PROHIBIDO AMARTE

Narra Alex

Han pasado 20 años desde que llegue a vivir con mi padre Alan, al principio todo fue muy difícil, primero acostumbrarme a vivir sin mi madre y convivir con un hombre totalmente extraño, que quizás me adopto porque un día lo ayude, no sé mi padre tomo esa decisión por agradecimiento, si es así le estaré totalmente agradecido de por vida, no por los beneficios económicos, que por cierto son mucho, mi gratitud es porque él de verdad se ha dedicado a ser un padre para mí, me ha cuidado, me ha protegido, me ha instruido, me ha acompañado, me ha dado su amistad y sobre todo me ha amado incondicionalmente, cuando cumplí 13 años comencé con una etapa de rebeldía, donde todo era un problema, quería discutir por todo, o creía tener la razón total, pensaba que el mundo estaba mal y que nadie me entendía, entre en una crisis existencial, pero mi padre siempre estuvo ahí para amarme y corregirme también. Me hubiese gustado compartir mi vida con mi madre, pero considero que ella en su lugar me dejo un gran ser como Alan Jones.

Desde que ingrese a la escuela me destaque por mi gran intelecto, al terminar la secundaria ingrese a la universidad para estudiar economía, de esa manera le podría ayudar a papa con su empresa, por otro lado, también me dedico a cantar a solas en mi habitación, no soy un canta reconocido a nivel mundial, ni me interesa serlo, pero esto es un tipo de conexión que me dejo mi madre y que me hace sentir un poco cerca de ella y sus recuerdos.

Desde que Robert se fue aquella noche, papa no ha recibido una sola llamada de él, sin embargo, el contrato a un detective privado para que lo mantuviera informado de su hijo, por lo que me ha contado, su nieta está próxima a cumplir 20 años y tal parece que es un dolor de cabeza para su padre, tal como lo fue Robert para Alan; Robert se ha dedicado a la empresa que le dejo el padre de Helen a ella, pero por sus malos manejos financieros y por su maldita ludopatía está al borde de la quiebra. Sé que estas noticias no son agradables para mi padre y cuando él me cuenta la situación yo unicamente lo escucho sin decir nada.

Volviendo a mí, soy un aficionado a la música, al deporte, al ejercicio, a las fiestas y las mujeres, no me gustan las relaciones formales, me gusta vivir la vida sin ataduras, cuando siento que alguna mujer se está tomando la relación en serio solo la dejo, algunas hasta me han formado escándalo, pero con mi arrogancia y mi influencia logro apaciguarlas. Nunca he estado en una relación con una mujer más de un mes, las revistas de farándula me tilda de mujeriego sin control.

En cuanto a mi trabajo me he dedicado los últimos 8 años en ayudar a papa, él es que maneja la compañía, pero yo me encargo de hacer que las cosas funcionen mejor, me dedico a traer inversionistas, conseguir contactos que nos ayuden a aumentar el flujo de clientes, la empresa paso de ser una cadena hotelera a ser una de las más grandes industrias de turismo en el país, con mis contactos dentro del gremio hotelero logre obtener grandes contribuyentes como por ejemplo grandes diseñadores, estos realizan sus eventos en nuestros hoteles y también se hospedan junto con todo el personal, eso ha generado una gran reputación dentro del mercado.

Actualmente, estamos interesados en firmar un gran contrato con un nuevo diseñador llamado Hugo Lord, quien está obteniendo mucha credibilidad, este personaje no tiene rostro, es conocido en la industria de la moda por su anonimato, es .uno de los mejores del momento y si logro obtener esta firma, podríamos ganar muy buen reconocimiento.

Mi especialidad siempre han sido las relaciones públicas y en esta ocasión mi reunión es con la asistente de tal Hugo, una mujer llamada Elena, por lo que he investigado tiene como 27 años, soltera y obsesionada con el trabajo. Llego al lugar de encuentro con mi asistente y un abogado para legalizar los contratos, llegamos al lobby del hotel, al verla sentada me hago a su lado para presentarme.

- Señora Elena, mucho gusto mi nombre es Alexander Jones – me presento tomando su mano y dejando un casto beso en ella al tiempo que le guiño un ojo, ella se sonríe con nerviosismo

- Eres una estúpida si te dejas convencer con ese estúpido beso – grita una joven de unos 20 años, la miro molesto pues tan solo es una chiquilla, como se atreve hablarme de esa manera

- ¿y usted es…? – le pregunto alzando una ceja con prepotencia

- Samanta Jones, mucho gusto Alexander o debería decir, tío… – me grita la muy estúpida y reconozco por el nombre que es la nieta de mi padre

- Querida sobrina, es gusto conocerte – le saludo con ironía y desprecio

- No puedo decir lo mismo, pero aquí estamos, quiero hablar con mi abuelo – me exige la infeliz

- Si son temas familiares lo puedes encontrar en casa, pero si son temas de la empresa los puede tratar conmigo – le digo molesto

- Elena déjanos solos por favor – le ordena a Elena, esta se levanta y se va

- ¿Y ahora sobrina? – le pregunto para molestarla

- Estamos solos, no tenemos que guardar las apariencias, tú y yo no somos nada maldito infeliz, tú solo eres un pordiosero interesado, que quiere apoderarse de lo que nos corresponde a mi padre y a mí, tu infeliz solo eres basura que ni apellido debe tener – me dice casi en un grito y eso me llena de ira, la tomo del brazo con fuerza para dejar las cosas en claro

- Mira maldita niñita, tú a mí no me vienes a insultar, no soy ningún pordiosero y claro que tengo apellido, es Jones, como el tuyo y el de tu padre, y si tanto te duele verme mejor lárgate con tu papi, yo vine aquí a cerrar un negocio, no a tener peleas familiares con un infante – le digo amenazante y ella se suelta de mi agarre furiosa

- Para ser una pelea familiar primero debes de ser de la familia y que yo sepa tú solo eres un recogido – me habla con ira

- Mira niña si no voy a hablar con la señorita Elena entonces mejor me retiro, no me interesa perder mi valioso tiempo con personas como tú – le digo dando la vuelta para dejarla

- El negocio es conmigo – me dice y yo volteo para verla

- ¿tú eres Hugo? – le pregunto con una risa irónica

- No estúpido, acaso me ves como un hombre, pero si soy la asistente de Hugo, soy la única persona que lo conoce y le ayuda a tomar las decisiones – me dice y sus palabras me atraviesan con puñal por el cul*

- Ok, ¿Qué quieres entonces? – le pregunto con fastidio

- Quiero que los desfiles, las presentaciones y el hospedaje del personal sea todo gratuito – me dice la muy cínica y yo hago una mueca de burla

- ¡estás loca niña - le digo con burla

- No, no estoy loca, si lo piensas mejor, verás que yo tengo derecho, es la empresa de mi abuelo y yo soy su única heredera – me dice con su ego en las nubes

- Yo soy el príncipe de Inglaterra ¿y qué? – le digo con ira

- Ok, si así quieres las cosas entonces tendré que ir a hablar con el abuelo – me reta

- Has lo que quieras – le respondo y la dejo con la palabra en la boca pues no me interesa lo que tenga por decir

Alexander Jones