La Venganza Del Sigma

POV Oliver

El día siguiente transcurrió en una especie de niebla ansiosa. Intentaba concentrarme en mis clases, pero la tensión del encuentro con Allen no dejaba de rondar mi mente. A medida que avanzaba el día, me sentía como si estuviera caminando sobre una cuerda floja, temiendo el momento en que todo se derrumbaría.

Caminaba por uno de los pasillos del campus, con la esperanza de pasar desapercibido entre la multitud de estudiantes que se movían a mi alrededor, sin embargo, justo cuando pensaba que podría tener un momento de tranquilidad, sentí una mano firme agarrara mi brazo con fuerza.

Mi corazón dio un vuelco cuando me volví y vi a Allen, su expresión decidida y sus ojos brillando con una mezcla de desafío y algo más que no podía identificar. Intenté liberarme de su agarre, pero él era demasiado fuerte. Antes de que pudiera protestar, Allen comenzó a arrastrarme por el pasillo.

-¿Qué estás haciendo?- Logré preguntar, mi voz apenas un susurro mientras trataba de mantener la calma.

Me llevó a un lugar más apartado del campus, lejos de las miradas curiosas de otros estudiantes. Finalmente, me soltó, pero no se alejó. Pude sentir la tensión en el aire mientras me miraba fijamente, como si intentara decidir qué hacer conmigo.

-¿Sabes?- Dijo Allen finalmente, rompiendo el silencio. -Es curioso cómo algunas personas intentan ser algo que no son, como si una simple pastilla pudiera cambiar quienes son realmente.-

Su comentario me golpeó como una bofetada. Sentí un nudo en la garganta mientras trataba de mantener la compostura. Sabía que se refería a los inhibidores que tomaba para ocultar mi verdadera naturaleza, pero no entendía por qué le importaba tanto.

-¿Qué quieres, Allen?- Pregunté, mi voz temblando ligeramente. Necesitaba respuestas, necesitaba saber qué planeaba hacer con la información que tenía sobre mí.

Allen me miró durante un largo momento, su expresión indescifrable.

-Todavía no lo he pensado.- Dijo finalmente, con una sonrisa torcida. -Pero podrías empezar por hacer mi informe, ya sabes, el que nos pidieron.-

Mi corazón se hundió. El informe era largo y complicado, algo que requería tiempo y esfuerzos considerables. Allen lo sabía, y estaba claro que lo estaba utilizando como una forma de ejercer control sobre mí.

-No pienso hacerlo.- Dije, tratando de sonar firme.

Allen alzó una ceja, su sonrisa se ensanchó.

-¿Sabías que aunque por fuera parezcan más alfas, por dentro no son muy distintos de un omega?- Dijo, su voz teñida de burla. -Me pregunto cómo reaccionar un sigma al ser sometido por las feromonas de un alfa dominante, ¿entrarías en celo en medio del campus, quedando en vergüenza y dejando que todos se enteren de que eres un sigma?-

Sentí una oleada de pánico ante sus palabras. La idea de perder el control en público y revelar mi secreto era aterradora. La burla en su voz y la amenaza implícita eran demasiado claras.

-Esta bien…- Dije a regañadientes, mi voz temblando con una mezcla de rabia y temor. -Haré el informe.-

Allen asintió, satisfecho.

-Perfecto, y asegúrate de que esté perfecto. No querrías que este pequeño secreto se convierta en conocimiento público, ¿verdad?-

Asentí en silencio, sintiéndome atrapado.

-Y no te hagas ilusiones, Oliver.- Agregó Allen con una sonrisa sardónica. -Probablemente todos te tengan asco una vez que se enteren de que eres un sigma, un puto fenómeno.-

Su comentario hizo eco en mi mente, llenándome de una sensación de desesperación y temor por lo que el futuro me deparaba.