica. Abel no se dejaría engañar, él había escuchado y visto su verdadera cara y no cambiaría de opinión.
Después de reflexionar por un tiempo antes de dormirse, llegó a la concusión que no quería a su lado una persona como ella, que frente a él era una, pero con los demás era una mujer caprichosa, egoísta, orgullosa y sobre todo que no se detenía para humillar a los demás, por eso decidió que ella no era la indicada para él, por lo que tomaría la palabra de ella dicha en la fiesta sobre terminar su relación.
Paso ese fin de semana y el lunes que regresaron a clases Marisol lo busco, pero Abel siempre le daba la vuelta y se le escapaba por lo que no había tenido la oportunidad de hablar. Días después por cuestiones del destino, estando en una cafetería, llegó Marisol acompañada de una de sus compañeras, quien, al verlo solo, le dijo a su amiga que aprovechará para disculparse y arreglará su situación, así fue como la amiga se fue dejando una oportunidad para que ellos estuvieran solos para hablar.
Abel, sé que no quieres verme, me has estado evitando, pero en verdad necesito disculparme contigo, nuestra relación no puede terminar por una discusión provocada por esa chica que ni amiga nuestra es…
No se trata de si es amiga o no, es una persona, un ser humano como tú y como yo, una persona que siente, y la discusión no fue por ella, entiende que fue por como tú actuaste, ahí pude ver como piensas realmente, lo que eres capaz de hacer y la verdad no me interesa tener a mi lado una persona capaz de lastimar a alguien así.
Pero yo no soy así, solo me deje llevar por…
Vi todo, tu estuviste desde el inicio maltratándola, te vi pegarle, te escuche insultarla, pero, en fin, no tiene caso seguir hablando del tema, además, te recuerdo que fuiste tú quien puso la condición de terminar todo, así que solo hice lo que querías, terminar lo nuestro, así que por favor no me vuelvas a buscar.
Seguramente esa mugrosa te lavo el cerebro, no sé qué te dijo, pero no debes…
Ella no dijo nada.
Entonces… ¿te gusta?, ¿es eso?
No sé de dónde sacas eso, pero si así fuera ¿en qué te afecta?, tú y yo ya no somos nada.
No, eso no puede ser, esa no puede gustarte, es insignificante, fea, insípida…
Mejor me voy, escucharte me da dolor de cabeza, sería mejor que te veas en un espejo antes de criticar a los demás, y la belleza de una persona no está solo en lo físico, también en lo interior y la tuya... no tiene a ambas, adiós, Marisol.
La chica quiso detenerlo, pero cuando escucho eso último se sintió ofendida, le grito ofensas a Abel, pero este ni atención le puso, subió a su coche y se fue del lugar. Si tenía alguna duda sobre el comportamiento de Marisol, con esto había confirmado que no quería alguien así a su lado.
Después de esa ocasión Marisol trato de acercarse a él, pero él siempre la ignoraba, la pasaba como si no existiera, no le contestaba, a él no le gustaba ser maleducado con los demás, pero no quería seguir escuchando a Marisol insistiendo en regresar o hablando mal de la chica que ninguna culpa tenía de su ruptura, ya que ese acto fue lo que le hizo tomar la decisión, pero lo que lo inicio fueron muchas cosas como el comportamiento que había tenido los meses previos a esa fiesta.
Para poder obtener créditos para adelantar en su carrera, Abel se inscribió a una clase de idiomas, con eso no solo aprendería otro idioma más, sino que le serviría en un futuro por si llegará a querer ayudar a su familia a extenderse a otros países y dominar el idioma seria lo mejor, sería más fácil que tener que contratar un traductor y arriesgarse a no recibir bien el mensaje de los demás. En la clase le tocaba sentarse junto a una chica muy tierna. La joven de nombre Almendra era una chica muy hermosa, se notaba que era muy tímida, siempre hablaba con un tono de voz un poco bajo y la cabeza mirando al suelo, pero esa mirada y manera de ser la hacían ver muy tierna a los ojos de Abel.
Al ser compañeros de banca se hicieron amigos y cuando se trataba de realizar asignaciones en casa, él le pedía que lo hicieran juntos, así fue como inició a conocer a Almendra más como amiga y no solo como compañera de clases. Cuando el clima estaba algo frio o lluvioso, siempre se ofrecía a llevarla a casa, de esa manera la cercanía fue creciendo hasta que un día, él le pidió salir al cine, ella, con un poco de pena acepto, poco después se volvieron novios.
Cuando había reuniones de la familia, invitaba a Almendra a acompañarlos, era una joven tan agradaba, que a toda la familia le cayó bien, excepto a la celosa de Camila, que sentía que Almendra no era la adecuada para su primo, no porque le cayera mal o la sintiera falsa, más bien porque la sentía muy calmada para Abel que era un joven muy alegre, activo, fuerte, valiente y que necesitaba a su lado alguien que en un futuro fuera capaz de ayudarlo a llevar la carga económica familiar, por ser el que se encargaría de dirigir las empresa de sus padres y se convertiría en la cabeza de la familia Muñuelos Mortero.
Abel llegó un día a casa de Almendra a una fiesta que había y vio a una chica diciéndole cosas que, aunque parecieran no tan malas, ella se quedaba callada sin contestar a la chica, al escucharlas, él pudo sentir que la chica, aunque no usaba palabras altisonantes u ofensivas, pero en las frases le daba a entender que era una persona demasiado suave, que debía preocuparse más por sus cosas o cualquier podía quitárselas, como ella, dando a entender que anteriormente le había quitado algo de valor a la chica, cuando él se acercó a ver si todo estaba bien, pudo ver los ojos cristalizados de su novia, algo que no le gusto.
Hola, amor, ¿sucede algo?