Lágrima De Luna

Evan siente un gran dolor que lo hace retorcerse sintiendo que cada herida se abre como si su sangre hirviera, sus huesos crujen al quebrarse al vivir cada dolor que quería que parara, pero no lo hacía después de 3 horas al tener su primera crisis de dolor en el día. Evan se levanta cansado y agitado sin saber qué hacer con tanto dolor ya su dolor no tiene horario y su límite está cerca sale de la habitación como puede. Mientras los demás se encuentran afuera sentados llenos de preocupación al abrir la puerta casi cae, pero es atrapado por Igor.

—Intentaré conocerla, acercarme a ella... Lo he pensado—su voz un poco entrecortada

Roy: Porque no dice que el dolor te obligó, por terco. Abuelo — siendo fulminado con la mirada por Evan

Igor: Si mis cálculos no me fallan la chica encontrarás mañana en el centro. Como te dije intenta conocerla y abre tu mente. Hasta el momento ella es tu única solución. Yo seguiré buscando... Hasta ahora sé que acaba de llegar al pueblo su nombre es Ayla Doria. Interesante su nombre, no crees su nombre significa luz de luna, tiene casi el mismo significado del de Naiara. Únicamente inténtalo no pierdes nada y ella es tu salvación...—Recalcando .

El día siguió con normalidad. Evan se recuperó e hizo algo de trabajo. Igor en ese instante camina hacia el despacho y toca la puerta con papeles en la mano. En esa habitación está lleno de libros y las paredes en tonos grises y blanco con un gran escritorio en el centro. mientras que se Evan se encuentra en el escritorio en la computadora.

"Toc-toc" qué Evan a escuchar los golpes en la puerta

—pasa—

Igor: Ya enviaron los nuevos diseños de las joyas que mandaste a pedir con la temática luna, déjame decirte que esta chica tiene un talento inusual para plasmar cada detalle en las joyas y contar una historia en ellas. Su captación al detalle es exquisito en sus diseños. Son el sello de nuestra joyería aquí mando los bocetos y una muestra y descripción detallada de las piedras que se deben usar para elaborar cada joya.—Admirando.

Eva toma la carpeta que le pasa Igor, quedando maravillado por cada línea trazado de los diseños, Gracias esos diseños las joyería es una de las más cotizada de la ciudad.

—Tienes razón esta chica para reclutar, fue un lío, pero siempre he tenido la curiosidad de conocerla han pasado dos años de que trabaja para nosotros sus diseños son exclusivos de nuestra joyería, pero en estos dos años solo se mantiene en el anonimato. Sus reuniones son por correo, para entregar las indicaciones o el tema a tratar, hasta sus pagos se envían a una corporación y siempre sus trabajos tienen una marca de agua, de una luna y las iniciales A.D. Me preguntó¿ quién será? hay algo en su trabajo que me hace querer conocerla. — pensativo.

Igor: Recuerda que ya hacen casi 2 años en que trabaja para nosotros pronto su contrato de exclusividad con nosotros se acabará, negociarás con ella la firma de un nuevo contrato. —Recalcando

Evan: sin duda hay que lograr que firme un contrato aunque sea con más tiempo, para nosotros, quién ha enviado algunos correos especificando que queremos que firme de nuevo con nosotros cuando la contraté y firmamos el contrato quise que fuera por más tiempo, pero esa fue una de las condiciones de que la ella impuso que cada 2 años se firmaran contratos. Ya está próximo en cumplirse, ahí que hacer lo que sea aunque sea pagarle el doble con tal que ella siga diseñando para nosotros sus joyas son las más vendidas y aclamadas de nuestras colecciones y esta que está próximo en salir sé que va a ser un éxito incluso cada joya tiene una historia. — Evan solo observa por la ventana notando que empezó a oscurecer muy pronto su nueva ola de dolor volvería con más intensidad que antes solo suspira pensando en la agonía de cada noche.

Después de una larga noche de gritos desgarradores y heridas que se abren y se cierran sus venas grises recorriendo su cuerpo esparciendo el veneno de la piedra, el crujido de sus huesos partirse una y otra vez más el deseo de querer morir y no sentir más... El sol vuelve a salir los dolores se habían ido y él había logrado descansar por varias horas se levanta observándose en el espejo recordando el sueño. observando sus manos. En el sueño que había tenido él se desaparece y se convierte en polvo desvaneciendo todo su cuerpo y no quedando absolutamente nada.

por otra parte.

Ayla se había levantado un poco cansada, pues no había dormido muy bien eso que en el día anterior habían comprado muebles junto a Fadel y todo lo necesario para la casa. Solo faltaba organizarla. Ella se levanta para tomar una ducha, se viste un poco sencillo una jardinera de Blue jean y un suéter de fondo de color negro, dejando ver su muñeca uno de sus tatuaje en forma de estrella.

Revisa su celular observando varias, correos suspira para salir de la habitación. Ya Fadel se encontraba despierto y con el desayuno listo.

—Buenos día, Ayla— sonriendo dice Fadel

Ayla: Buenos días. —Sonríe observando el desayuno.

Fadel: Hoy terminaremos de organizar todo, pero hay algo que me tiene un poco pensativo. ¿por qué pediste calefacción en tu cuarto?, si estamos en pleno verano, pero llega en unos días porque en este pueblo nadie usa eso.— Ella sonríe

Ayla: Si te explico ahora no lo entendería, pero tengo mis razones— llevándose un bocado en la boca del desayuno

Fadel: sabes que tengo demasiada intriga sobre ti, por ejemplo a qué te dedicas. Sentado junto a ella desayunando.

Ayla: Si te lo digo tendré que matarte. — Sonríe.

—Te diré... Soy diseñadora, trabajo para una joyería, soy su diseñadora estrella— Mientras se lleva otro bocado como si nada.

Fadel: ¡Es enserio!, es genial. — Emocionado

Ayla: Si, pero me gusta, tener un perfil bajo. Voy a salir a conocer el lugar y comprar unas pinturas, porque este lugar necesitas color, porque parece una clínica de tanto blanco. Ayer me diste las indicaciones, así saldré sola, te envié dinero para hagas un mercado y esperes los muebles que pedimos ayer, me duele hasta el alma de esa cama vieja, tomando un pequeño bolso, dejando Fadel terminando de desayunar. Queriendo saber más de esa chica que siempre está sonriendo, Pero siente que hay algo en ella, en el fondo sufre por algo. Viéndola irse.

Ayla decide caminar, para conocer el lugar y disfrutar el paisaje. Hasta llegar al centro del pueblo entrando a una ferretería comprando algún implemento para pintar, eligiendo pintura, debido a que quería específicamente un color y no lo había, le pidió al de la ferretería que si se lo permitía hacerlo, lo cual se puso mano a la obra, al hacerlo ensucia sus manos de pintura, al hacer la mezcla, el cual a ella no le importó, el cual pagó le dio la dirección para enviar lo que había comprado a su casa informando a Fadel del envío. Al salir de ahí, camina se entretiene en una florería, sin saber que era observada por Evan, que la sigue desde que llegó a la ferretería, pues él no entendía porque todo lo hacía con alegría, solo la observa en la florería oler un ramo de flores, pero al hacerlo la hace estornudar tres veces seguidas, recordando a Naiara que hacía lo mismo.

Pero amaba las flores aunque lo producían alergia. Observando Ayla con su nariz un poco roja sus manos sucia de pintura, él la observa tratando de encontrar a su amada en ella, Pero esa imagen de ella disparándole a su amada, no era fácil de lograr olvidar. Ella causaba en él dos tipos de sentimientos encontrados, uno era odio y rabia, por otra parte, quería saber quién era en realidad, su intriga era tanta, que la perdió de vista cuando cayó en cuenta. Ya ella se había ido sin saber su rumbo, suspira de frustración, tratando de buscar sin éxito alguno, perdido decide volver al templo de la diosa luna, y hablar con ella para que le dé una señal de lo que debe hacer. Sin darse cuenta ella también está a su lado frente el hermoso altar lleno de hermosas flores, ella cierra sus ojos, cuando Evan los abre se da cuenta ella está su lado. Al abrir Ayla sus ojos, sonríe al ver al hombre sin expresión frente a ella con su cara de pocos amigos, ella solo sonríe.

— ¡Chico guapo! — con emoción, pero él no lo dice nada, solo mira el altar un poco incómodo, sin saber que decirle, solo ambos quedan en silencio, Pero ella decide romper el silencio.

Ayla: Este lugar es hermoso sabes que hay una leyenda ...

"Cuenta la leyenda que la luna y el sol siempre estuvieron enamorados uno del otro. Pero nunca podían encontrarse pues la luna solo salía cuando el sol se iba. Siendo así Dios en su infinita bondad creó un eclipse como prueba de que existe en el mundo un amor imposible" —

Ella solo sonríe, mientras él la escucha atentamente cada palabra pues su voz es dulce y suave que daba ganas de escucharla. Evan únicamente la mira sin decir nada. Para luego irse, pero ella lo toma del brazo para detenerlo.

— ¡eh! Guapo porque huyes, acaso me temes solo quería agradecer por lo de ayer. Soy...— es interrumpida por él.

Evan: Ayla— mirando el brazo donde ella lo tenía agarrado. Ella lo suelta al darse cuenta.

Ayla: Sabes mi nombre, no me digas que te guste tanto que te tomaste la tarea de saber quién soy. — sonriendo.

— Soy Evan. Pero mantente tu distancia conmigo — dando un paso hacia atrás, sin expresión.

Ayla: No digas que me quieres lejos que temes que te enamores de mí, si estoy cerca. — sonríe en un modo divertido, pues para ella no entiende la razón por qué le gusta molestarlo y ver su rostro enojado mientras su seño está fruncido.

Evan: Descarada. —con una expresión seria

Ayla: Descarada. Sabes que sería descarado volverte a besar aquí, pero por respeto de la diosa no lo hago.— sonríe mientras él pone sus ojos en blanco con fastidio, Evan piensa en irse, cuando ella agarra su mano y lo atrae hacia ella y él la empuja, pero eso hace que pierda el equilibrio en uno de los escalones y caigan de nuevo en la misma posición de cómo se conocieron cayendo uno sobre el otro. Pero esta vez ella está debajo y el arriba de ella sus labios se chocan ambos al sentir el contacto de sus labios una corriente recorre todo su cuerpo y una sensación extraña se alberga en su estómago.

Ellos por instante se miran sintiendo la tensión del momento. El se levanta lo más rápido posible sin saber qué hacer. Evan solo se va dejándola a ella en el suelo, pero Ayla no puede evitar la risa de ver su cara amargada e irse avergonzado y sin saber qué hacer. Ella se levanta limpiando sus manos un poco llena de polvo al tratarse de levantar del suelo al instante que ella siente un leve mareo y su nariz empieza a sangrar, cayendo unas gotas de sangre en el piso del templo, mientras toca con uno de sus dedos su nariz...