El Ceo Misterioso

Gael y Maya cenan en silencio y luego él se levanta dejándola de pie en la mesa confundida.

Gael Bennet

-No te muevas, ya vuelvo.

Maya Salvatore

Le veo volver con una tarta y una vela encendida encima y me sorprendo.

Gael Bennet

-Pide un deseo! No si me quieres, claro, porque acabarás perdiendo una petición.

Maya Salvatore

-Eres bipolar, eso es seguro!

Digo esto porque es amable y al mismo tiempo grosero.

Gael Bennet

-Toma tu pedido y sopla la vela.

Cierra los ojos y apaga la vela.

Maya Salvatore

Nos comimos la tarta y luego nos fuimos al sofá, mirándonos fijamente.

- Gracias Gael, por la cena, el pastel y el vestido.

Gael Bennet

-Feliz cumpleaños, Maya, le digo y le entrego una cajita.

Maya Salvatore

-Por qué me haces esto si ni siquiera me conoces, y cómo te las has arreglado para comprar todo esto si sólo te has enterado de que mi cumpleaños era hoy cuando ya estabas aquí?

Gael Bennet

-Digamos que hice una llamada y conseguí los regalos aquí.

Te hago esto porque me he dado cuenta de que estás triste.

-Por qué estás tan triste en tu cumpleaños?

Maya Salvatore

-Mis padres biológicos murieron en un accidente el día de mi cumpleaños.

Hablo y dejo caer las lágrimas.

Gael Bennet

La miro llorar, le limpio las lágrimas y la abrazo.

- Entiendo cómo te sientes, Maya, pero nuestros padres siempre intentaron toda su vida hacernos felices, así es como tienes que sentirte, es duro celebrar un año más de vida en un día que para ti fue una tragedia, pero te mereces ser feliz como ellos siempre intentaron hacerte feliz.

Maya Salvatore

Escucharlo me hizo sentir en paz, me solté de su abrazo lentamente y me miró, estaba con el corazón acelerado frente a él y pude sentir por primera vez después de la muerte de mis padres, a alguien que tenía sentimientos, pude sentir su respiración de tan cerca que estábamos, entonces me acerqué a su rostro lentamente y cerré los ojos, besándolo, me besó tan intensamente, sentí sus manos en mi cintura que subían hasta mi espalda.

Estábamos tumbados en el sofá, todavía besándonos, hasta que siento que se quita la camiseta y me tenso, cuando me doy cuenta de que sólo estoy en lencería, entonces me mira como preguntando si puede continuar y le digo.

- Soy virgen, Gael!

Gael Bennet

Escucharla decir que era virgen fue como un baño de agua fría, me pongo la camisa y le paso el vestido y la ayudo a ponérselo.

- Puedo ponerte el collar?

Maya Salvatore

Sigo pensando en por qué no quiso insistir en tenerme allí, mientras lo veo vestirse y ayudarme a ponerme el vestido.

Me pregunta si puede ponerse el collar que me regaló.

- Sí, se puede.

Se pone el collar, me toca el cuello y lo besa, poniéndome la piel de gallina.

Gael Bennet

-Es hermoso en ti.

La quería, pero no podía quitarle la virginidad, no podía hacer eso con ella y luego desaparecer al día siguiente, ya que no tengo planes de involucrarme con ella.

Oigo sonar mi teléfono móvil y me despido de ella, dirigiéndome a la habitación donde me he quedado.

Maya Salvatore

Estoy intrigada, es el primer hombre que pudo tenerme, y simplemente no me quiso, yo no lo quise, pero estoy enamorada de él, es muy loco esto, ya que él mismo me dijo que no me enamorara, parece que todo lo prohibido es lo que nos motiva a querer, cómo logró despertar esto en mí, subo a mi habitación pensando en mi noche y en su beso.

Me quedo en la habitación pensando en ir a su cuarto y decirle que lo quiero, pero estoy aquí intentando aguantar para no correr a sus brazos.

Gael Bennet

Contesto el teléfono y era Carlo.

- Habla Carlo!

Carlo

-Cabeza, siento estropearte la noche, pero tienes que viajar, Diana me acaba de llamar diciendo que está en el hospital con Sara.

He dejado el avión preparado en el aeropuerto cercano y su chófer le está esperando en la puerta, le he llamado antes pidiéndole que le recoja.

Gael Bennet

-Gracias, Carlo!

Cuelgo el teléfono y me voy rápidamente, preocupada por mi hija.

Maya Salvatore

Después de unos minutos, me lavo los dientes, me cambio de ropa y voy a su habitación, pero no le veo allí, sólo había un enorme ramo de flores sobre la cama, con muchas rosas rojas y una tarjeta.

Abro la tarjeta y leo.

- Feliz cumpleaños, Maya, ha sido un placer pasar tiempo a tu lado.

En ese enorme ramo de flores, contiene diecinueve docenas, refiriéndose a un ramo por cada año de tus diecinueve años, espero que mañana recuerdes tu cumpleaños como un día alegre.

Del superhombre, nada bipolar, Gael.

**Continua**....

Nota del autor:

Me gustaría pedir disculpas por los errores que aparecen en los capítulos, soy brasileño y estoy usando el traductor de español.

Comenta y dona una flor a mi serie el ceo misterioso.