La Melodía De La Muerte

Irina Kiev

Durante los días siguientes no volví a ver a Adrik, tampoco lo contacté, incluso hoy que tuve que ir al club, Aleksey me comentó que había salido de la ciudad, no quise indagar, pero supongo que está buscando a su familia y aunque me rompa el corazón, me hace feliz pensar en que volverán a estar juntos, solo espero que no sea un engaño.

Trabajé con normalidad, y regresé a casa, mis días se habían vuelto aburridos, de la casa al trabajo, del trabajo a la casa, de la casa al club y luego de regreso, mi vida estaba perdiendo esa chispa, en medio de todos esos pensamientos, decidí salir a dar un paseo con Nubecita, le puse su collar e hicimos un recorrido bastante largo, de repente mi perrita en un descuido que tuve, se me escapó, corrí tras ella pero era más rápida.

A lo lejos un hombre tenía un perro de la misma raza que la mía, pero macho, cuando Nubecita se detuvo justo a su lado, comprendí, ella sintió su olor, me dió mucha vergüenza, me acerqué a ellos, el hombre que agarraba a su mascota, me miraba divertido, aquella persona parecía tener entre 38 y 42 años, bastante simpático.

- Discúlpame, creo que tendré que llevar a mi perrita al veterinario, al parecer está en celo, de nuevo lo siento-- el agarró con más fuerza a su perro, no dejaba de olfatear.

- No te preocupes, es algo normal, tienes una perrita muy linda -- dijo mirando la esponjosa bola de pelos que no dejaba de menear su cola.

- El tuyo no se queda atrás, se ve bastante varonil para ser un perro -- comenté.

- Me gusta que todo se parezca a su dueño, mucho gusto, soy Dimitri -- dijo, al escuchar su nombre, un frío recorrió mi cuerpo.

- Mucho gusto, Irina-- dije dudando -- debo irme, fue un placer conocerte, y de nuevo una disculpa por las molestias -- dije.

- ya te dije que no te preocupes, espero volverte a ver-- yo sonreí forzada, había algo que me hizo sentir extraña e incómoda.

- Igualmente, que estés muy bien, adios-- moví mi mano de lado a lado, le ajusté la correa a Nubecita y nos fuimos de ese lugar.

Al regresar a casa, le di agua a mi perrita, mientras yo también me tomaba un vaso de agua, se me venía a la mente una y otra vez, ese tipo del parque, a pesar de ser muy guapo y aparentemente inofensivo, había algo en el, que me generaba dudas, intriga y eso me estaba poniendo nerviosa.

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- Hola Aleksey -- estaba en la puerta.

- Hola, llegaste temprano -- me respondió.

- Si, quiero modificar un poco mi coreografía, no me gusta hacer lo mismo todo el tiempo-- le dije.

- Ok, perfecto, me parece maravilloso-- terminamos de hablar y me fui al camerino.

Preparé todo mi vestuario, comencé a ensayar, y aunque no me sentía de buen ánimo, bailar me ayuda a liberar energías negativas, al ajustar mi rutina, fui al baño y tomé una ducha, al salir me apliqué algunas cremas y perfume, me puse el traje, hoy había elegido un top negro, unas bragas con unas mallas negras para cubrir mis piernas, también opté por llevar una chaqueta de cuero para un aspecto más rudo.

Dejé mi cabello suelto, ya era la hora de mi presentación, no había salido en ningún momento del camerino, sino hasta que era mi turno de bailar, me subí al escenario y la música comenzó a sonar.

Me moví con mucha fluidez, mi cuerpo iba al ritmo de la música, los pasos eran perfectos, sentía todas las miradas puestas en mí, pero hubo un momento en que hubo un cambió de luces, allí pude vera aquella persona que estaba en el parque con su perro, mi corazón se aceleró, el no dejaba de mirarme mientras bebia el licor de su vaso, cuando se dió cuenta que lo había visto, elevó su bebida e hizo un brindis en el aite dirigido a mi.

Logré controlar mis nervios, y terminé la presentación sin ningún contratiempo, me despedí y bajé del escenario, ya iba regresando al camerino cuando me tomaron del brazo, yo giré y por poco caigo.

- Hola, ¿no me recuerdas?-- era aquel hombre.

- Hola, claro que sí, como olvidarlo-- le dije sosteniendo una sonrisa fingida.

- Que bueno, entonces acepta tomar un trago conmigo -- me tomó de la mano y me quiso guiar a su mesa, pero no coopere.

- No, muchas gracias, no bebo con los asistentes -- dije recordando las palabras de Aleksey.

- Dime un precio, lo pagaré, solo quiero tu compañía, nada más-- no sé por cuánto tiempo podría mantener mi sonrisa fingida, en ese momento ví a mi jefe, el me miró y comprendio.

Se acercó rápidamente a nosotros -- hola amigo, que bueno verte de nuevo por estos lados, ¿a qué se debe tu honorable visita?-- le preguntó.

- Negocios, me enteré que están sucediendo cosas extrañas con mi familia, así que vine a poner un poco de orden -- respondió sin despegar los ojos de mi-- pero también quise pasar a divertirme, le estoy pidiendo a tu empleada que venga conmigo -- Aleksey se cruzó de brazos y su rostro se volvió serio.

- Querido amigo, es una lástima que ella no lo pueda hacer, ya sabes que mis chicas no son prostitutas, tenemos damas de compañía, pero ella no hace parte de ese grupo, ella es solo mi bailarina, así que lo siento, si quieres te llevo dónde las chicas de las que te hablo --

- No me estás entendiendo, la quiero a ella-- dijo imponente.

- al parecer tu eres el que no entiende, ella no irá contigo, ¿está claro?-- aquel tipo vio que Aleksey estaba hablando en serio, le quitó la mano con la que estaba sujetando mi muñeca y me pidió que fuera al camerino, mentalmente le agradecí y prácticamente corrí.

Al rato Milenka fue y me llevó un vaso de agua-- noche difícil, ¿cierto?-- asentí.

- un poco, nunca me había pasado eso-- dije con sinceridad mientras bebia del vaso.

- El es el que más miedo me da de toda esa familia -- comentó, yo dejé el vaso en el escritorio.

-¿que familia?--

- ¿No sabes quién es el?, pensé que se conocían, el te busco directamente -- dijo.

- Solo me lo encontré en el parque mientras paseaba a mi perrita hace unos días, pero nada más, solo se que se llama Dimitri -- ella asintió.

- Así es, se llama Dimitri... Dimitri Moguilevich, es el sucesor de esa familia, ten mucho cuidado, parece que tú le interesas-- salió del camerino, dejándome hecha una bola de nervios.

Me cambié rápidamente, incluso Aleksey vino a darme el sobre con las propinas, lo recibí y por indicaciones de el, uno de sus guardaespaldas me acompañó hasta mi auto, me subí y conduje por una ruta completamente distinta a la que acostumbro a tomar para regresar a casa, quería prevenir cualquier situación, ahora que se con que tipo de persona estoy tratando.