Estefani es una joven muy hermosa, inteligente con un carácter fuerte y un poco rebelde.
Que se convertirá en la obsecion de Víctor Rymer
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El es Víctor Rymer
Estefany
La forma en que me miraba era un poco extraña, me daba miedo quería llorar pero contuve mis lágrimas, empezó a acaríciame, no lo deje y avente su mano de forma brusca, el me abrazo y me beso a la fuerza le di una cachetada. Y mostré resistencia pero sin darme cuenta rompí una lámpara con mi mano haciendo una herida en ella.
Ya no me opuse más y baje la guardia el me soltó y se fue dejándome de rodillas en la cama. Cuando el salió empecé a llorar de forma desesperada mire hacia debajo de la cama y me di cuenta de los vidrios rotos de la lámpara me agache tome uno y sin pensarlo empecé a cortar mis muñecas, la sangre correr por mi piel me hacía pensar en que el infierno en el que estaba por fin terminaría lo único que me dolía era dejar a mis padres, Ana mi mejor amiga y Carlos el amor de mi vida. Nunca pensé que mi vida terminaría así en manos de una persona de la que un no sabía su nombre, además que estaba claro que solo quería utilizarme pero jamás permitiría que eso pasara, no quería que mi primera vez fuera a si y menos con alguien como el. Por eso prefería morir a ser tomada por alguien moustroso.
Cuando creía que lo lograría que por fin se acabaría mi sufrimiento, la empleada entro me vio y empezó a gritar.
- Ayuda, ayuda.
Se acercó a mi y logré escuchar, niña tonta que hiciste, me dejo en el suelo y corrió, mis fuerzas poco a poco fueron dejándome empecé a sentir frío en mi cuerpo, mis recuerdos se profundizaban y una lágrima salió de mis ojos, se me empezó a nublar mi vista, lo último que recuerdo ver fue su cara, y aún así con todo el odio que tenía lo mire y perdí el conocimiento.
Después de eso no recuerdo nada
Desperté en la cama, tenía sed un poco de hambre y me sentía muy débil, observe la habitación, estaba una mujer, me miro con ternura y me dijo.
- ¿Como estas? Estas bien?
La mire y trate de le levantarme pero mis fuerzas eran pocas, ella al darse cuenta me miro y me ayudó. Puso en mis piernas una charola de comida y me dijo que comiera. La mire y le obedecí, empecé a comer poco a poco la verdad tenía hambre que esta vez no me negué, terminé y me volví a dormir.
Mi sueño fue tan profundo que ni cuenta me di de las horas que estuve dormida, desperté otra vez y de igual manera la mujer estaba en la habitación, esta vez si pude sentarme sola y de igual forma puso una charola en mis piernas volví a comer pero esta vez me atreví a preguntar.
- ¿Quien eres?
- Me llamo Coni y soy una empleada del señor
- ¿Cual señor?
- El señor Víctor Rymer
Al escuchar ese nombre se me puso la piel como gallina y tiré el tenedor en la cama. Todos en la ciudad sabíamos quién era Víctor Rymer, es el mafioso más temido del continente y que además tenía negocios en los demás países del mundo y aunque casi nadie lo había visto sabíamos quien era el.
- ¿Como?, no me digas que el que me tiene aquí es Víctor Rymer.
- Si niña
- Pero como.
- Hay niña vas a tener que estar aquí hasta que se arte de ti
No entendí ¿que hacía en ese lugar?, ¿como diablos dio con migo?, ¿como me conoció?
- Pero es que.
Víctor- ya desperté no
Lo miré con odio, el pregunto.
- Coni, ¿ella comió?
- Si señor, ayer en la tarde cundo despertó y hoy acaba de despertar, todavía está débil pero se ve que esta mejor.
- Esta bien retírate y llévate esto.
Lo observé, el tiene una presencia impresionante e imponente no me había dado cuenta hasta ese día, pero aún así odiaba su presencia, su ser se me hacía despreciable, lo miraba con odio y desprecio.
Víctor- no me mires así tu provocarte todo esto.
Solo lo escuché y no dije nada, el se sentó junto a mi, me miró fijamente a los ojos desvíe mi mirada el me tomo de mi barbilla e hizo que lo mirara
- Te lo dije eres mía y si digo que vivas vas a vivir o si digo que mueras vas a morir entendiste, no vuelvas hacer eso que los que van a morir son tus padres
Al escuchar eso me dejo helada pero aún así me armé de valor y le contesté
- Escúchame tu a mi yo no le pertenezco a nadie, no soy de nadie, y si los vas a matar hazlo para que me pueda matar también así ellos dejaran de sufrir por no saber en donde estoy, y yo también dejare de sufrir en este maldito infierno
Aparte su mano de mi cara, pude observar su sorpresa en su rostro, me volvió a tomar con fuerza apretando mi brazo y justo cuando iba hablar se escucho como tocaron la puerta.
- Señor acaba de llegar el señor Stefan, está esperando en su despacho.
El dejo mi mano y sin decir nada se fue.
Cony entró y me dijo
- ¿porque no te das un baño?, te llevaré al jardín.
La mire y trate de pararme pero todavía me sentía débil, ella me ayudó y me llevo al baño, me di un baño largo, me vestí con mi uniforme o otra vez, tenía manchas de sangre pero no tenía otra cosa que ponerme y justo antes de salir me empezó a mi periodo de menstruación, no me quedo de otra que pedir a Cony una toalla sanitaria, ella me observo y me dijo que la esperara, regreso inmediatamente me la dio y se fue otra vez. Tardo como 2 horas en regresar pero cuando volvió regreso con un muchas cosas entre ellas ropa, zapatos, maquillaje, artículos personales, joyas y muchas más cosas.
Hizo que me cambiara, no quería aceptar nada pero cuando me di cuenta que mi uniforme tenía sangre me desagradó y me cambié me puse ropa cómoda y unos tenis. Me llevo al jardín, la casa es hermosa con escalones pequeños en la entrada del jardín, me gustó el jardín tenia rosas de diferentes colores una mesa en el centro, para poder llegar a ella tenía que pasar por un camino hecho de piedras, el cielo azul me daba paz, mirarlo me dio esperanza de que algún día yo regresaría a mi casa.
Me quedé observando el jardín miraba el cielo, las flores y las aves que se detenían en los árboles para descansar de su vuelo, yo quería ser esas aves que se alejaban sin mirar atrás. En mi mente paso en como diablos me iba a escapar, no se como lo haría pero me tenía que ir.
Me quedé en completo silencio cuando de la nada escuche disparos dentro de la casa, gire mi cabeza en dirección a la puerta, salió corriendo Coni con una pistola en la mano llegó hasta mi.
Coni- niña tenemos que irnos,
- Que pasa, por que nos vamos
- Están atacando al señor Víctor
Me tomo del brazo y apoyándome de ella empecé a correr, todavía estaba débil, no contaba con las fuerzas para correr.
- No, déjame aquí, así acabaré con mi sufrimiento
- No seas necia corre, el señor Víctor está cubriendo nuestra huida.
Escuchar eso me dio una fuerza para huir, por que si el moría entonces yo regresaría con mi familia, así que inhale fuerte y le hice caso corrí como puede y de tras de ella. Cuando por fin vi la puerta de la salida de la casa y pensaba que por fin me libraría de esto pero apareció un hombre alto, musculoso portaba un traje negro que nos detuvo.
- ¿Adónde vas?, mi hermosa Coni
Coni- haste a un lado o te mato.
Lo miro directo a los ojos, apuntándole a la cabeza y sin miedo de disparar.
- Hazlo Coni dispara, cuando se entere el jefe que te quieres llevar a la niña te mata
- El me dijo que me la llevara
No entendía que diablos pasaba, ella me había dicho que el nos estaba cubriendo y ahora resulta que no,
- Déjame ir, me la llevaré
Estaba muy confundida llena de miedo, mi corazón palpitaba de forma rápida y me empezaba a faltar el aliento. El hombre en frente de nosotras no se quitaba la tencion era horrible. Los disparos se seguían escuchado por todos lados y de momento cesaron. Ella miro al hombre y le disparó en la cabeza me tomo de la mano y empezamos a correr, cuando por fin vi la salida una camioneta negra con los vidrios oscuros se paró enfrente de nosotros bajaron varios hombres esperando a que nosotras subiéramos.