Emma tenía 23 años y cursaba su último año de la universidad cuando aquel doctor le dio la noticia de que estaba embarazada.
Separada de Nicolás el padre de su hijo decide cambiar sus planes y quedarse en Seattle para criar a su hijo junto a su familia y amigas.
Cuando el pequeño Oliver nació su vida cambio por completo, luego de miles de sitas a la dirección del colegio y muchas sesiones con psicólogos, terminaron por informarle que su pequeño hijo, era un niño prodigo con un coeficiente intelectual de 180.
Ahora criaba un pequeño genio, lo que ella no sabía era que su pequeño ángel sería el encargado de encontrar al amor de su vida.
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XXIII
...Emma...
- Oliver – le muevo el brazo – Cariño, vamos tienes que ir a la escuela y nosotros al juzgado
Mi hijo hace un puchero y gira dándome la espalda, sus manos agarran la manta para colocársela completamente en la cabeza, ruego los ojos mientras trato de sacársela. Los pasos de Theo suenan en la pieza como así también su risa un poco ronca.
- Campeón – cruza sus brazos – Si no te levantas, no podremos ir de compras por la tarde y sabes lo que significa eso. – frunzo mi entrecejo
- Listo, listo – Oliver salta de la cama desparramando la frazadas por todos lados – Eso es jugar sucio – cruza los brazos e intenta abrir los ojos.
- Los padres no jugamos limpio hijo – me guiña un ojo y sale.
- Tienes exactamente cinco minutos para estar en la cocina.
- Si señor – se coloca de forma recta con la mano en la frente igual que un soldado – Señor, permiso para ir al baño, señor
Pongo los ojos en blanco y salgo de la habitación mientras Oliver ríe por lo bajo, camino hasta la cocina del pent-houses, mis tacones resuenan por todo el piso, Theo se encuentra preparando las tostadas para desayunar mientras canta, últimamente canta casi todos los días y es raro que me de cuenta de ese pequeño detalle ahora.
- ¿Qué se supone que van a comprar? – indago mientras nos sirvo café a ambos.
- Le faltan unas cosas para su robot, ayer averiguamos donde las podemos conseguir y hoy iremos. – termina de sacar las ultimas y la lleva a la mesa.
- Buena jugada – admito – la próxima lo levantas tú directamente.
Comenzamos a desayunar una vez que Oliver está con nosotros, como si fuera parte de un ritual Theo le prepara sus tostadas mientras charlamos los tres. Observo como sonríe mi hijo, su cabello castaño está perfectamente peinado en un look despeinado, lleva el uniforme de la escuela, su buzo verde oscuro hace juego con sus ojos. Mis ojos siguen su curso hasta los de Theo que hoy están en un perfecto gris, tu traje corte italiano azul oscuro, su camisa es blanca y la corbata gris de dan un aspecto exquisito.
- Bueno muchachos – ambos me miran – Debemos irnos o no llegare al juzgado.
- Voy por mi mochila – salta de la silla y corre a su habitación.
- Te dije que hoy estas preciosa – sus ojos grises me miran fijo mientras me abraza.
- No, hoy no lo has hecho – hago un pequeño puchero y me besa.
- Estas hermosa – dice luego de separar nuestros labios.
- Tú también – dejo un beso en su mejilla y camino hasta la puerta.
El camino al juzgado se me hizo extremadamente corto, luego de la decisión del juez debo volver a la empresa, Theo se ha hecho cargo de todo en mi ausencia, pero hay cosas que debo manejar yo. Además, recién me ascienden y ya he faltado casi una semana entera. Mis muchachos me desean suerte y Theo me avisa que vuelve después de dejar a Oli.
Según ellos todo saldrá bien y me preocupo por nada, pero me es imposible no hacerlo, estamos hablando de mi hijo y mi libertad, tengo derecho a ser dramática ¿No? Subo los escalones del juzgados hasta donde se encuentra Tracy y James, ambos me sonríen a la misma vez, es como si estuvieran sincronizados.
- Buenos días – saludo a ambos
- Lista para la victoria – Tracy me sonríe.
- Claro que sí – respondo con entusiasmo – ¿Están seguro que ganaremos?
- Todavía lo dudas – James me mira frunciendo su entrecejo - ¿En qué juicio estuviste?
- En uno donde tú y tu hermana eran los mejores abogados.
- Entonces – entramos – Ya relájate Emma, todo estará bien.
La sala tenia más persona que las veces anteriores, visualice a mis amigas entre la multitud, Margo me dedico una sonrisa para luego concentrarse en el abogado que venía detrás mío, pude comprobar las miradas de lujuria que se regalaban entre ellos. Oh Margo, tendrás que contar muchas cosas mañana, de igual forma no es como si me sorprendiera, fue tan obvia la química entre ellos que debías ser un completo idiota para no darte cuenta que algo pasa.
Lo que si no lo vi venir son las miradas de complicidad entre Tracy y Hayley, ambas mujeres se sonrieron y pude ver como mi amiga le guiñaba un ojo en respuesta. Mi mandíbula debe estar por el piso gracias a la reciente escena, todas sabemos que a Hayley le gustan las mujeres, no es una novedad, pero es la primera vez que lo demuestra tan libremente. Ninguna de nosotras conoció alguna de sus parejas, solo sabemos que se enamoro una vez y después de ello prefirió estar soltera.
- De pie para recibir el juez…
Nos levantamos de nuestros asientos, luego de las presentaciones, la entrada del jurado y unas palabras del juez, la abogada de Nicolas dio un pequeño discurso poniéndolo en victima a pesar de todas las pruebas en su contra, hablo de la desesperación de un padre al ser apartado de su hijo, como las madres los usamos para pelear, bueno básicamente me dejo como una bruja y a él como el pobre hombre que reacciono mal ante una situación extrema. Cuando su abogada termino de hablar, Tracy se paro del asiento y comenzó.
>> Buenos días damas y caballeros, espero que todos se encuentren bien. Primero que nada, quiero dejar en claro que mi clienta fue acusada injustamente quedando totalmente registrado en los videos que mostramos durante la sesiones. Emma Wood es una excelente persona y madre, una mujer educada que jamás confronta con nadie, ha recibido todo tipo de trato de parte del señor Fournier y solo a priorizado el bienestar de su hijo. Yo les pido por favor que tengan en cuenta toda la evidencia presentada y la declaración del menor Oliver Fournier para tomar la decisión correcta, muchas gracias.
- Por favor integrantes del jurado, pueden retirarse a tomar una decisión.
Las personas se levantaron y se fueron. Según James debemos esperar aproximadamente quince minutos hasta que vuelvan y den su veredicto en relación a mis demandas penales, pero lo de Oliver lo decidirá el juez a raíz de todo lo que ha escuchado. Mis ojos buscan a la única persona que necesito en este momento, giro mi cuerpo para ver donde esta y me encuentro con los bellos ojos de Theo detrás de mí, su rostro forma una sonrisa y me levanto de mi asiento para acercarme a él.
- Te dije que te amo -su voz es dulce.
- Yo también te amo – acaricio su mejilla – Un rato más y todo esto termina de una vez – aunque algo en mi decía que no iba a ser así.
- Les han dicho que son muy melosos – James habla en tono burlón y Theo blanquea lo ojos.
- Porque no nos cuentas como van las cosas con Margo – retruca con cara maliciosa – O llamamos a Oliver para que te pregunte si te acostaste ya con su tía.
- Muy gracioso Hamilton – está por decir algo más pero su hermana lo interrumpe.
- Ya se acostó no hace falta que pregunten.
- Pero que mierda – la mira furioso.
- ¿Vas a decir que te la encontraste en el camino por eso venían juntos? – la mejillas de James se pusieron rojas.
- Porque no hablamos de Hayley… - responde molesto y Tracy palidece.
- Mira pedazo… - su voz queda en el aire cuando el jurado vuelve a entrar en la sala.
- De pie – ordena el juez y me acomodo.
Una mujer morena de pelo largo se para, lleva puesto un traje gris de falda y saco, sus labios pintados de marrón comienzan a moverse, aunque yo no escucho nada de lo que dicen, solo siento mi corazón latir fuerte y mis manos sudar en exceso.
- Se la encuentra a la acusa… - mi corazón se para – Inocente de todos los cargos.
La sala se llena de murmullos y mis lágrimas comienzan a caer por mi mejilla, un golpe del juez me hace volver a la realidad cuando pide orden.
- Por mi parte con respecto a la tenencia de Oliver, he decidido que queda a nombre de su madre Emma Wood, usted señor Nicolas ha mentido con un gran descaro durante toda la sesión. – su mirada esta cargada de reproche – He hablado con su hijo y me ha dejado en claro su nivel de agresividad, asique no solo no le doy la tenencia, sino que a partir de ahora lo visitará con una asistente social, además debe hacer un tratamiento para su comportamiento, la cuota alimentaria la aumentará en cien por ciento y deberá pagar una indemnización a la señorita Wood por todo lo que ha hecho. – golpea la mesa otra vez – Se levanta la sesión.