Atrapados

La bóveda celeste ya se encontraba en las más sumidas tinieblas cuando el reloj marcó las 6:55 p.m. Neo tuvo la impresión de que el tiempo había transcurrido más rápido de lo normal, y aún así, el debate que tenían él y sus compañeros no había arrojado ningún tipo de luz sobre el culpable de la muerte de Olivia. El juicio se reducía sólo a eso: a averiguar quién lo había hecho; de tal forma que el resto pudiese salvar su vida. El simple hecho de estar consciente de que alguien sería ejecutado esa misma noche lo aterraba. Alguien debía pagar, en eso él estaba de acuerdo; pero muy en el fondo, no tenía deseos de ver morir a otra persona.

Neo tragó fuerte: No veía con claridad el camino a seguir; sus compañeros no parecían tener nada más por atestiguar, y se sentía como si hubiesen llegado a un callejón sin salida. Las miradas entre el grupo se cruzaban entre sí cargadas de sospecha, rebuscando una verdad oculta. Algunos parecían más nerviosos que otros, entre ellos, Cobalt; a quién no le paraba de sudar la frente. Neo conocía el por qué, pero él no se atrevía a señalarlo con el dedo sin tener una verdadera prueba en las manos que lo incriminara. En realidad, pensó que el muchacho estaba sobre reaccionando, y que su actitud sólo provocaba que los demás comenzarán a desconfiar de él.

En teoría, el grupo de 15 había expresado lo que cada quién había hecho esa mañana; incluso Lilith, quién explicó que había invertido esa mañana en intentar ingresar a la salita de empleados para preparar su desayuno.

“Me esperaba que para el inicio del turno del día todavía hubiese gente dentro del área de mantenimiento y servicios, puesto que es el tipo que comportamiento que suele tener la gente que asiste a reuniones de ese estilo. Fue por ello que no bajé a las 7:00 a.m. y decidí quedarme en mi habitación hasta pasadas las 10:30; hora para la cuál asumí, no habría ya nadie en ese espacio. Si se lo preguntan, no, no ví el reloj en el lobby: yo misma le pregunté la hora al Señor Cornamenta cuando estuve en mi habitación y bajé por las escaleras de emergencia. El problema surgió cuando me encontré con la puerta de acceso a la sala de mantenimiento totalmente bloqueada. Tomando en cuenta de que estamos en una situación mortal, jamás se me ocurrió que algún idiota se encerraría en ese cuarto; y como ya había visto el ascensor de empleados con las puertas cerradas en el primer piso, tuve que resignarme a esperar en mi habitación todavía más tiempo hasta que quienquiera que hubiese estado allí decidiera irse de ese lugar. Así llegó la 1 de la tarde, y harta del hambre, bajé de nuevo al área de empleados para encontrarme con aquella maldita puerta cerrada desde adentro, como la primera vez. Era más tiempo de lo que podía soportar y golpeé fuertemente la madera, intentando llamar la atención de la o las personas en su interior, sin ninguna respuesta a cambio. Creí que aquello era el colmo de lo absurdo, y subí de nuevo al primer piso. Intenté forzar las puertas del ascensor, pero sencillamente tuve que admitir que no tenía la fuerza para abrirlas. Fue en ese momento en el que me di cuenta de que algo no estaba yendo bien: aquello iba mucho más allá de una situación típica, así que se me ocurrió que algo turbio debía estar sucediendo dentro de esa sala.

Siempre estuve abierta a la idea de que alguien terminaría cometiendo un asesinato, así que intenté pensar en las razones por las cuales este criminal usaría un espacio como la sala de empleados para llevar a cabo con su cometido. La característica especial de esa habitación es justo el hecho de que cuenta con un elevador en su interior, lo que es igual a tener dos salidas. Si quería evitar que otras personas entraran por accidente, debía bloquear al menos una de ellas. Pensé que aunque yo no cuento con la complexión necesaria para hacer abrir esas puertas, otras personas en este edificio sí que pueden. Si yo pude hilvanar ese pensamiento, el asesino también debía ser capaz de hacerlo; por tanto, para el efecto que éste quería conseguir, ese elevador debía encontrarse en la planta baja. Por ello, regresé a la entrada principal de la sala de mantenimiento. No estaba segura de poder ingresar, incluso, era probable que el asesino ya se hubiese marchado; pero creí que de todas formas, si alguien había muerto, iba a ser más sencillo acceder a su cadáver si lograba forzar la puerta. Fue en ese entonces que me encontré con INFP y ESTP”.

Neo pensó que la información suministrada por la chica INTJ les había reducido un poco la hora estimada en la que se debía haber cometido el crimen. Considerando que habían pasado pocos minutos para las 10:30 a.m, hora en la que Lilith se acercó a la salita de empleados, en realidad, había un espacio de más de siete horas en las que no había información sobre lo sucedido. Neo frunció el entrecejo ante aquella idea ¿Era eso verdad? No realmente. Esmeralda había intentado llamar la atención de Olivia tocando a su puerta cuándo él se la encontró en el pasillo a primera hora de la mañana, pero nadie mejor que él sabía que aquello no había resultado. No era difícil deducir que para ese momento algo malo ya debía haber pasado; por lo que era seguro intuir que Olivia debía haber perecido algún tiempo entre las 3:12 a.m. y poco antes de las 7:15 a.m.

Terminado de enhebrar ese hilo de pensamiento, una pregunta surgió su mente como una ráfaga de fuego entre los árboles de un bosque cubierto de niebla ¿Cuándo sucedió el cambio de horas?, ¿Cuándo el asesino había manipulado los relojes? Si lo había hecho antes de que todos ellos hubiesen salido de la fiesta, entonces no había una verdadera forma para establecer una cronología ¿Por qué el asesino se había visto obligado en alterar los relojes? ¿Cuál era su propósito? Antes de elaborar una respuesta para esa interrogante, Tyrone comenzó a tomar la palabra.

Viendo que ninguno de los integrantes de ese juicio tenía algo más importante qué decir relevante al caso, el moreno decidió que ya era hora de enfocarse en aquellas interrogantes que no tenían una respuesta clara. Desde su perspectiva, si lograban atar los cabos sueltos que había dejado el asesino en el proceso del crimen, estos terminarían dirigiéndolos hacia su persona, revelándoles su identidad.

–Hay cosas que yo no entiendo todavía –comenzó a decir él mientras paseaba de un lado al otro mientras llevaba las manos dentro de los bolsillos traseros de su pijama– Tenemos un cuerpo y dos miembros caídos en nuestro grupo, lo que nos deja con un número de tres víctimas en total para este caso. Sin embargo, hay algo extraño en este dato: y eso es que la chica que no está muerta tampoco está herida de ninguna forma; y aún así, se mantiene en un estado cercano al coma ¿Por qué? Quiero decir, ISTJ tiene una contusión evidente de la cuál no sabemos su gravedad, pero que justifica el hecho de que esté inconsciente. Entonces ¿Qué es lo que provoca la misma reacción en nuestra chica ESFP? ¿Alguna idea?

–Yo sí –contestó Úrsula con firmeza– pastillas para dormir.

–¿Pastillas para dormir? –preguntó el moreno con incredulidad.

–Estoy de acuerdo –se oyó la voz de Lilith con tanta seguridad como la que mostraba Úrsula– medio blíster de esas pastillas estaba vacío dentro del cuarto de ESFP.

–Ciertamente –les siguió Neo– éstas se encontraban dentro del kit de emergencias de Sol. No nos habríamos dado cuenta de que eran pastillas para dormir sino fuera porque Úrsula nos tradujo lo que decía la descripción de la caja que las contenía.

–¿Dices que INTP Les tuvo que traducir las indicaciones de este medicamento? –alzó Tyrone un ceja– Si esto es así, eso significa que ustedes, en realidad, no tienen forma de corroborar que la información que ella les proporciono fuese cierta.

–¡Ja! –se mofó Úrsula mientras sacaba una caja rectangular de uno de sus bolsillos– Ya veía venir a algún idiota poniendo en duda la veracidad de mis palabras. Por ello traje pruebas, ahí te va–llevó su mano por detrás de su nuca y terminó lanzando el objeto hacia el moreno, quién lo atrapó en el acto– al menos alguna persona más debe saber de francés en esta corte, ¿No? Sino… –se alzó de hombros– siempre podemos preguntarle al cornudo.

Tyrone inspeccionó la caja, mientras murmuraba para sí mismo <>. Levanto el ala superior para luego extraer el blíster de pastillas.

–De aquí fueron usadas 6 cápsulas, por lo que veo –negó con la cabeza– No entiendo una mierda de lo que dice aquí –levantó la vista y rebuscó en los rostros de sus demás compañeros, esperando algún tipo de respuesta que no llegó– ¿Nadie?

–Está claro que el asesino no quiere descubrirse así mismo –sonrió Lilith con arrogancia– no funcionó tu plan Úrsula.

–El mejor plan de todos es siempre asumir que la gente es idiota –sonrió la bruja devuelta – pero al parecer nuestro asesino no lo es tanto –dirigió la mirada a la estatua humana que se hallaba postrada en su trono y su voz adoptó un tono demandante– Ya me oíste, Cornamenta. No hace falta alargar más este misterio.

El cabeza de ciervo lentamente se reincorporó, como si hubiese salido de un encantamiento paralizador y su voz retumbó por toda la sala.

–Somnifère significa somnífero. Cualquier persona que hablase alguna de las diversas lenguas romances se habría dado cuenta de esto. Una pena que a ustedes sólo les importe conocer su propio idioma, para además, desgraciarlo con un pobre uso del vocabulario. Sí, en efecto, esas son pastillas para dormir. Ahora, prosigan.

–Espera –le interrumpió Úrsula– ¿Ha habido alguien quién te haya preguntado si en los kit de emergencias se encontraba algún tipo de somnífero o pastilla para dormir?

–Me temo que estás haciendo demasiadas preguntas en un corto lapso de tiempo, INTP. No soy Wikipedia para aclararte cada duda que surja en tu pequeña cabecita.

–Entonces, te niegas a responder –contestó Úrsula de vuelta– lo que significa que la respuesta podría comprometer al asesino.

–Estás viendo fantasmas donde no los hay –habló el Señor Cornamenta serenamente– no tiene sentido buscar peces en un río vacío. No hay ningún tesoro oculto esperando a por ti. No hay una recompensa al final. Ahora, déjame en paz.

Neo no supo el por qué, pero sintió que había habido algo extraño en la forma en como el anfitrión se había dirigido a Úrsula. No sólo intentaba demeritarla, parecía como si tambien estuviese buscando la forma desincentivarla por alguna razón ¿Qué no había una recompensa al final? ¿Qué podía significar eso?

Descubierta la posibilidad de que el blíster de pastillas podía haber sido usado dentro del crimen, Tyrone tuvo que reconocer que ello explicaba muy bien la situación actual de Sol. Sin embargo, todavía estaban lejos de llegar a una conclusión sobre lo que había ocurrido dentro de la habitación de la rubia. El problema principal con aquella hipótesis radicaba en el hecho de que Sol desconfiaba completamente de todos en el hotel, con la excepción de Arturo. Debido a esta simple premisa, estaba claro que sí había un persona capaz de convencerla de tomar una pastilla para dormir era precisamente el grandulón. No obstante, Arturo había sido brutalmente atacado, y la herida que se le había formado en la nuca no era un estratagema que él pudiese provocarse a sí mismo ¿Cómo le hizo el asesino para asegurar que Sol se tomara esas pastillas, y al mismo tiempo, dejar fuera de combate a una persona tan grande como lo era Arturo?

Una de las discrepancias más obvias dentro del caso, según Tyrone, era justamente el usar a Sol como una distracción. Notando que la Rubia no tenia heridas mortales, más allá de las que ella misma se había infringido en sus estados psicóticos, ¿por qué no elegirla a ella como la víctima principal del crimen? El asesino parecía haber descubierto la forma de ingresar a la habitación de los tórtolos, los cuales quedaron vulnerables ante su presencia tomando en cuenta el curso natural de los hechos. Entonces, ¿Por qué matar a Olivia? <<¿A dónde quieres llegar con esto?>>, le había preguntado Blonde, impacientado. Neo conocía las caras de su amigo, y si algo a él no le gustaba eran las conversaciones retóricas. Sin embargo, Neo sospechó que lo que menos le gustaba al grandulón era poner sobre la mesa la posibilidad de haber salvado la vida de Olivia sacrificando otra en su lugar. En todo caso, se suponía que ningún tipo de asesinato debía haberse llevado a cabo en un inicio.

–¿Estaba ISTJ informado de la reunión que iban a hacer ustedes en la salita de empleados? –inquirió Tyrone, aparentemente ignorando la interrogante que le había hecho previamente Blonde.

–Sí, claro que lo sabía –Contestó Julio– constantemente subíamos ENFJ ,ESFJ ENFP y yo a la habitación de ESFP para chequear como estaba ella. En una de esas visitas yo mismo se lo comenté –arrugó el entrecejo– vaya, espero que no estés tratando de decir que todo esto lo orquestó él ¡Tú mismo has dicho que no es posible! La herida en su cabeza…

–No fue ISTJ quién mató a ENFJ. No es lo que estoy tratando de decir –aseveró Tyrone– Mi hipótesis va por otro rumbo.

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Por otro lado, les recuerdo que este asesino atacó tanto a ISTJ como a ESFP dentro de la habitación de la chica, logró drogarla a ella y noquearlo a él con un golpe seco en la nuca apoyado del metal de la caja dónde está el kit de emergencias; todo al mismo tiempo. Sin embargo, tales hechos no pudieron ocurrir de esa manera. Una cosa debió suceder antes que la otra, el problema está en deducir la cronología. Si el asesino le suministró los somníferos a ESFP primero, ¿por qué ISTJ lo permitió? Incluso en este caso, el efecto tardaría en llegar, así que sí luego de esto el asesino ataca al muchacho, ¿Por qué ESFP no hizo nada para defenderlo a él o a ella misma? Si los eventos ocurrieron de forma contraria, ¿Qué impedía a ESFP huir, atacar, actuar en general? Las pastillas fueron ingeridas, por lo que ella no podía estar dormida en el momento en que estas descendieron hacia su estómago.

Entonces, ¿Qué ocurrió? La única respuesta que se me ocurre por ahora es que la persona que casi le parte la cabeza en dos a ISTJ no fue otra sino ESFP. En un cuarto encerrado la premisa inicial siempre se trata de un cuerpo dentro de una habitación en la cuál se supone que el asesino no puede salir. Sin embargo, tomando en cuenta de que ESFP no está herida, su vida no corre peligro y hasta donde sabemos, pudo haberse tomado las pastillas conscientemente estando dentro del ascensor para noquearse a sí misma; es ella enesenciaa lo que rompe el paradigma de habitación cerrada. Por tanto, la explicación para estas cuestiones es que nuestra asesina no sea otra más que ESFP>>